"La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos."
"¿Que es un mundo normal sin locura"
"Estas completamente loco, pero te diré un secreto, las mejores persona...
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1 1 | ORO
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-¿Porque no escribes otra historia sobre Bert?- le pregunto Gaby a Ruby.
-¿Otra historia sobre Bert?
-Siempre escribes lo mismo.- dijo Diana metiéndose en la conversación.
-No es cierto.
-Sobre un héroe llamado Albert, Herbert, Rupert, Pilbert.- dijo Diana.
-¿Pilbert? Eso es ridículo. Jamás escribiría sobre un chico llamado Pilbert.-
-Podrías llamarlo Robert.- propuso Gabriella.
-Todas sabemos que tus historias son sobre Gilbert.- dijo Diana.
-No es cierto.- dijo Ruby al borde del llanto- ¿De qué otro modo voy a lidiar con el hecho de que se fue hace ocho meses y tres días, y que es posible que no vuelva?.
Diana, Gabriella y Anne soltaron un suspiro de cansancio. Mientras que la castaña se acomodó nerviosa y intento hacer oídos sordos para no escuchar aquella discusión, la cuál como siempre, era de Gilbert.
-Soph ¿Podrías dejar de escribir y ayudarnos, porfa?- pregunto Gabriella.
Anne había formado un club de escritura hace como un año y se unieron Gaby, Diana, Ruby y Sophie. A la ultima le relajaba hacer aquel tipo de cosas así que amaba el club, esta vez estaba escribiendo una historia la cuál se le ocurrió anoche, aunque no era algo tan inventado ya que fue un momento vivido junto a Thomas. Uno de los tantos días que pasaban juntos, decidieron escapar y fueron a la playa en donde pasaron un día perfecto juntos.
-Ruby. Tal vez es mejor que dejes ir a Gilbert de apoco, eres una joven linda y estoy segura que tendrás muchos pretendientes con el paso de los tiempos.- dijo Sophie con calma para no alterar a la menor del grupo.
-Puedes escribir sobre la trágica historia de un triste y guapo científico que descubre por accidente un secreto que puede salvar al mundo.- le propuso Anne a Ruby sin mucha dificultad.
-Ay Anne.- dijo Diana embelesada.- ¿Cómo se te ocurren esas cosas tan maravillosas siempre?.
-Me inspira la vida, Diana.- contestó con una sonrisa y dejando de la lado el libro con el cuál había estado pegada algunos días.
