Me incorporé rápidamente asustada por el sueño que me persigue hace tres años.
Mi respiración se encuentra agitada e interrumpida, mi corazón late demasiado fuerte y mis manos tiemblan, las imágenes a mi alrededor se ven borrosas y no es hasta que tomo una pastilla que todo a mi alrededor se recompone. La realidad, la realidad en donde eso ya no volverá a pasar y donde estoy libre de todo.
Mire la hora que señalan las cinco y media, aún falta media hora para el horario habitual en el que despierto y para ganar tiempo opto por tomar una cálida ducha que pueda eliminar esta horrible sensación de mi cuerpo, al ser temprano voy hacia el baño compartido y no hacia el mío debido a que es más espacioso y todos deben seguir durmiendo.
Una imagen de lo soñado irrumpió en mi mente haciendo que un mareo se apodere de mi, mis reflejos me permitieron que justo a tiempo logre tomarme de la pared.
De mal en peor, Lena.
Veinte minutos más tarde un nuevo golpe invade mis oídos.
Que no sea Jane.— ¡Dale nena, apúrate! —gritó del otro lado de la puerta.
Maldición.
No tengo ganas de pelear, es muy temprano y sumado al sueño, mi apetito de pelear disminuyó a lo más mínimo. Mis manos aceleraron el proceso terminando de secarme antes de lo previsto, coloqué una toalla en mi cabello, y salí encontrándome con una Jane enojada.— Hasta que sales —increpó.
Elegí no prestarle atención.
La mire de arriba hacia abajo, pase por su lado ignorándola sin dedicarle ni una sola palabra.
AJÁ.
Lena 1 Jane 0
Entré a mi habitación, puse el cerrojo y me vestí con lo primero que encontré en el armario, que consiste en; Un short blanco, una remera negra sin mangas que tenia escrita la palabra "promise" y vans, algo muy típico en mi, de color verde agua.
Revolví los cajones en busca de mis chicles, cargador, auriculares y desconecté mi móvil, es decir, todo lo esencial para un día de clases.
Cogí el bolso y bajé las escaleras rápidamente no sin antes deshacerme de la toalla que envolvía mi cabello.— Buen dia, Len —saludó mi madre.
— Buen día —respondí seca y buscando a Bety con la mirada.
— Ayer trabajó tiempo extra y le di el día libre -—explicó eyendo mis pensamientos.
— Bueno
Fui hacía la nevera en busca de mis masitas, donde mis ojos la revisaron por completo pero no las encontré, justo antes de darme por vencida las encontré ocultas en una esquina. Las tome junto a un vaso de jugo de naranja y me senté a un lado de Tyler que miraba fijamente mis movimientos.
— ¿Qué tanto miras?
— No mucho, solo quiero admirar la belleza de mi hermana preferida —lo miré incrédula- No estoy bromeando
— ¿Qué quieres? —le di un mordisco a la masita.
— ¿Debería querer algo? Que feo concepto tienes de mi
— No lo preguntaré una vez más
— Em em em, ¿Plata?
— Ay hermanito, claro —sus ojos se iluminaron— que no
— Por favor
— No, pídele a nuestro padre
Termine de desayunar velozmente y fui hacia la puerta.
— Adiós —la cerré sin esperar un saludo por parte de mi familia.
Revisé la hora que daba el reloj ubicado en mi muñeca, 7:30, tengo media hora para entrar a clases en el horario correcto.
Al tener tiempo de sobra, elijo ir a recoger a Claire, ya que, es la que más cerca vive.
En cinco minutos ya estoy tocando el timbre de su puerta, no, no soy flash, vive solo a unas pocas cuadras.
Su madre Lucy me recibió.
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La chica rebelde [EN EDICION]
Teen FictionArrogante, vanidosa, fuerte, orgullosa y sobre cualquier adjetivo posible, rebelde. Lena Parker, una joven de dieciséis años con el corazón roto, que adoptó una nueva forma de ser, para no salir nuevamente herida. Sus amigas son su vida y su fam...