- ¡Voy! -farfullé yendo hacia la puerta.
Sin mediar palabra fuimos hacia el ascensor y desde ahí a su habitación que se encuentra en el piso siete, cerramos la puerta y mi padre me observó con cara de asombro y enojo a la vez.
- ¿Puedes explicarme que ha sucedido abajo? -cruzó los brazos sobre su pecho.
Sin opción de escapatoria doy vuelta una silla que esta a mi izquierda y tome asiento en ella, resignada a contarle toda la secuencia ocurrida a mi progenitor.
- Anda, no me mires de esa manera -pronuncié apenas concluí de exponer mi parte de la historia- Esta vez no soy culpable, es una psicópata
- Lo que hiciste no está bien -sostuvo con el ceño fruncido.
- Pero que diga esas cosas sabiendo que es lo que mas me lastima, si esta bien, ¿No? -cuestioné corriendo la silla a un lado- ¿Por qué siempre estas de su lado? ¿La única culpable de los males de esta familia soy yo, no? Porque es lo único que saben demostrarme
Verdaderamente creo que cada dia que pasa siento que pertenezco menos a esta familia, se supone que nos deberíamos apoyar y amar sin importar qué, pero seguramente es otro de los mitos que circulan por las calles, el de la familia perfecta; el hecho de esperar esperanzada que algún dia cambien me está destruyendo lentamente.
- Veo que no tienes una respuesta -agregué al ver la expresión de mi padre- Cuando recuerdes que tienes dos hijas y no solo una, sabes donde encontrarme
Y me fui a toda prisa de esa habitación antes de que la situación empeore aun mas, sin siquiera querer esperar la llegada del ascensor, subí las escaleras trotando y cuando apenas mis manos estaban por golpear la puerta de mi hogar transitorio, alguien me tomó por el brazo y jaló en su dirección.
- Suéltame -musité- Solo hazlo, por favor
Algunas lágrimas comenzaron a escurrirse de mis ojos.
- ¿Qué pasa? -tiró un poco más de mi brazo- Lena, ¿Qué sucede?
Necesito a alguien, necesito a alguien que solo no me odie por aunque sea unos pocos minutos, alguien que me diga cual especial puedo ser y que no soy un torbellino que destruye todo a su paso. Sin pensarlo, tiré de él y rodee su torso con mis brazos.
- Duele -sollocé sobre su pecho- Duele que todos me odien
- Ey no -murmuró contra mi pelo- Yo no te odio ni te odiaría jamás -levantó mi mentón con su pulgar- No sabes lo importante que eres
- Gracias -limpió una lágrima con el puño de su buzo.
- No hay porqué, preciosa -sonrió.
La puerta crujió detrás de nosotros, y Jaz se asomó por ella con una mueca de confusión.
- Lena, no sabia que habías llegado -miró detenidamente mi cara- ¿Qué pasó?
- Luego les explicó -me alejé unos centímetros de Julian.
- Ven, vamos a comer
- ¿Qué comerán? -preguntó Claire mientras ya nos adentramos en el comedor.
- No lo sé -revisé las bandejas con la mirada hasta que decidí un trozo de pollo con ensalada- Elegido
Cargue en mi plato con lo ya dicho y fui hacia la mesa en la que se encuentra mi hermano.
- Parker -gritó Jess desde atrás y yo giré- ¿Sabes como se dice "carne" en francés?
- ¿Debería saberlo? -pregunté confundida.
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La chica rebelde [EN EDICION]
Teen FictionArrogante, vanidosa, fuerte, orgullosa y sobre cualquier adjetivo posible, rebelde. Lena Parker, una joven de dieciséis años con el corazón roto, que adoptó una nueva forma de ser, para no salir nuevamente herida. Sus amigas son su vida y su fam...