40. Rumor de guerra

34 3 0
                                    



Kye-Sook: hay que esperar, tenemos que estar seguros de cuántos son los hombres. Mis hombres están a punto de llegar para orientarnos mejor de cuantos son ellos al igual que quienes nos van a ayudar.

Los chicos estaban mortalmente serios y en silencio, se notaba que Hak y Yona no querían estar en ese lugar, pero, por el bien de Amaya y de su país se tienen que aliar con Soo-Woon y sus hombres para poder triunfar. Las palabras que les había dicho la chica se estaban repitiendo en sus cabezas, el cómo tendrían que aliarse a un enemigo para triunfar, no era algo que ellos hubieran elegido. Menos así, sin la chica que les estuvo acompañando esos años desde que la rescataron.

Soldado: señor, ya sabemos cuanto son- entro uno de los soldados de la tribu del cielo- se aproximan unos diez mil soldados, y datos informan que puede ir en aumento- sentencio el hombre- y los soldados del jefe de la tribu de la tierra están en camino, llegaran mañana a mas tardar- al terminar de hablar se fue, dejando a los presentes a solas nuevamente.

Hak: ... princesa Yona- llamó la atención de la chica ni bien los demás empezaron a hablar de su estrategia- no tendríamos que dejar que ellos peleen, los de Sen van a querer eso para apresarlos, dejémoslos en la retaguardia.

Yona: estaba pensando eso mismo- sentenció la chica, su expresión seria se fue asentando mientras iba hablando el chico- como mucho, si es muy necesario, ellos pueden avanzar al frente si nuestras fuerzas se ven afectadas.

Con ese plan resuelto, las posiciones entregadas y dispersadas todos estaban a la espera de la señal de alguno de los lados. Los dragones que estaban a lado de Yona estaban muy pendientes de alguna señal de su hermana, la cual no se sentía nada, igualmente sentían que a ella le estaba doliendo algo, lo sentían a través del vinculo, que si bien ella lo bloqueo, no así lo que ella siente, aun mas cuando son sentimientos muy fuertes, como el dolor.

Jae-Ha: ... Zeno, ¿es normal que se pueda desconectar por tanto tiempo?- la preocupación era demasiado notoria en su voz, si bien era conocido como el dragón mas despreocupado, eso no significa que descuidaba a su hermana, menos en una situación así.

Zeno: si, es mas, solo sentí su presencia una vez en todos los años que estuvo prisionera en esa cueva, y eso fue hace años. Ya me estaba olvidando como se sentía el no saber dónde estaba- su voz sonaba nostálgica.

Kija: ella va a estar bien, es nuestra hermana después de todo, es muy fuerte- comentó para alentar a Shin-Ha, quien estaba mucho mas silencioso de lo que ya era. Realmente no se estaba tomando muy bien lo del secuestro de Amaya.

El sentimiento del dragón de Shin-Ha, el Seiryuu, era de pura tristeza y enojo hacia los de la provincia de Sen, quería volver a ver a la chica, su sonrisa y rostro seria vendado con esa tela que cubría esos posos rojos opacos, los sentimientos de su dragón competían con los suyos propios. No sabia que es lo que sentía por la chica, pero lo que si sabia, es que la quería a lado suyo, junto con los chicos, para seguir con las aventuras que se embarcaron día tras día.

Yona: chicos, nos dirigiremos a la frontera- comentó la chica una vez la reunión termino al ver que los chicos tenían una expresión perdida- ¿sienten algo de parte de Amaya-san?- susurró la pregunta para que los que los rodearan no supieran nada de lo que hablaran.

Shin-Ha: ... ... le duele el rostro, del lado derecho, sus dos pies y sus tobillos- fue la frase más larga que dijo desde la mañana que fue el secuestro, de eso hace ya mucho, el sol ya se estaba poniendo.

Hak: iremos a por ella, pero ustedes no irán al frente- sentenció el chico haciendo que los demás se quejaron porque querían ir a salvar ellos mismos a su hermana- ... no quiero perder a nadie mas- sin mas se acerco a los soldados que estaban llegando.

Zeno: ...- miro a donde estaba el consejero y el general de la tribu del cielo- como diría Amaya, nos van a usar como escudo- comento el de pelo rubio haciendo que los demás asintieron con pesar, era el precio por ser fuertes.


--- ---


Del lado de Sen las cosas estaban tranquilas, Amaya trataba de caminar lo más rápido que podía, pero, al tener las cadenas, no tenia de otra que caminar a paso lento quedando atrás de Kuelvo, quien caminaba a paso rápido hacia su destino. Al escuchar un quejido dio la vuelta encontrándose a una Amaya a punto de caer al tropezar con su propio pie, no consiguió caerse por poco.

Kuelvo: olvide por un momento de que estabas con cadenas en los pies, he tu- le hablo al soldado que los llevaba- cárgala, no quiero perder tiempo.

A la chica le importo poco esa orden, por lo que, basándose en sus fuerzas empezó a saltar hasta superar al hombre, pero este, pese a que le parecía gracioso lo terca que era la chica. Igualmente, gracias a la prisa que tenía dejó atrás ese momento gracioso y cargo el mismo a la chica a su hombro y la llevó a una cena que tenía planeada con sus aliados, donde conversaron sobre el plan de conquista para con los del reino de Kouka.

Hazara: ¿de que nos servirá esta chica? No tiene ningún poder importante- sentenció su aliado principal con recelo hacia la chica junto al monarca. La chica no pudo evitar pensar que es lo que pensaría al saber quien era en realidad.

Kuelvo: es más fuerte de lo que te imaginas, ella nos ayudará en esta pelea y, cuando tengamos en nuestro poder a la verdadera pelirroja... la are mi esposa, así los dragones también pasarán a ser míos.

Kuelvo: dejemos eso de lado, es hora de dormir, mañana empieza la batalla y hay que estar descansados- sin esperar respuesta de su aliado tomó a Amaya cargándola en su hombro llevándola a sus aposentos, donde la vigilaría hasta el día siguiente. Lo que no se dio cuenta es que Gobi los estaba mirando a una distancia razonable.

Inservible (Abi y Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora