CONOCIENDO AL SEÑOR REBELDE

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Nos dejamos caer en el sofá exhaustas por la movida noche que tuvimos. Yo miré atentamente a Sun Hee esperando que comenzara a darme explicaciones, y creo que ella evadía el tema o quería prolongarlo lo más posible, hasta que empezó a hablar al ver que yo esperaba en silencio sin despegar mi mirada de ella. 

-Ye Jun es un chico complicado, eso ya lo sabes. Desde que era muy pequeño tenía problemas con sus papás, ellos eran personas muy frívolas y carentes de emociones reales hacia la familia. Para ellos la familia era sólo una fachada y solo veían a sus hijos como los herederos de su legado; dote que comenzó con su tatarabuelo. 

     Hizo una pausa, tratando de ordenar las ideas, supongo. Ya me queda claro que era un hombre pudiente y que no aparenta ser lo que realmente es. Continuó narrando:

-Para que puedas entender todo esto debo confesarte que Ye Jun no es un simple "asistente" en el departamento de marketing. Él es… accionista en la empresa -casi me voy de espaldas- sus padres eran los anteriores dueños, ahora el CEO de la empresa es su hermano mayor… a quien conociste hace un instante...

-Espera, espera -la detuve en seco- a ver si entendí: ¿el hermano de Ye Jun es el gerente general y dueño de la empresa, el mismo que nos recibió en su casa cuando fuimos a llevar a Ye Jun? -estaba impactada. Sun Hee asintió con la cabeza, algo avergonzada- no lo puedo creer, increíble -la miré estupefacta- ¿en la oficina saben de esto? -de nuevo asintió, con más vergüenza; ahora yo estaba indignada- ¿Cómo es posible… por qué no me dijeron nada? 

     Esto era inverosímil incluso para mí. Todo este tiempo pasé vergüenza con este "ser", ahora todo tenía sentido para mí: desde el coqueteo descarado, los llamados de atención que le hacían sin efecto alguno en él, su relajo en el horario de trabajo sin que nada le importara, hasta los gritos del jefe y los libros que le lanzaba en la cara en medio de sus llamados reiterados de atención que lo exasperaba, ahora entiendo por qué se molestaba tanto, nunca hacía caso y cero posibilidades de despedirlo. Sin embargo, eso no quita la semejante duda que siempre me dejaba la forma en como nuestro jefe lo trataba: al ser dueño de la empresa, era una razón de peso para que fuera tratado con más respeto, o quizás "bajar la cabeza" aunque no les gustara la forma de hacer las cosas; y no era el caso, porque lo trataban peor que a un simple empleado. 

-Alice, escucha atentamente lo que voy a decirte -se puso bastante seria, acomodándose en su asiento- Ye Jun podrá aparentar ser un chico "rebelde" o "fuerte" pero por dentro es una persona con muchas heridas y carente de amor, por eso se comporta como ya lo conoces. Cuando sus padres fallecen, su hermano se hizo cargo de la empresa ya que su padre lo entrenó toda la vida para que asumiera su rol, por esa razón es un hombre muy distante, e incluso podría parecer un "témpano de hielo" pero sé que también es un hombre con cicatrices profundas como las de Ye Jun. La diferencia entre ambos es que, Hyun Kwan solo tiene eso: cicatrices, ya las sangró y ya las curó; mientras que Ye Jun ya las sangró, pero aún quedan las heridas que no terminan de sanar. Te cuento esto porque… su hermano, aunque no lo aparenta ni mucho menos lo demuestra, se preocupa mucho por él. Ye Jun cuando regresó de sus estudios en Estados Unidos se rebeló aún más contra el sistema en el que había vivido toda su vida; se suponía que al graduarse de la universidad él debía asumir la carga de ser accionista en la empresa, sin embargo hacía lo que quería y no se tomaba en serio su labor… 

      Hizo una pausa levantándose de su asiento y dirigiéndose a la cocina para hacerse un café, yo la secundé con la idea. 

-...Luego sucede el fallecimiento de su madre, a quien le diagnosticaron cáncer de páncreas terminal, le dieron tres meses de vida cuando mucho. En realidad sólo sobrevivió dos meses -eso era muy triste de escuchar, mi corazón se quebró al oír esa noticia- y a su padre le dio un infarto un par de meses después, era un hombre que se desvivía más por el trabajo que por todo lo demás, así que su salud se fue desgastando rápidamente. Le habían dicho que tenía el corazón delicado y debía tomar medidas de extremo cuidado, además de las pastillas; sin embargo, no siguió las indicaciones y pues, falleció instantáneamente. 

El Diario de Alicia MelgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora