Inservible (Abi y Lectora)

45. Shin-Ha

Desde el momento que la vi en esa carroza atada fue la misma sensación como la que tuvo cuando vio la primera vez a Yona, su corazón latió con gran velocidad mientras que la voz le decía sin cesar que esa persona era muy importante para ellos. Los hombres que custodiaban a la chica salieron corriendo ni bien vieron a todos reunidos impidiéndoles el paso, los dejaron rescatar a la chica después de que Hak y Kija golpearan a dos o tres de ellos dejando el paso libre a ellos para rescatar a la chica.

Yona y Yoon subieron a la carreta y desataron a la chica para después ayudarla a bajar del lugar. Fue cuando Shin-Ha se percato de la tira de tela que cubría los ojos que la chica portaba en su rostro, fue cuando cayó en cuenta que la chica que estaba delante de él. Era una chica con la vista reducida y con muchas cicatrices en su cuerpo, en las partes visibles por lo menos, eso le hizo pensar que tanto ha tenido que pasar la chica hasta que ellos llegaron.

???: Oh, se me olvidaba presentarme- se golpeo de manera chistosa la cabeza asiendo reír, un poco, a Zeno- soy Amaya, la dragón violeta, única mujer entre los dragones y la olvidada por las personas. Un gusto conocerles- volvió a hacer una reverencia.

Su voz, la sonrisa que no desaparecía de su rostro, todo lo que ella mostraba de su ser le hizo sonreír también, aunque otro sentimiento le invadió, ese mismo sentimiento que tuvo cuando Zeno se les presento la primera vez. Soledad.

Ya el saber que Amaya podía ver el futuro y el pasado congelo a todos los presentes, no era un poder que serbia al momento de pelear, pero ayudaba mucho para prevenir. Por lo menos ese era el pensamiento de todos, menos el de pelo azul y Yona, ellos solo pensaron en lo triste que debe ser el no ver el mundo directamente.

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El tiempo pasaba, la chica demostró ser muy buena en todo lo que hacia, ha demostrado que, pese a no ver es muy buena orientándose y, para lo que podía, se defendía bastante bien. Yona la había tomado como una hermana mayor, aunque se notaba que la chica era menor que ella, la madurez que mostraba en momentos Amaya era tal que todos la consideraban la mayor, junto a Zeno, en algunas ocasiones.

Después de varias eventos Amaya se le había acercado a Shin-Ha, su seguridad se mostraba ya que su cabeza estaba en alto y tenia una expresión seria en su rostro, cuando le confeso que quería aprender a manejarla espada, la sensación de sentirse importante para la chica fue suficientemente grande como para enseñarle, claro que después de explicarle cual era el motivo por el que quería entrenarse.

Amaya: antes de que digas algo. Se que no soy buena, pero, estoy casi segura que con el tiempo conseguiré mejorar- le comento cuando la descubrí entrenando la primera vez.

Shin-ah: ... te ayudaré- le asegure, fue cando fui consiente se su sonrisa radiante y sincera.

De ese momento pasaron meses de entrenamiento, Amaya era bastante buena, tanto que hasta Hak la había elogiado por su rápido aprendizaje, a su vez, Yona había empezado a aprender a manejar la espada aunque, la constante movilización nos hacia dificultoso escoger los mejores momentos como ara hacerlo, por lo que las noches se volvieron nuestros aliados.

Me preocupaban esas visiones que tenia. Si bien son útiles, hacían que Amaya estuviera inconsciente mucho tiempo, igualmente ayudaba mucho cuando tenemos que evacuar a los habitantes que estaban en el medio de camino entre los soldados. También nos confeso algo que nos extraño mucho cuando nos conto sobre sus poderes.

Amaya: ... no puedo ver mi propio futuro- las exclamaciones de parte de Yoon y yona demostraba lo sorprendidos que estábamos todos- digamos que al Muryuu no quiere que sus portadores sepan lo que le ase a ellos mismos, por lo que yo ando a tientas justamente porque tengo que estar mas al pendiente.

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Las aventuras, junto con los años, siguieron avanzando. Cada vez juntándonos más y más, los enfrentamientos nos hacían más fuertes días a día. Y los sacrificios para que a Yona no le pasara nada venia de la mano de todos nosotros, ninguno quera que Yona fuera lastimada, aunque, la segunda prioridad era Amaya, ninguno de nosotros quería que ella saliera lastimada en ninguna batalla o enfrentamiento.

Una aliada muy valiosa para todos, en especial a las dos chicas del grupo, fue la señorita Lili, junto a Tetora y Ayura. Las tres primeras han construido una solida relación entre ellas llamándose hermanas entre ellas y ayudando la una a la otra cuando era necesario, como cuando Amaya se sacrifico para que Lili fuera rescatada cuando fueron capturadas por el jefe de Kai, y ella les dio suministros suficientes para alimentarles por mucho tiempo y la señorita Yona siempre estuvo cuando a Lili Amaya les pasaba algo, asiendo que el circulo de ayudas entre ellas siempre estuviera en movimiento.

Poco después de conocer a Lili y empezar con la aventura a tierras de Kai fue descubierto el secreto más guardado entre Zeno y Amaya. Los dos son inmortales y, además de eso, son los dragones originales, y junto a esa información iba la arte que mas los altero, ambos estuvieron casados/juntados y Amalla tuvo un hijo con su anterior novio.

Sin querer la curiosidad invadió al chico, aun mas al ver que ninguno de ellos hablaba de ese hombre. Una leve sensación de celos también me invadió, desechándola enseguida y avergonzándome en s lugar, es ridículo sentirse celoso de una relación ya terminada y estando el hombre ya muerto, por mas feo que se escuchara. Y de repente un pensamiento cuzo por mi cabeza, ¿Por qué me siento así si, supuestamente, no siento nada por Amaya?

Fue cando me di cuenta, sentimientos hacia la portadora del Muryuu estaban creciendo dentro mío.

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Las aventaras siguieron avanzando llegando a lo que ha pasado hace poco, el entregarse solo para que a Yona no le sucediera nada fue el máximo de lo que ha hecho en todos estos años que estuvimos juntos. La soledad y la desesperación me alteraron, quería ver con mis propios ojos que ella estuviera bien, a salvo, sin ninguna herida.

Aunque eso no sucedió, cuando la vimos entre las filas enemigas, además de parecer imparable y muy fuerte, se notaba que estaba lastimada. Eso nos altero a todos, se supone que ella era inmortal, por lo que ver heridas sangrantes en sus pies nos estrujo el corazón a todos nosotros.

Pero, todo se relajo, dentro mío, cuando conseguí llegar a ella y tomarla entre mis brazos, sus largos cabellos violetas, ahora eran tan cortos como los de la señorita Yona y su rostro libre de la venda en sus ojos lo hacia lucir mas joven, pese a las heridas y las manchas de suciedad y sangre. Amaya volteo s cabeza para que se apoyara en mi pecho, con voz baja, casi en susurro me dijo las mejores palabras que pude haber escuchad antes en mi vida.

Amaya: ... ... Shin-Ha... ... te amo- enseguida quedo inconsciente, la sorpresa y la felicidad, quería que desertara solo ara que confirmara lo que acababa de escuchar, pero, no lo iba a hacer por un buen tiempo, el humo que la había rodeado y el agotamiento hizo que quedara en un mundo oscuro del cual solo ella podría salir.

Poco después la alianza que la señorita Yona hizo con el actual rey Soo-Woon, nuestros caminos se separaron, Hak se quedo fuera del castillo junto a Yoon, quien lo cuidaría ara que no se metiera en líos, Yona y nosotros también nos vimos separados por alguna razón que solo entendían el rey y su consejero, ni siquiera Amaya entendía el porque separarlos siendo que, en una alianza, se busca el bien común. Ninguno de ellos sentía que eso pasaba separando el grupo que llevan años trabajando juntos y, encima, menospreciando las capacidades de Amaya solo porque es la única chica con sangre de dragón entre nosotros. Igualmente ella les hizo dar cuenta de su error.

Amaya: ... no hay que menospreciar a las rosas por su belleza, después de todo, todas las rosas tienen espinas- eso hizo que el consejero se guardara sus palabras y hacernos sonreír a nosotros, no por ser la única chica entre nosotros debe ser débil, después de todo, ella también tuvo que pelear para seguir viviendo, como cada uno de nosotros.