Capítulo veintiuno.

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¡Pero Kiara! No estoy segura de que este labial combine con mi vestido, me siento como un auténtico desastre, ¿qué voy a hacer? –escucho a Meredith lamentarse al otro lado del teléfono.

Son las 5:30 p.m. y ambas hemos comenzado a arreglarnos para el baile que comienza hasta las siete de la tarde. Yo siento que tengo el tiempo necesario para poder estar lista, pero por lo visto Meredith no es tan rápida arreglarse y tiene alrededor de 15 minutos tratando de decidir qué labial usará. Yo trato de calmarla.

Merry, el día que fuimos al centro comercial compraste un preciso labial rosa que casi no se notaba en tus labios, ¿lo recuerdas? No sabías si debías comprarlo porque era un color demasiado natural –le digo y escucho cómo comienza a rebuscar entre todos sus labiales. A los pocos segundos ella da un pequeño grito.

¡Lo encontré! Pero, ¿no es un color muy sencillo para el baile? ¿Crees que se vea bien?

—Por supuesto, usa ese color en los labios y maquilla tus ojos de manera que los hagas resaltar, te verás preciosa, lo prometo.

—Muchas gracias Kiara, eres la mejor, ¿nos vemos en el baile?

—Allá nos vemos, cualquier cosa me llamas, ¿de acuerdo?

—¡Claro!

Termino la llamada y comienzo a rizar con paciencia las puntas de mi cabello. Pasan aproximadamente 15 minutos y aún no termino ya que soy demasiado lacia y requiere tiempo que mi cabello tome la forma que deseo. Algunas veces desearía ser simplemente de cabello chino.

La puerta de mi habitación se abre y veo a mi mamá entrar sonriente. Ella levanta sus cejas con sorpresa hacia mí cuando ve que me estoy arreglando.

—Vaya, hasta que veo que haces algo con ese cabello, Kiara –dice y acaricia mi mejilla tiernamente—. ¿Cuál es la ocasión especial?

—Hoy es el baile de la escuela –digo tomando otro mechón de cabello para rizarlo. Ella abre la boca apenada y la vuelve a cerrar, yo río.

—Oh por Dios, cariño, lo olvidé completamente, hoy tuve una semana pesada en el trabajo y me distraje, ¿a qué hora empieza la fiesta?

—Más o menos en una hora –respondo.

—No es bueno llegar tarde –dice—. Dame eso –ella me quita la rizadora de las manos y extiende el cabello en mi espalda, separa las partes que ya están hecha y el resto de cabello lacio lo secciona para poder empezar a trabajar con él—. Te ayudaré a hacer tu cabello, mientras tanto maquíllate, ¿de acuerdo?

Asiento y tomo mis labiales, sombras y polvos.

Comienzo con mis ojos, así que delineo cuidadosamente con delineador negro y después con un pincel delgado la línea la cubro con sombra negra para que no se caiga tan rápido, hago lo mismo en el otro ojo y cuando acabo aplico base y corrector en mi rostro. Cubro todo con un polvo traslucido y entonces comienzo a elegir un labial. Encuentro un rosa con destellos y es el que aplico.

Cuando yo termino con eso mi mamá también termina con mi cabello.

—Listo, iré abajo para prepararte algo ligero de comer antes de que te vayas, ¿de acuerdo? Termina de arreglarte tranquila.

Mamá sale de mi habitación y yo inspecciono el maquillaje en el espejo. No encuentro errores así que camino hacia mi cama donde tengo el vestido que usaré. Tomo la prenda y acaricio la tela con delicadeza.

Me lo pongo cuidando no estropear el maquillaje o el cabello y después me coloco unos tacones negros que tengo desde hace tiempo. Me miro en el espejo y me siento satisfecha con lo que veo. El vestido sigue siendo precioso y considero haber acertado con la elección de colores, ya que mis ojos café se notan unos tonos más claros, mi piel también se ve más clara y esos son puntos a mi favor.

Solamente me pongo una delicada cadena de plata como accesorio y salgo de mi cuarto tomando una bolsa del mismo diseño que los zapatos.

Veo a mi madre en la cocina y aspiro el delicioso aroma que se esparce por el lugar. Ella me ve y sonríe aprobadora.

—Dios mío, Kiara, te ves hermosa, mucho más que de costumbre –me dice y no puedo evitar reír.

—Gracias.

—Ese chico, Calum, caerá rendido –me guiña.

—¡No lo hago por él! –Miento un poco—. Creo que es tiempo de que vuelva a ser la de antes, mamá, quiero volver a ser la Kiara alegre que salía a divertirse y esas cosas.

—Así se habla, hay que aprender de los errores, hija. Todos debemos de hacerlo.

—Lo sé.

Ella extiende el plato de comida hacia mí y comienzo a comer mientras ella me cuenta su semana en el trabajo.

El teléfono de la casa suena y yo me estremezco cuando mi madre responde, pero para mí fortuna es solamente una de sus clientas y yo dejo escapar el aire que había estado reteniendo.

Me parece raro no haber recibido ninguna llamada de parte de Robert desde ayer, tengo la esperanza de que finalmente haya entendido que no dejaré que me lastime más y se haya marchado para siempre, pero tampoco soy tan ilusa como para creerlo.

Cuando termino de comer, dejo el plato en el lavatrastos y tomo mis cosas para marcharme. Mamá me abraza y me desea buena suerte, también me dice que por ser hoy una ocasión especial mi horario de llegada es hasta la una de la mañana, aunque no creo que vaya a ser necesario extenderme tanto tiempo.

Subo a mi auto y comienzo a conducir rumbo a la escuela. Es extraño conducir con tacones, así que decido quitármelos y ponérmelos nuevamente ya cuando estoy en el estacionamiento del colegio.

La música está tan alta que incluso puedo escucharla desde donde estoy.

Camino en dirección a la puerta y me doy cuenta que el BMW ya está ahí y siento un pequeño nudo en mi estómago.

El nudo se hace más grande cuando observo a Calum recargado en la pared del pasillo principal mientras textea en su celular. Él está usando un pantalón negro de vestir, una camisa gris y una corbata a juego con su pantalón. Se ve excelentemente bien, me gusta verlo con sus playeras negras y jeans oscuros, pero si él se vistiera como lo está haciendo ahora todos los días de su vida yo no tendría ningún problema.

No se ha dado cuenta de mi presencia, así que decido dejar de observarlo y entrar al auditorio donde será el baile por la puerta de atrás para no llamar su atención, estoy nerviosa.

Sin embargo, fallo terriblemente cuando choco contra un pecho duro detrás de mi. Me giro para encontrarme con un chico alto y delgado de cabellos rubios que no había visto antes y me ha estado observando desde que llegué sin que me diera cuenta. Siento cómo la sangre va hasta los dedos de mis pies porque debo haber parecido una completa acosadora observando en silencio a Calum. 

Quiero desaparecer de la Tierra cuando él habla en dirección al chico sexy y estúpido que me gusta.

—¡Hey, Calum! –grita él—. ¿Es ella la chica?

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Hello everybody!

Hahaha, ¿cómo están bebitas bonitas? Yo sé que hoy no es domingo, pero he tenido que subir el capítulo en sábado porque mañana no podré usar mi computadora y así, solo tendré mi celular y pues ahí no puedo actualizar y eso.

¡Al fin, al fin, al fin! ¡Lo que muchas de ustedes esperaban ha llegado al fin, el baile! Jijiji, ¿qué creen que vaya a suceder? La verdad creo que se sorprenderán cuando lean el siguiente pero ya saben, me gusta saber qué piensan.

Okay, les voy a hacer una pregunta que no se me había pasado antes por la mente pero ahora me tiene pensando y es como que una duda existencial, ¿cómo descubrieron esta historia? ¿llegaron por recomendación de wattpad? ¿están en el grupo de facebok en el cual hacía spam cuando apenas iniciaba con esto? ¿qué onda chavats? cuéntenme, hahaha, necesito saber.

Ya saben que las quiero demasiado y mil gracias por todo su apoyo, seguimos siendo más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más...

Insensible »»Calum Hood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora