XXV

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2 5 | LA PASCUA Y EL BOSQUE

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2 5 | LA PASCUA Y EL BOSQUE

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-¡Ya llegaron!- exclamaron Minnie May y Irvette al mismo tiempo, ambas niñas eran quienes supervisaban la llegada de Mary.

Sophie había ido a ver a Mary, Bash y conocer a Delphine el mismo día del partido y se había encariñado de la pequeña, tal como había dicho Gaby, era un amor. Luego de que Mary enfermara, Sophie no dudo en ayudar en lo que sea posible pero ya no podía estar tanto tiempo fuera de su casa ya que la castaña debía ayudar en lo que fuese a Megan.

Cuando se enteraron de que iban a hacer una fiesta de pascua en el jardín de los Barry, no dudaron en preparar algunos que otros dulces para llevarlos a la fiesta.

-Bienvenida a tu pascua, Mary.- dijo Gaby con una sonrisa.

-Felices pascuas, Mary.- dijeron todos.

Bash llevó a Mary a la cama que los Barry habían preparado afuera para Mary. Todo el mundo estaba entregando regalos de Mary para Delphine o flores.

Sophie había hecho un libro el cuál estaba dividido en dos partes esénciales. Una eran de diversos relatos de la misma Mary o Bash que siempre le contaban a su hija, mientras que el otro eran unas canciones de cuna o otras historias inventadas que le gustaban contarles a su hija.

-Eres un amor Sophie.- dijo Mary y ambas se abrazaron.- Por favor cuida de Gilbert, es un buen chico y necesitará tu ayuda.

-Siempre lo he hecho.

-Tiene suerte de tenerte a su lado.- dijo Mary.

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-No sé cómo agradecerles a todos.- Mary se rió entre dientes, tratando de no llorar.- Voy a leer mi oración favorita, ¿está bien?- Gilbert le entregó la Biblia a Bash, luego la abrió en la página correcta para ella.- Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio, déjame sembrar amor.

-Cuando hay injuria, perdón. Cuando hay duda, fe.- Marilla tomó el libro de manos de Mary y continuó la oración.

-Donde hay desesperación, esperanza. Donde hay oscuridad, luz. Donde hay tristeza, alegría.- Todos comenzaron a leer mientras Bash repartía algunas Biblias de repuesto.- Oh divino maestro, concédeme que muchos más busquen ser consolados como consolar. Ser amor como amar. Porque es en dar que recibimos. Es en perdonar que somos perdonados. Y es en morir. que nacemos a la vida eterna.

Sophie había dejado bastante de lado la religión luego de la muerte de su abuelo paterno, es más, se podría decir que se acercó a la vieja religión que su abuelos maternos conservan. Pero en aquel momento, no puedo evitar soltar algunas lagrimas mientras abrazaba a sus dos hermanitos pequeños.

𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 | 𝐠. 𝐛𝐥𝐲𝐭𝐡𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora