Insensible »»Calum Hood.

Capítulo treinta.

Calum y yo hemos estado fingiendo indiferencia el uno por el otro desde hace tres días, es realmente difícil sentarse en el salón de clases y tratar de prestar atención con él a mi lado sin poder hablarle más de lo necesario. Odio a Robert.

—Nuevamente volverán a trabajar en parejas —anuncia el profesor e inmediatamente obtiene nuestra atención. Un trabajo en equipo significaría tener que vernos después de clases y eso podría poner en riesgo nuestra farsa—. El tema es sobre las guerras de independencia que se llevaron a cabo en Latinoamérica durante los años 1800's.  Ya saben que dejaré las instrucciones en el pizarrón.

La mano de Calum entrelaza los dedos con la mía por debajo de nuestras mesas de trabajo y yo lo miro sorprendida, él me da una media sonrisa.

—Deberá ser en tu casa —dice pero yo niego.

—Estará mi mamá —Calum rueda los ojos y yo frunzo el ceño.

—Kiara, creí que ya habían aclarado las cosas ustedes dos, no creo que se moleste con que yo esté ahí un par de horas, además será exclusivamente por la tarea —comenta siendo razonable y suspiro. Probablemente tenga razón.

—Está bien —asiento estando de acuerdo—. Pero, ¿por qué no podríamos ir a tu departamento?

Calum deja escapar una profunda respiración junto a mí y siento cómo su pulgar acaricia los nudillos de mis manos. Me agrada tener este tipo de relación con Calum, es decir, no somos novios pero tenemos algo.

—Robert debe estar cerca Kiara, viendo qué hacemos y qué no, y aunque sabe que debemos trabajar juntos por la escuela verá muy sospechoso que tú vayas a mi departamento cuando dijiste que no me querías volver a ver, creo que es más normal que yo vaya a tu casa, ¿no?

Suspiro asintiendo, él tiene razón, igual que la mayoría de las veces.

El profesor continúa con su clase y finalmente escribe en el pizarrón los quehaceres para el día de hoy, tomo nota con más calma de la necesaria. El periodo escolar tiene poco que comenzó y yo ya estoy rezando para que termine porque siento que necesito un descanso inmediatamente.

Tal vez sea por todo lo que ha sucedido en los últimos días, no lo sé.

Cuando estamos a punto de salir del salón Meredith se acerca a Calum y a mí con una radiante sonrisa. Desde que se enteró que Luke se quedaría mínimo un mes más aquí su ánimo mejoró de manera gradual, sin embargo ella no conoce el verdadero motivo por el cual el rubio no volvió a Australia, me es difícil ocultarle cosas a Merry pero en cierto modo es necesario.

—¿Cómo han estado, ustedes dos? —pregunta ella. Calum ríe a mi lado.

—Bien, pero no tanto como tú y Luke —bromea y una sonrisa enorme se apodera de mi rostro al ver las mejillas de mi amiga encenderse en un intenso color carmesí.

—Cállate Hood —Meredith dice y los tres reímos.

Más tarde, cuando todas las clases han terminado estoy volviendo a casa para esperar ahí a Calum.

Al llegar me encuentro con mi madre preparando la comida en la cocina, ella sonríe cuando me ve entrar, yo le devuelvo el gesto.

—¿Qué tal tu mañana? —mamá pregunta.

—Algo agotadora, pero no me puedo quejar —le respondo encogiéndome de hombros, ella asiente y continúa cortando zanahorias.

—¿Cómo has estado tú?

—Tampoco me quejo —me dice y río.

—Oye mamá —comienzo a hablar un poco nerviosa, es raro—. En aproximadamente una hora más vendrá un compañero a la casa, estaremos haciendo tarea —informo y la miro expectante, pero ella no parece verse afectada, incluso hay una sonrisa formándose en una esquina de sus labios.