El Diario de Alicia Melgar

MENTIRA

Ye Jun a duras penas sacó su cabeza por la puerta sin dejarla abrir por completo, era muy extraño, considerando además que lo noté algo nervioso. Quizás esté paranoica. 

-Vine a hablar, no puedo irme de viaje sin que hablemos de lo sucedido ayer. 

-Sí, c-claro. Dame un minuto. 

-¿Sucede algo? ¿Estás bien? No estás enfermo ¿o si? -comencé a cuestionarlo porque su reacción era muy rara. 

-N-no… es que… -volteó su cara para ver hacia atrás y luego volver a situar su mirada en mí- tengo el departamento muy desordenado y sucio… me da vergüenza que entres así -sonrisa nerviosa. 

     No le creía, algo me estaba ocultando. Lo miré con suspicacia y, sin previo aviso y en un impulso, abro la puerta para poder ver más allá que solo su cara. 

     Cuál fue mi sorpresa al conseguirlo con la camisa medio desabotonada, y escuchar una fastidiosa voz chillona de mujer detrás de él apareciendo justo en ese momento a escasos metros. 

     Seoyun se dejó ver muy sonriente y también llevaba los primeros botones de su blusa desabrochada con un escote demasiado sugerente además de una típica "extra mini" falda. Vale acotar que ambos tenían sus cabellos ligeramente desordenados lo que dejaba mucho a la imaginación. Principalmente a la mía. 

-Increíble -sarcasmo, más sarcasmo de mi parte, solté un bufido en señal de no poder creer lo que mis ojos estaban viendo. 

-Alice, por favor déjame explicarte. No es nada, absolutamente nada de lo que estás pensando -Ye Jun se me acercó un par de centímetros pero yo di un paso atrás. 

-¿No lo es? -ironicé- ¿estoy ciega? Creo que lo que estoy viendo es evidente. Además, me acabas de mentir en la cara, Ye Jun. Es obvio que no querías que me enterara de la "interrupción" que hice y por eso mentiste descaradamente. 

-No es así Alice, no quise mentirte en lo absoluto -había profunda tristeza en sus ojos, pero ni eso podía creerle ahora- no te quise comentar nada porque sabía que te ibas a poner justo como estás haciendo ahora. No dejas que te de explicaciones de nada. Ni lo de ayer, ni lo de hoy. 

-¿Qué explicaciones me vas a dar? -mi ya roto y dolido corazón ahora estaba irritado. Ya lloré lo suficiente, ahora lágrimas no salían- ¡Bien! Soy toda oídos, ¿qué explicaciones vas a darme? -me crucé de brazos con enfado, a la espera de su relato. 

-No aquí, vayamos a otro lugar… -estuvo a punto de salir del departamento pero lo detuve en seco. 

-¿Por qué en otro lugar? Esta es tu casa, no la de ella -hice un movimiento con la cabeza en dirección a Seoyun con recelo- que se vaya. 

-¿Qué acabas de decir, estúpida? -aquella fea mujer casi se abalanza sobre mí, Ye Jun la detiene justo a tiempo- ¡Tú eres la intrusa! ¡Todo era paz y felicidad hasta que llegaste tú! ¡DEVUÉLVEME A MI YE JUN! ¡TE DIJE QUE ERA MÍO! 

-Saca a esta loca de aquí, por favor -lleve mis manos a la cabeza, no podía con tanto. Solo ver como trataba de zafarse del agarre de Ye Jun no me cabía dudas que era una "yegua salvaje".

-¿Qué le dijiste a Alicia? -tomó una actitud bastante fría con ella, carente de toda emoción y con una mirada severa. 

-¿Saben qué? Mejor los dejo, no seguiré perdiendo el tiempo.

     Di la vuelta y empecé a retirarme dando grandes zancadas con el fin de desaparecer de allí lo más rápido posible. Sentí unos pasos que me seguían y era obvio que Ye Jun persistía en su objetivo de hablar conmigo.