LA SALA BLANCA, OTRA VEZ

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–Ahora no tendrán problemas para conseguir la última misión, ¿verdad líder?

El noble anciano caminó lentamente frente al amplio ventanal.

–Yo espero que, si es que algún problema surge, sepan como resolverlo.

El niño con el peluche en forma de gato arqueó una ceja:

–Todos los espantos que aparecían en la web han desaparecido o se encuentran próximos a reencarnar, ya no hay ninguno: no existe ningún peligro ahora.

Una mujer de piel transparente y cabellos que parecían hechos de hielo intervino en ése momento.

–Mi querido niño: en el universo hay seres peores que un demonio o un fantasma.

–¿A qué te refieres?

El Líder, sin voltear a mirarlo, dijo:

–Me parece que al final el monstruo más temible de la creación somos nosotros mismos.

Un ensueño de felicidad - Antes de las nueve IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora