Capitulo 7 "Dora, mi amiga, la exploradora"

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Mis libros cayeron al piso exactamente en el mismo momento en el que nuestras miradas se conectaron haciendo que entre en un completo trance.
¿Qué hace en mi casa sentado en el sillón de mi sala de estar?
Perdón, cierto, ¿No saben de quién hablo, no?
Ni nada mas ni nada menos que de...

— Julian Collins —murmuró Jess entre dientes sin creerlo aún.

— Después las llamo —hablé en un tono casi inaudible que de igual forma, ellas lograron oír.

La puerta se cerró detras de mi con un fuerte de golpe, pero ni siquiera fui capaz de moverme. 

— Hija, siéntate —obligó mi madre.

Miré toda la sala en busca de un lugar vacio, pero el único es a un lado de Collins, — Voy por una silla

— Siéntate ahí, por favor -señaló el lugar que previamente visualicé. 

Y se tenía que dar cuenta.

— Esta bien, pero voy por un vaso de refresco

En un segundo fui a la cocina, me serví jugo y con la poca paciencia que me queda, tomé asiento en un extremo del sillón para mantenerme alejada de la peste Collins.

— ¿De qué trata la noticia tan inseperada? —bebí un sorbo de jugo.

— Nos iremos de viaje con Julian y su familia

El refrescante jugo que antes estaba a punto de deslizarse por el interior de mi garganta, salió disparado al piso, provocando las quejas de mi madre y la risa de la peste.
¿Es que acaso hay algo gracioso en todo esto?

Solté una sonora carcajada, — Es broma, ¿Cierto? Felicitaciones, realmente fue muy creíble

— No haría una broma con algo así —suspiró — Soy amiga de su madre desde que tenia tu edad y decidimos hacer este viaje para unirnos todos en una gran familia —comentó feliz— Nos iremos a Paris

Correción, suena a una especie de terapia familiar. 

— Ya deja la alegría a un lado, ¿Puedo quedarme?

— He dicho que es un viaje familiar, por lo tanto nadie puede faltar

  Oh, pero si yo me hundo, ya se a quienes hundiré conmigo.

— Lo que sea, ¿Podría ir con amigas?

— ¿Qué amigas?

— Mis mejores amigas, ya sabes madre, las de siempre —me encogí de hombros.

— Si no hay otra condición, está bien, partimos el miércoles, iré a hablar con sus padres

Al decir eso, mi adorada familia se paró y fue vaya saber a dónde, dejándome sola con el engreído Collins que mira en mi dirección.

— ¿Se te perdió algo? —cuestioné alzando una ceja.

— ¿Por qué eres tan...?

— ¿Tan que? —irrumpí.

— ¿No te cansas de hacer ese papel de chica mala? —se acercó unos centímetros.

Di un salto, — No es un papel, soy así y lo seré siempre, te acostumbrarás a mis reglas con el tiempo

— ¿Reglas? —ahogó una carcajada— ¿De qué tipo?

  No ver tu cara porque te mataré.

— Primero, quiero mantener mi espacio vital libre de gente despreciable como tú —inicié a enumerar con mis dedos— Segundo, no vayas a creer que con esa sonrisa caeré rendida a tus pies y tercero, pero no por eso menos importante, no me dirigirás la mirada, la palabra y mucho menos estarás cerca de mi

La chica rebelde [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora