Capitulo 18 "Lagrimas"

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  Me quedé paralizado, realmente paralizado.
  No lo puedo creer.
  No me pueden hacer esto. No a mi. No ahora que todo iba bien.

-Julian, cariño, di algo por...-La interrumpí.

-¿Por qué hacen esto?

-El problema es que como nos separaremos, los tramites los debemos realizar en Londres -Contestó mi madre.

-Pero...¿Por qué ahora? No entiendo

-Asuntos burocráticos de las fechas -Aclaró papá esta vez.

-¿Por qué no lo pensaron antes de venir? ¿No se dan cuenta de que lastiman a los demás? -Lentamente el ruido de la puerta abrirse se hizo presente en el ambiente.

-¿Por qué gritan?

-Nada, hija sólo que...-La volví a interrumpir.

-Díganle, díganle que ustedes no hacen mas que pensar en ustedes -Los señale- Díganle que se van a separar, si de igual forma a ustedes no les interesa absolutamente nada -Grité mientras llevaba mi cuerpo fuera de la habitación.

Mis ojos ya están inundados de lagrimas y al ser consciente de que no puedo estar merodeando por cualquier lado, voy hacia la única persona que aun me queda, o eso creo.

-¡Julián! -Exclamó Jaz al abrir la puerta- ¿Pasó algo?

-Lena -Murmuré.

-Ya la llamo -Respondió mirándome extrañada y entrando devuelta a la habitación pero gracias a dios no preguntó nada.

  Desde donde estoy puedo escuchar perfectamente lo que están hablando.

-Julian, te busca afuera

-¿Julian? ¿Por qué?

-¿Me ves cara de chismosa? Anda, ve

-Esta bien, como digas

-Julian -Susurró- ¿Qué pasó?

-Todo es un desastre -La abrace- Necesito que estes conmigo

Narra Lena:

Si bien intento parecer calmada, juro que por dentro mi corazón se esta sacudiendo al ver a Julian a Collins tan indefenso ante mi y no en un buen sentido, sino totalmente destrozado porque su familia lo lastima sin parar y yo no puedo hacer algo para remediarlo.

-Tranquilo -Pretendí calmarlo acariciando su espalda- Todo se arreglará

-Esa no es la peor parte, Lena

-¿Qué? Entonces, ¿Cuál es?

-Me voy

  Un escalofrío recorrió mi columna vertebral.

-No te puedes ir, por favor no -Me alejé un poco para poder ver su rostro.

-Tranquila, Lena. Mis padres quieren que volvamos a Londres por la separación

-No te vayas, por favor -Manifesté mientras una lagrima se resbala por mi mejilla.

  ¿Esperen? Acabo de decir una lagrima, ¿Estoy llorando por alguien, que no soy yo misma?

-No llores, Lena -Suspiró sin saber que hacer- Trataré de convencer a mis padres -Rodeó con sus brazos mi cansado cuerpo- Significas mucho para mi y no quiero perder eso

No quiero que se vaya, simplemente no quiero, es una de las pocas personas con las que disfruto estar y al igual que él, lo que menos quiero es perder eso que está empezando a significar algo en mi vida después de mucho tiempo. Mis pensamientos me consumieron tanto que no me percaté de la escasa distancia que yace entre nosotros, solamente son unos diez centímetros lo que están impidiendo que nuestros labios se rocen.

La chica rebelde [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora