El Diario de Alicia Melgar

NUEVO HOGAR EN LA FE

Entré a la iglesia y me senté en el primer asiento libre que conseguí a la puerta. Estaba un coro como de ocho personas cantando ese hermoso y poderoso cántico llamado "Los muros caerán" y después pasaron a "Eres fiel", y me sorprendió ver coreanos cantando estas canciones en un muy buen español. Definitivamente, no era lo que esperaba.

-Hola, buenos días, Dios te bendiga. No te había visto antes ¿es tu primera vez aquí? -se acercó una chica contemporánea a mi edad supuse, hablándome en inglés con una gran sonrisa y haciendo una sutil reverencia.

-Sí, disculpa, mi inglés no es del todo bueno, espero me puedas entender -le sonreí amigablemente hablándole como pude en inglés, y la imité con la reverencia, estaba al tanto que era muy común en la comunidad asiática saludarse así, debía acostumbrarme.

-¿Qué idioma hablas?

-Español es mi lengua nativa.

-¡Oh, también lo hablo! No hay problema -me dijo en un casi perfecto español- no es un español perfecto, pero me puedo comunicar. ¿De qué país nos visitas?

-En realidad también me congrego en este concilio pero el que está ubicado en Venezuela, mi pastor me dijo que había hablado con el pastor de esta iglesia y le avisó que yo me empezaría a congregar aquí, así que debe estar al tanto de mi llegada.

-No puede ser ¿eres Alicia? -estaba algo sorprendida pero esbozando una sonrisa, llevando sus manos a su boca. Yo me sorprendí que supiera mi nombre, asentí con la cabeza- nuestro pastor nos comentó que vendrías, pero no pensábamos que iba a ser tan rápido. Me presento, mi nombre es Dae Jimin pero puedes decirme Jimmy y soy la líder de jóvenes de la iglesia, puedes contar conmigo para lo que necesites.

Cuán agradecida estaba de Dios por tan excelente oportunidad, ¿cuáles son las posibilidades de que justo en el primer momento de tu llegada se te acerque la líder de jóvenes de la iglesia y que además hable español? ¡Gracias, Señor! Me sentí más tranquila y acompañada, de hecho, me preguntó si podía quedarse conmigo acompañándome y ¡obvio le dije que sí!. Quedé impresionada el nivel de educación ¿que incluso me preguntaran algo como eso para no hacerme sentir incómoda? De verdad me llevaba una excelente impresión de este gentilicio por ser tan amables y respetuosos.

Me gocé el culto completo, la prédica la tuvo el pastor así que lo conocí desde el púlpito, a su lado tenía a alguien que traducía al inglés. Al parecer había una comunidad bastante grande de extranjeros en esa iglesia, lo cual era bueno, no me sentiría como una extraña.

Al culminar el culto, todos se saludaban con un "Dios te bendiga" y haciendo reverencias unos a otros con mucho respeto, estaba maravillada. Jimmy me presentaba a todos los que pasaban y me daban la bienvenida, incluso las personas de mayor edad me saludaban en inglés. Ella me explicaba que efectivamente habían muchos extranjeros en la iglesia, por eso iba a escuchar las alabanzas en coreano, inglés y español porque habían muchas personas de distintas nacionalidades: mexicanos, británicos, holandeses y argentinos eran los más comunes, sin embargo todos se comunicaban entre coreano e inglés porque habían personas que ya tenían más tiempo en el país y ya conocían el idioma nativo.

Jimin me acercó más hacia las orillas del altar donde estaban reunidos un grupo de jóvenes que reían y bromeaban, entre ellos estaba el pastor también saludándolos. Ella levantó una mano y le dijo algo en coreano que obvio no entendí, pero él me miró y el resto del grupo también se me quedaron mirando, asumí que me estaba presentando.

-Bienvenida a casa, Alicia -de nuevo mi sorpresa al escuchar al pastor hablando español, él rió al ver mi cara- tranquila, todos pasan por lo mismo, no se imaginan que hablo español también -parecía divertirle- ven, vamos a mi oficina un momento y luego vuelves con Jimin, los jóvenes van a reunirse un momento y estaría bien que tengas tu primera reunión con ellos.