Inservible (Abi y Lectora)

56. Comienzo de la pelea

Una vez que la corriente de agua pasara, todos se pusieron a una a buscar a cualquier persona que quedara viva o muerta entre los escombros producidos por la inundación. Aunque, el tiempo no perdona, ya habían pasado cinco días desde que sucedió lo de la inundación por lo que el general de la tribu del cielo decidió enviar a los dos dragones presentes y a Yoon de nuevo al castillo.

Los tres marchaban al castillo con un sabor amargo en sus bocas, no pudieron hacer nada por su amigo que, pese a las palabras que ha dicho Amaya anteriormente, no estaban tan seguros de que estuviera bien o con vida. El silencio era demasiado tenso y Yoon no pudo evitar derramar alguna que otra lagrima por el guerrero desaparecido.

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En el castillo las cosas tampoco iban muy bien, la guerra no había iniciado y ya había desconformidad por parte del pueblo. No así los mismos soldados, quienes, querían ver el poder de los dragones siendo desplegados en una batalla de verdad y no en una simple muestra. Si a eso se agrega la desaparición de Hak, Yona y los dragones no estaban del mejor humos del mundo, el ambiente es tenso pudiéndose cortar con un cuchillo, Amaya, junto a la princesa sonrió suavemente.

Jae-Ha: no llegue a tiempo cuando inicio la inundación, solo pudimos encontrar su lanza- enseño el arma que siempre portaba el chico, eso entristeció a la chica de colorados cabellos.

Kija: ¡princesa! Podemos ir a buscarlo de inmediato, no se preocupe, podemos hallarlo- Yona negó con suavidad con su cabeza- vayan a descansar, estamos hablando de Hak, nada malo le pasara- les sonrió haciendo que la tensión desapareciera parcialmente.

Amaya: además, señorita Yona, Hak está bien, algo magullado, pero con vida- alentó la inmortal asiendo que sus hermanos, Yona y Yoon se relajaran por la chica que podía ver el futuro.

Yona: ... eso me tranquiliza mucho- les sonrió mientras despedía a todos los presentes para que se vallan a descansar.

Yona, por su parte, fue a la habitación de reuniones donde estaba Soo-Woon para aprender mas cosas de Kai, mas precisamente de su geografía. Las lagrimas no dejaban de correr por sus mejillas al igual que el temblor que poseía a su cuerpo cuando trataba de detener las lagrimas. Había conseguido detenerlas cuando se encontró delante de los soldados enviados de la tribu del viento, pero ahora, las lagrimas simplemente fluyeron pese a que la chica no quería demostrar lo triste y enojada que estaba.

Soo-Woon tampoco se espero ver a su prima así de rota, esas lagrimas le recordaron todo lo que habían vivido en esos años, sus decisiones (acertadas o no). Esas lágrimas le recordaron que Yona seguía siendo demasiado joven y todo lo que tuvo que pasar en tan poco tiempo por su culta. Pero, de igual manera, no se arrepentía de nada de lo que ha hecho hasta ahora.

Después de que Yona se hubiera desahogado en su llanto desesperado fue cuando llegaron los dragones siendo guiados por Kija mientras, se llevaron a Yona quien tenia los ojos enrojecidos y una mirada que trataba de esconder lo triste que estaba. Los únicos que notaron que no iba algo bien fueron Jae-Ha y Amaya, el primero pensó que simplemente se había desahogado delante del joven rey, pero, Amaya sabia lo triste y desesperada que estaba Yona. Por lo que le sonrió a Soo-Woon saliendo de la mano de Jae-Ha.

Amaya: la batalla iniciara dentro de poco, las cosas solo irán de mal a peor, disfrutemos mientras podamos, nada malo pasara, de eso me encargo yo- sentencio la chica esa misma noche cuando todos se fueron a dormir y solo la luna y Ao eran testigos de las palabras dichas por la inmortal.

Las cartas fueron echadas, solo queda jugar todas ella en su debido orden.

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A la mañana siguiente todos marchaban al campo de batalla en la frontera que dividía Kouka con Kai, los soldados estaban emocionados, después de todo los cinco dragones les estaban guiando junto a la princesa Yona, creían que nada los detendría.

Cuando estaban llegando al campo de batalla no solo se encontraron a muchos soldados de Kai presentes, si no que estos mismos poseían catapultas que disparaban grandes bloques de piedra hacia los soldados de Kouka asiendo que estos huyeran de delante de todos ellos. Jae-Ha y Kija se pusieron en marcha para detener dichas piedras lanzadas sin ton ni son hacia los soldados aliados.

Enseguida pudieron entender los soldados de Kai estaban delante de dos de los dragones de la leyenda, aunque ellos creían que solo eran cuatro, por lo que empezaron a temer, por la llegada de las demás fuerzas de Kouka hacia su terreno.

Amaya: señorita Yona- llamo la atención de la colorada y de sus hermanos dragones, aunque, Soo-Woon también estaba escuchándola- Hak estará con nosotros en poco tiempo, pero eso no es lo importante- hizo una pequeña pausa mientras que instaba a Zeno y a Shin-Ha a que se subieran a un caballo- las catapultas no serán usadas únicamente con piedras.

Yona: ... ¿Qué quieres decir con eso Amaya?- su preocupación era demasiado palpable, Soo-Woon a su lado estaba con una mirada seria, trataba de entender el significado detrás de esas palabras.

Poco tiempo después entendieron las palabras de la inmortal, los enemigos de Kai estaban utilizando a los rehenes de Kouka como proyectiles para que los dos dragones estuvieran perdiendo el tiempo en salvarles y no en contraatacarles. Shin-Ha y Zeno avanzaron hasta ese frente para ayudar a sus hermanos dragones mientras que Amaya se dirigía a la otra formación para ayudar a los soldados de la tribu del viento, ya que ellos estaban del otro lado sin ningún tipo de ayuda. Aunque, esa zona se mantenía bastante tranquila, pese a que la batalla ya había iniciado.

Amaya: señorita Yona- la mencionada volteo a verla, esta le sonrió cálidamente- no tema en sus decisiones, puede que parezca apresurado, pero, si siente que hay que hacer algo sigue tu instinto. Eres la reencarnación de Hiryuu-sama, las estrategias de las batallas y la sabiduría corren por tus venas- sin más se despidió yendo al otro frente de batalla donde la aceptaron gustosos.