— Estábamos ideando una forma de acercarnos a la nueva
— Y se me ha ocurrido la maravillosa idea de espiarla —aplaudió emocionada.
— Por mi bien —le dió un mordisco a su hamburguesa.
— ¿¡Puedes parar!? —rezongué fastidiada.
Sus ojos se abrieron como platos a causa del susto, — Lo siento
— Es que me das hambre —expliqué— ¿Alguien me acompaña por una manzana?
— Voy —se incorporó Jaz.
Ya nos encontramos frente a la caja para presentar nuestras tarjetas escolares en forma de pago, cuando una escena llamativa en un extremo oculto de la cafetería cautivó nuestra atención.
— ¿Qué haces ahí parada? Ven —me jaló del brazo— Muévete, vamos —tiró de mi hasta ocultarnos detrás de una columna.
— Créeme que si, todo está bajo control —repuso Tatiana.
— Es muy impredecible, ten cuidado —advirtió Caroline.
— ¿Con que hay que tener cuidado? —susurró mi acompañante.
— Shh —me lleve el dedo a los labios en señal de silencio— Escucha
— Lena no sospechará de nada
— ¿Debería sospechar de algo? —pregunté saliendo de mi escondite.
— Nada que te importe, Parker
— Todo lo que esté relacionado conmigo tengo derecho a saberlo, mi querida no tan querida Caroline
— Estábamos hablando de lo perra que eres, ¿Sabes?
— ¿Si yo sabia que tu eres una perra? Si, lo tengo más que asumido
— Te odio
— Tendré que aprender a convivir con ese dolor —ironicé llevando una mano a mi corazón.
— Anda, Lena, no pierdas el tiempo con ella —espetó Jazmín jalando de mi brazo a la fila.
— La mataré —farfullé tomando la tan esperada manzana— Juro que lo haré
— No debería de importarte —se encogió de hombros— Más de lo mismo
Ambas nos sentamos nuevamente en nuestra mesa donde mis amigas nos miran extrañadas.
Y ahora qué— ¿Ha pasado algo?
— ¿Cómo puedes preguntar eso, Jaz?
— Solo fue un cruce de palabras, Jess
— Desde aquí se veía mucho más que eso
— Dejemos el tema de lado, le estamos dando demasiada importancia y no lo vale —justo en el blanco Jaz.
— ¿Hicieron la tarea de álgebra?
— Eso no se pregunta, Claire, claro que no
— Había que intentarlo
El timbre resonó en toda la cafetería indicando que nuestro tiempo feliz, o mejor llamado receso, ha llegado a su fin. Timbre cruel.
Caminamos lentamente hacía el salon haciendo que el camino se prolongue para perder más tiempo de clase y el plan funcionó, ya que al llegar al aula donde se dicta álgebra todos se encuentran sentados en sus respectivos lugares.
Claire tocó la puerta y la profesora se asomó por ella.— Profesora Bronson —exclamó mi amiga con una clara sonrisa falsa en su rostro— Tuvimos un pequeño retraso
— ¿De quince minutos? Les he dejado muy en claro que un "pequeño" —hizo comillas— retraso más es motivo suficiente para no dejarlas pasar a mi clase
— Ni queria pasar igual —refunfuñe.
— ¿Algo que acotar, Parker?
— No teniamos necesidad de entrar a su aburrida clase, permiso —espeté y me alejé.
— Parker, ven aquí —gritó a mis espaldas.
— Tengo sol que tomar, disfrute de su clase sin mi —respondí.
Cuando mis amigas lograron alcanzarme, sin pensarlo, nos adentramos en las tribunas a un lado del campo de fútbol que los días de partido desbordan de fanáticos enloquecidos por el equipo local, pero esta vez no íbamos a ver un partido ni mucho menos un entrenamiento, simplemente a tomar sol aunque el plan, que en mi cabeza sonaba perfecto, no se llevó tan bien acabo debido a que hoy había practica y lo he olvidado por completo cuando hace apenas una hora y media estuve allí.
¿Dónde tienes la cabeza, Lena?— ¿No falta el bombon de Collins? —chismeó dubitativa Claire.
— Ese bombon, como tú dices, es un inepto créeme —rodeé los ojos recordando mi encuentro matutino.
— No quita lo lindo
Nuestra charla sobre el capitán del equipo concluyó cuando mi móvil vibró en mi bolsillo, lo tomé y un largo mensaje de mi madre se extiende en la pantalla.
"Len, hija, cuando salgas del instituto ven directamente a casa, hay algo que debo decirte. Adios"
Lo devolvi a mi bolsillo y me incorporé.
— ¿Pasó algo?
— Debo ir a casa
— Te acompañamos
El camino resultó ser mucho más corto que de costumbre, la ansiedad que corría por mis venas aceleró mis pasos.
Coloco la llave en la cerradura y cuando la abro, mi boca roza el piso.
¿Esta es la noticia inesperada?—————
Editado: 13 de junio del 2020.
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La chica rebelde [EN EDICION]
Teen FictionArrogante, vanidosa, fuerte, orgullosa y sobre cualquier adjetivo posible, rebelde. Lena Parker, una joven de dieciséis años con el corazón roto, que adoptó una nueva forma de ser, para no salir nuevamente herida. Sus amigas son su vida y su fam...