Inservible (Abi y Lectora)

30. Locura

Los soldados estaban sorprendidos por el chico recien llegado que detuvo la flecha y sosteniendo a una chica en su espalda. La tensión volvió en ambos lados de las tropas, uno de los amigos de la Bestia del Trueno para llevarse a la chica inconsciente y recostarla en una camilla cerca de donde estaba el recien llegado. Los aliados se extrañaron de ver a la misma chica que intentaron matar en Sei y no la princesa, quien nunca se separaba de Hak.

Hak: está en otro frente, consiguiendo ayuda de aliados- explico simplemente sin apartar la mirada de los enemigos.

El tiempo empezaba a pasar, Hak consiguió que los soldados de Xing no les atacaran e, incluso, los soldados de la tribu del aire les ayudaron dándole mantas y comidas para los soldados que estaban allí desde hace tiempo. Las cosas fueron mejorando, la lluvia se detuvo después de un rato, la comida estaba uniéndolos y todos conversaban entre sí (aunque los de Xing estaban resentidos).

Las cosas cambiaron cuando llegaron los soldados estrella de Xing (Mizari y Yotaka), quienes, al ver que habían soldados de Kouka entre sus hombres y, entre ellos, estaban las mismas personas que vió junto a la princesa de Kouka, junto a Voldo. Yotaka, uno de las cinco estrellas de Xing, al ver al par, les atacó, siendo detenido por Voldo, haciendo que la tensión volviera en ambos bandos.

Las cosas se salieron de control cuando los soldados de Xing empezaron a desvalorar a los soldados de Kouka junto a esos cuatro dragones que fueron fácilmente capturados por dos de las cinco estrellas. Mizari, quien alcanzó a ver sus poderes no podía aceptar el que no tomaran en serio a sus enemigos y sus poderes, por lo que atacó a esos habladores hiriéndose enseguida, llamando la atención de su compañero asiendo que el chico se alejara y llevándolo ante la princesa Kou Ren.

Hak: ... las cosas no están saliendo tan bien como habíamos planeado- se quejo en voz baja viendo como las dos estrellas se iban delante de ellos dejando a los heridos detrás sin atender. Trataban a esos hombres como un simple número.

Amaya: y esto seguirá empeorando- habló Amaya haciendo que el chico, Hak y Voldo se acercaran a donde estaba la chica, esta se sentó de manera lenta- un enfrentamiento se acerca, no se cuando, pero, no será muy agradable. Aunque no va a ser esperada la batalla que se desatara- suspiro llevando su cabeza a un punto dentro del reino de Xing, para después devolverla a la tierra de Kouka- Soo-Woon conseguirá la ayuda de los de la tribu del agua, en pocos días llegarán aquí.

Voldo: ... maldición- susurro entre dientes, las cosas no podían ir peor, o por lo menos, eso creía. Solo esperaba que Argila y la princesa Yona estuvieran mejor que ellos.

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Para los cuatro dragones las cosas no estaban mejor, Kija y Jae-Ha no terminaban de curarse, pero, por lo menos estaban en mejores condiciones que hace dos semanas atrás. El hambre estaba empezando a sentirse en sus cuerpos, Argila no había ido a llevarles comida desde la noche anterior, por lo que, lo poco que les quedaba, era dado a los dos heridos.

Fue cuando vieron a un soldado llevando a el chico que les traía la comida y encerrarlo en la celda frente a ellos, la mirada del que lo llevaba era fría y dura, como si Mizari hubiera hecho algo realmente malo. Los ojos del rubio estaban siendo recorridos por lágrimas mientras que su mirada estaba perdida sin enfocarse en un solo lugar. Parecía una persona completamente loca la que estaba frente al quinteto.

Mizari: ... ... solo quiero tener sus poderes... no es algo malo quererlo, ¿verdad?

Kija: ... aunque los quieras- tomó la palabra, parecía no estar tan sorprendido como los demás- no podemos hacer eso, nuestros poderes de dragón solo se puede poseer si eres de Kouka y uno de los elegidos por el dragón. Nosotros no elegimos a quien pasar los poderes- la mirada perdida del rubio se enfocó en el segundo rubio de la habitación, su mirada era de suplica.

Zeno: tampoco te puedo ayudar. Mi carne fue comida de los animales salvajes y mi sangre fue derramada sobre muchos soldados, al igual que la bebieron, ninguno de ellos obtuvo la inmortalidad. Yo, en lo personal, no le deseo este horrible poder a nadie.

El silencio invadió en el lugar, Mizari se quedó pensando en las palabras de Zeno mientras que Jae-Ha no pudo evitar el pensar que pasaría si el que pasaría si sus piernas fueran robadas y el no poder ir a la ayuda de Yona. Un escalofrío invadió su cuerpo, era mejor no pensar en esas cosas por ahora.

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Amaya ya estaba de pie cerca de donde estaba Hak y Voldo, su recuperación fue instantánea sumándose a los sucesos que estaban aconteciendo junto a ellos y cómo los soldados de Xing seguían atentos a lo que pudieran hacer los de la tribu del viento. La chica de larga melena llevaba su cabeza a donde estaba el reino de Kouka cada tanto, sabía lo que estaba sucediendo tanto con la princesa como con sus hermanos dragones.

Amaya: ... la señorita se encontró con una persona que no esperaba ver tan pronto- habló suavemente llamando la atención de Hak quien supo interpretar sus palabras, su ceño se frunció y la seriedad estaba presente en sus ojos- Argila cuidara de la señorita, nada malo le acontecerá junto a él.

Hak: ...- no dijo nada el chico, pero, supo que nada malo sucedería, confiaba en el poder de la chica, hasta ahora no había fallado.

Una discusión entre los aliados hizo que Hak se distrajera por lo que no vio cuando la chica hizo una mueca en sus labios, solo Voldo alcanzó a verlo, pero no le diría nada a Hak, no creía que decirle malas noticias facilitaran las cosas; además, de que no entendía como la chica hablaba de cosas que ninguno de ellos sabía.

Amaya había visto varias posibilidades que podían suceder, por lo que estaba esperando que solo sucedieran las cosas buenas que había visto y no las posibles desgracias que van a acontecer si no llegaran a realizarse ciertas cosas.

Amaya: ... les ayudaré, no se bien como, pero lo aré- dijo en voz baja, nadie la escuchó, su promesa fue llevada por el viento.