EL TOQUE DE DIOS

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Observé a ambos algo preocupada, no quería que hicieran un espectáculo justo en la noche de fin de año. Pero me dio seguridad al ver a MinJoon pues él iba en sana paz a hacer las paces, al menos eso era lo que podía percibir. 

-Tranquilo, no quiero pelear, solo conversar. Por la paz -MinJoon alzó sus manos en señal que venía dispuesto a conciliar. 

     Ye Jun, un tanto inseguro, asintió y lo siguió al patio de la iglesia que era la única zona despejada para hablar en privado. Por mi parte, me senté en el comedor a conversar con Tiffany y Antonio. 

-Así que ¿ese es el chico que tanto detesta MinJoon? -Tiffany preguntaba con bastante interés, yo asentí con algo de vergüenza- es demasiado guapo, sorry que lo diga porque sé que no es cristiano. 

-Tranquila, si lo sé perfectamente -exhalé un suspiro y le susurre:- yo también tengo ojos y momentos como este le pido al Señor que me los arranque, prefiero entrar al cielo sin ellos mil veces antes de cometer un error. 

     Ella no pudo evitar reír a carcajadas y yo le seguí con una pequeña risita. 

-¿Qué tanto murmuran ustedes dos? -Antonio nos miraba como si estuviéramos locas. 

-Cosas de chicas -le atinó a decir ella. 

-¿Y tú cómo has estado Antonio? ¿Cómo te ha ido en tus clases de batería? -pregunté desviando el tema. 

-Ya las terminé ayer, me siento un hombre pleno -sonrió con satisfacción- en Enero van hacer una ceremonia de reconocimiento y entrega de diploma por terminar satisfactoriamente las clases. 

     Me había contado que llevaba dos años en clase de percusión y ya estaba por terminar y "graduarse", aunque nunca me imaginé que sería tan pronto. Es muy bueno tocando la batería y cualquier instrumento de percusión, incluso era mucho mejor que Matias, lo reconozco. 

-Y yo con suerte toco la pandereta. 

-Yo con suerte canto -miré a Tiffany y ambas reímos. 

-Pero tú eres otro nivel -me dijo Antonio- nunca fuiste a una academia y cantas como los ángeles. 

-Don de Dios -me encogí de hombros. 

     Transcurrieron treinta minutos y ya me estaba inquietando el hecho de que MinJoon y Ye Jun seguían sin aparecer. 

-Tranquila, pequeña, ellos van a estar bien -Antonio se percató de mi evidente preocupación- MinJoon nos dijo que quería arreglar las cosas con Ye Jun aprovechando que vendría, le debía más de una disculpa. Créeme, hasta a mí me impresionó. 

-Sí, es verdad, Quizás no va a querer ser su "mejor amigo" pero lo intentará -Tiffany sonrió con alegría. 

-Imposible. El día que se conviertan en "mejores amigos" les brindaré un almuerzo, no lo olviden -eso nunca iba a pasar. 

-Lo dijiste, Alice. Este trato se sella -Antonio extendió su mano para que la estrechara, lo mismo hizo Tiffany. Hicimos el trato sin borrar la sonrisa en nuestros rostros. Yo movía la cabeza de un lado al otro en negación, mientras que ellos lo hacían de arriba hacia abajo en afirmación. 

     Justo en ese momento vimos a MinJoon y Ye Jun caminar hacia nosotros muy relajados, hecho que me sorprendió pues ya me estaba acostumbrando a verlos gruñir como "perros y gatos" cada vez que se veían. Antonio y Tiffany se quedaron mirándome. 

-Yo creo que ese almuerzo está cada vez más cerca -a Tiffany parecía divertirle nuestra "apuesta". 

-No hagas que me arrepienta. 

El Diario de Alicia MelgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora