Mi propio infierno |Henry Cavill| +18

33.

-¿Señor Cavill? ¿Cómo se siente?-. Escuche la voz de un hombre. 

Abrí solo un ojos, ya que él otro tenia un parche en mi ojo derecho ¡Joder que mierda de dolor tenia en mi ojo! mi ojo de acoplo a la luz de la habitación de color blanco en el que estaba, luego de Gissell se fuera mi dolor de cabeza comenzó a ser completamente intenso provocandome nauseas y rápidamente llame a mi medico diciendo que no me sentía del todo bien y fue entonces que me dijo que fuera de inmediato al hospital y al llegar ahí, todo se salió de control, me reviso mis ojos y algo no estaba bien del todo con uno y entre a cirugía, por ello estaba recostado en la cama de hospital con un maldito parche como si fuera un maldito pirata. 

Pase una mano por mi cabello completamente desesperado de estar recostado, tenia un leve dolor en mi cabeza nada que fuera peligroso. 

-¿Como fue todo Doctor?-. Pregunte débilmente. 

Mire al medico que tenia una cara que no me daba una buena espina, se que eran malas noticias. 

-Señor Cavill no me andaré con rodeos y es mejor que se lo diga-. Soltó un suspiro cruzándose de brazos-. Su glaucoma se volvió cerrado, que quiere decir esto, el glaucoma de ángulo cerrado ocurre cuando el líquido se bloquea súbitamente y no puede salir del ojo. Esto provoca una elevación rápida e intensa en la presión dentro del ojo y por ello tuvimos que operar, pero si no se cuida podrá perder el ojo y usara lentes por ahora, para no forzar sus ojos-. 

Aquellas palabras me había asustado, eso no lo iba a negar por completo, tenia miedo de perder un ojo ¿Qué haría sin un ojos? ¡Maldita sea!, luego de que mi medico me diera unas cuentas indicaciones sobre el tratamiento que ahora tenia que seguir al pie de la letra sin saltarme ningún paso, me dejo completamente solo, claro que estaría solo unos días en el hospital para asegurarse de que no tuviera una recaída y ningún tipo de dolor, no me agradaba la idea de estar en el hospital ya que tenia muchas cosas que hacer en el trabajo, pero si esto era por mi maldito bien, pues tendría que ser así, quedarme aquí. 

A los tres días de estar en el hospital mi secretaria me hizo el favor de traerme mi computadora y algunos de mis papeles del trabajo, durante esos tres días Will trato de hacerme una visita y digo que trato porque no deje que se acercara a mi por nada en el mundo, no quería verlo o al menos distinguirlo no estaba de humor como para tolerar estupideces como tratar con él, mi madre, quien a pesar de sentirse decepcionada de mi por haber engañado a Liz vino a verme para saber como estaba, claro que ella se sentía tan incomoda conmigo pues parecía que trataba con un maldito extraño, pero no sé porque se ponía de ese modo conmigo ¡Engañe a mi esposa, si! la engañe y la traicione, pero no mate a alguien como para que ella me tratara de esa forma, creo que la actitud que mi madre me mostraba me dolía más que otra cosa en esta vida. 

Yo miraba algunos papeles mientras seguía medio sentado y recostado en la cama de hospital cuando alguien comenzó a tocar la puerta de mi habitación. 

-Pase-. 

Al los pocos segundos entro mi hermano con un ramo de flores ¡Pero que mierda!

-¿Como esta el enfermito?-. Hablo con un tono de voz como si estuviera hablando con un niño pequeño. 

Tomo mi almohada y se la avente. 

-Eres un idiota-. Le dije. 

Mi hermano comenzó a reír y entro por completo a la habitación dejando las flores en la mesa que estaba a un lado de la puerta, camino hasta la silla que estaba a un lado de mi cama y miro todos los papeles que tenia en las piernas. 

-¿Que haces aquí Jonathan?-. Me cruce de brazos mirando a mi hermano. 

Mi hermano se encogió de hombros y se recargo en la silla, por un momento me dedique a verlo solamente, se que muchas veces a mi hermano le costaba preguntarme las cosas o de saber algo que le interesaba y puedo estar cien por ciento seguro que tenia la duda de como pude haber engañado a Liz por mucho tiempo sin que ella se diera cuenta y que la familia se diera cuenta. Mi hermano me miro y ahí estaba esa cara que quería decir que tenia la duda en su cara.