19. Pasado, parte 2

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Amaya se quedó inconsciente por varios días despertando dos días antes de que la batalla iniciara donde les contó a sus hermanos todo lo que había de suceder. Sus hermanos se dedicaron a seguir cuidándola en esos dos días antes de que la lucha iniciara.

Durante todo el tiempo que ella estuvo inconsciente Akiko se encargo de cuidarla y mantenerla hidratada. Tuvo visitas de sus hermanos siendo los que más tiempo pasaba a su lado eran Zeno y Abi. Este ultimo quedándose principalmente de noche para velar su sueños.

Al terminar la batalla había ganado, eso no se dejó ver en el castillo, donde la tensión estaba en todo el ambiente. Ni siquiera Zeno o Amaya conseguían animar a los habitantes del lugar. Y esta creció más aun cuando Hiryuu enfermo quedándose en cama constantemente.

Esa noche en particular, Seiryuu decidió pasarla junto a Amaya abrazándola con fuerza repartiendo caricias en su espalda con cariño. La chica no dejaba de temblar tanto por el frio como por lo que pasaría dentro de pocas horas, ya podía sentir como toda la oscuridad la consumía antes de que el suceso sucediera. Abi ya no sabía como consolarla por lo que solo la abrazaba más fuerte.

Abi: Amaya, ¿estas bien? Últimamente estas más sensible- comento el chico asiendo que la chica levantara la cabeza escuchándolo mejor de esa manera.

Amaya: ... se acercan momentos oscuros- confesó la chica recostando su cabeza en el pecho del chico escuchando su corazón latir fuertemente- y el futuro que se acerca... no me gusta nada- sentencio la chica restregando su rostro en su pecho sacando una suave risa del chico.

Abi: pero estaré junto a ti, ¿o no?- la de pelo violeta asintió rápidamente- entonces apóyate en mi y sigamos ese camino seguro- su sonrisa, si bien no fue vista por ella fue sentida en el beso que deposito en su frente- me gusta estar junto a ti Amaya, no quiero separarme de ti en lo que me queda de vida- sentencio seguro asiendo que la chica se sonrojara y sonriera.

Amaya: tampoco me quiero separar de ti, Abi- dejo un suave beso en el pecho, aun vestido, del chico asiéndolo reír- te amo mucho.

Después de eso los dos se quedaron dormidos abrazados uno junto al otro siendo despertados por unas bocinas, las cuales anunciaban la partida del rey a su sueño perpetuo. Los dos estaban en silencio, sus lagrimas recorrían sus rostros, ambos se dirigieron a la habitación del rey encontrándolo acostado allí y con una sabana blanca cubriendo su rostro.


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Han pasado veinte años desde ese suceso doloroso que les marco las vidas a todos ellos, cada uno volvió a su aldea o recorrieron el mundo, Guen se instalo en el pueblo que lo vio nacer, Shuten recorrió todo el país utilizando sus piernas del dragón, Zeno fue el único que se quedó en el castillo Hiryuu para seguir ayudando a la descendencia del fallecido rey y poder seguir adelante.

En cuanto a Amaya y Abi, los dos fueron a las tierras del chico para instalarse allí, donde fueron recibidos con los brazos abiertos, aunque con algo de rencor. Durante los años que pasaron su relación creció y, fruto de ese amor, era ese pequeño niño de diez años que estaba junto a ellos, viendo a su padre débil recostado en la cama mientras que su madre no dejaba de llorar sosteniendo la mano del hombre que cubría sus ojos con una tela.

Abi: ... Haruto... cuida a tu madre por mi- el chico asintió, aun no comprendía el porque su padre le pedía eso, siempre él adulto los cuidó muy bien a su madre y a él- Amaya... cuídate, váyanse a tu aldea, aquí serán infelices- la chica asintió levemente tratando de que sus lagrimas no fueran visibles.

Inservible (Abi y Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora