"La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos."
"¿Que es un mundo normal sin locura"
"Estas completamente loco, pero te diré un secreto, las mejores persona...
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3 5 | FIN
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-Mi hija universitaria.- exclamo Timothée Clarkson y abrazo a su hija.- Tu madre y hermana estarían muy orgullosas de todo lo que has logrado.
Aquella mañana, su familia le había llevado el desayuno a la cama y todos disfrutaron un momento en familia en el dormitorio de la primogénita. Luego, Megan y Veth escogían un vestido bonito para que estuviera presentable mientras que Sophie jugaba con su hermana Violet. La Clarkson se sorprendió cuando Megan guardo dos corsel en su baúl y sin obligarla a que se lo pusiera, realmente amaba a esa mujer.
-¿Crees que me vaya bien?- pregunto un tanto nerviosa.
-Serás la mejor alumna de todas.- dijo y beso su frente.
-Te amo papá.
-Y yo a ti mi niña.
-Mi querida Soph.- exclamó Megan y la abrazo.- Se que podrás con todo lo que se te ponga en el camino y es algo maravilloso que lo demuestres. Mi vieja casa sigue en Charlottetown y si lo deseas puedes ir ahí todo el tiempo que desees.
-Gracias Megan.
Mientras que sus baúles eran bajados por la servidumbre, Sophie se despedía de cada una de las personas que habitaban en su hogar, hasta el propio Thomas decidió quedarse unos pocos días más para despedirse. Archie y Veth le habían regalado una fotografía de toda la familia, lo cuál la emociono.
-Antes de que te vayas.- dijo su padre mientras sacaba de su bolsillo una pequeña cajita.- El guardapelo era de tu madre pero decidí cambiar la fotografía.
Sophie lo tomo con las manos temblorosas, el guardapelo era de oro con el diseño de unas flores y al abrirlo estaba la fotografía de una bella mujer joven con un vientre abultado y en sus rodillas, estaba sentada una castaña de unos tres años con ojos violetas, era ella.
-Es hermoso, gracias papi.- dijo y lo abrazo, luego su padre le puso aquel guardapelo el cuál Sophie lo iba a tener por siempre.
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El grupo de amigas que consistía en Josie, Jane, Tillie, Ruby, Anne, Gaby y Sophie se encontraban al frente de una bella y gran casa junto a dos señoras la cuál una era la dueña de aquella vivienda.
-Bienvenidas, alumnas. Soy la Sra Blackmore. Es un gran placer darles la bienvenida a mi casa. Espero que aprecien este lugar tanto como yo, y se deleiten con su tiempo aquí.- dijo aquella mujer.
Sophie miró hacia el gran edificio color crema, sus bordes estaban pintados de un bonito color verde azulado y no podía creer que allí se quedaría.
-Lily las ayudará, pero tengan en cuenta que, dado que es sordomuda, no podrás llamar.
