Post de Lena en sus redes cuando arribó a Francia en multimedia.
Disfruten.
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El viaje, sólo por el momento, está resultando ser más entretenido de lo que esperaba realmente, juro por la nutella que pensaba que seria tres veces más catastrófico, aunque solo estamos yendo al aeropuerto y no se porque estoy diciendo eso. Solo quiero hacer que se borre de sus mentes.
Desde ya hace minutos atrás, siento como un par de ojos mieles están posados en mi, y no, no son los de Julian, son unos muy parecidos.— Julian, ¿No me presentarás a tu amiga?
No.
— Casi se me olvida —se acomodó en el lugar— Ema ella es Lena, Lena ella es Ema —nos presentó con una radiante sonrisa en su rostro.
— Mucho gusto, linda, ¿Cuántos años tienes?
— Tengo siete, ¿Cuántos años tienes tú, Lena?
— Yo tengo dieciséis
— Ya eres anciana...—sonrió.
Tú también lo serás.
— Ema que dijimos —lo interrumpí.
— No pasa nada, Julian, tú hermana es muy adorable
Detesto a los niños.
Simula, Lena.— Tú también eres adorable, Lena —reí.
Llegamos al aeropuerto segundos más tarde.
Son tantas maletas que nos costó bajarlas todas del auto, pero luego de más un trillón de intentos, lo hemos logrado.
Y eso que el viaje no es a Singapur.
Hicimos los últimos trámites para poder volar, despachamos las maletas y fuimos a un restaurante para beber algo durante la espera.
La mesera llegó con unas cartas o menús y nos esperó pacientemente a que eligiéramos.
Jess tosió indicando que ya estaban los pedidos.— ¿Qué les traigo señoritas? —retiró las cartas de la mesa.
— Para mi un jugo de naranja exprimido, por favor —decidí.
— Lo mismo para mi —prosiguió Jaz.
La gorda de mi amiga, aunque no lo es pero come si lo fuera, tardó unos minutos más en decidir que tomar o comer, — Listo, quiero un tostado de jamón y queso en pan inte —se detuvo al darse cuenta de nuestras miradas— Solo un café bien cargado
— Té con leche, por favor —sonrió amable Claire.
— Muy bien, ¿Y usted señorito? —le sonrió coquetamente.
Oh me olvide que me encuentro sentada con el rompe corazones Collins.
— Limonada de menta
Y al ver que mi acompañante hizo caso omiso a su insinuación, se alejó refunfuñando de la mesa.
— Ya puedes soltarme, Julian —apunté su mano sobre mi cintura.
— Pero no quiero hacerlo —de un jalón me aproximó más a él— No olvides la apuesta, pequeña Parker —me guiñó un ojo.
— ¿Pequeña Parker? —pregunté.
— ¿Una apuesta? —cuestionaron mis amigas a coro haciendo que una sonrisa se escabulla por mis labios.
— Una apuesta en la que debe enamorarse —se encogió de hombros despreocupado— Es un juego para mantener entretenido el viaje, y sobre el apodo, pequeña Parker es lindo
— No me gusta —negué rotundamente.
— Es adorable —agregó Jess pero al notar mi mirada asesina sobre su integridad, se corrigió
— Feo, horrible, lo odio
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La chica rebelde [EN EDICION]
Teen FictionArrogante, vanidosa, fuerte, orgullosa y sobre cualquier adjetivo posible, rebelde. Lena Parker, una joven de dieciséis años con el corazón roto, que adoptó una nueva forma de ser, para no salir nuevamente herida. Sus amigas son su vida y su fam...