Mi propio infierno |Henry Cavill| +18

28.

Navidad.

De forma rápida y sencilla llego la noche esperada de muchas familias donde todas se reunían para pasar un fantástica noche llena de amor y de paz, pero como dije antes, este año no seria del todo buena para mi, pues mi alma no tenia paz del todo, me sentía del carajo. Las palabras que me había dicho Fiona tenían mucho sentido pues ella no estaba del todo equivocada, realmente no tenia que elegir entre una y otra sino que realmente las cosas se trataba más bien de mi ego, mi ego estaba hasta las nubes pues tenia a dos mujeres preciosas que me amaban y que una me daría un hijo, eso me daba miedo hasta los huesos realmente y no que pasaría cuando Amber tuviera al bebé ¿Me lo presentaría? ¿Me dejaría conocerlo? ¿Qué le diría a Liz?. Tenia un poco de pánico pues cuando le dijera la verdad a Liz sobre que tenia una amante y que estaba esperando un bebé se volvería loca de eso estaba cien por ciento seguro de que eso iba a pasar, ella se volvería loca, y el que me preocupaba un poco más era Paul quien era el que estuvo saliendo aunque sea un poco de tiempo con Amber, joder como me hacia falta esa chica que llenaba mi cabeza de pensamientos de ¿Como estará ella? ¿Se estaría cuidando? ¿Qué estaría haciendo? Pero tenia que atenerme a las consecuencias de lo que fuera a pasar con esta situación.

Mis padres habían llegado de Amsterdam para pasar la navidad con nosotros, me sentía feliz de poder ver a mis padre eso siempre iba a ser cierto y más mi padre quien siempre me ha apoyado en todo lo que echo y la en cierto punto me intrigaba la forma que reaccionaria cuando se enterase de que yo tenia una amante y que ademas era más joven que yo. Además de mis padres, estaba mi hermano junto con su familia y claro también mis querido suegros junto con la hermana de Liz, Victoria con su esposo que habían llegado de Argentina dos noches antes de las fiestas.

Solté la ultima calada de mi cigarro que tenia en la boca y mire detrás de mi donde estaba la puerta trasera que daba a la casa y vi como mi madre platicaba con mi esposa de forma alegre ya que podía ver sus risas y oír sus risas escandalosas, mis suegros también estaban junto con ella riendo y hablando de cualquier tema estúpido, odiaba a mis suegros, eran como unos zánganos que se te pegan y por más que quieres quitarlos de encima siempre están ahí para tomar todo de ti, no era mentira que mis se habían aprovechado de mi o más bien de mi dinero para poder salir de la miseria en la que vivían y por ello ahora tienen lo que tienen ahora, mi suegro vivía de una de pinturas para pintar casa y herramientas, pero su tiendas era una verdadero lujo que yo había pagado o más bien que Liz pago, pues lo vi en su cuenta de la tarjeta de crédito y bueno mi suegra vivía de su esposo y de su hija. Podía alcanzar a ver a mi padre que estaba en el bar de la sala sirviéndose un trago y podía ver que mi suegro estaba a un lado de él hablándole de seguro de alguna de sus mierdas, cuando mi padre sintió mi mirada simplemente le dijo algo a mi suegro que simplemente se disculpo para así luego caminar hacia donde estaba la salida de la casa, mi padre se coloco a un lado de mi y me dio una leve palmada en sobre mi hombro.

-¿Que tal estas hijo?-. Pregunta él.

Sonreí un poco tristeza y me encogí de hombros ante su pregunta.

-He estado mejor en otros momentos-. Solté un pequeña risita, le di una calada a mi cigarro y mire al jardín de mi casa.

Mi padre se quedo callado por unos segundo mirando al igual que yo al jardín que estaba perfectamente adornado con muchas luces de navidad, me gustaba ver la casa así llena de luces y tan lleno de vida...vida...vida maldita sea como puede ser posible que mi jardín tenga más vida que yo, vivo en una jodida mentira desde hace tiempo ¿No se a quien quiero engañar? tal vez solamente me estaba engañando a mi mismo la verdad, o sea si, amo a mi mujer y todo a pesar de las mierdas que me hace cada vez que se encuentra de buenas, tiene muchas cosas que me enamoran y que me hacen desearla como un loco a medias pero estoy a punto de explotar ante una jodida situación, ahora tenia una amante que me daba cosas que mi esposa no me daba me hacia sentir ella de una forma libre y podía ser yo mismo, se que lo jodí todo cuando le dije que prefería a mi esposa a ella y que solo estaría en los momentos necesarios cuando lo necesitara.

Pase una mano por mi cabello y el cigarro que tenia en la mano comenzó este a temblar por la ansiedad que me estaba generando toda esta mierda que yo mismo me propuse crear.

-¿Henry, que pasa?-. Volvió a preguntar mi padre, me conocía perfectamente y el sabía que cada vez que me tocaba el cabello era una mala señal de que algo me ocurría o que estaba ansioso por algo.

Me moví un poco de mi lugar, tenia que tener movimiento porque sentía que algo mala iba a pasar.

-Papá...yo...yo-. El aire dejo de circularme un poco.

Todo se comenzaba a mover, mierda tenia que tranquilizarme sino todo se iría directo al carajo y no se si estaba listo para decir las cosas, sentía como mi padre se colocaba a un lado de mi y me jalaba a uno de los sillones de jardín que estaban en el pórtico, me senté en sillón y trate de tomar un poco de aire de forma lenta para evitar un colapso, desde que era niño cuando no podía con tanto estrés entraba en un tipo de colapso nervioso y eso odiaba a todo lo que daba mi vida.

-Hijo por favor tranqulizaté, voy por una bolsa de papel para que tomes un poco de aire, eso siempre te ayuda...-. Mi padre iba a dar media vuelta para poder ir a la casa pero yo lo tome de su muñeca para que no se fuera, su mirada era un poema y estaba cien por ciento seguro de que él sabia que algo me estaba ocurriendo, mi padre se sentó a un lado de mi y me miro preocupado-. Henry ¿Que pasa?-.

Con dificultad me tranquilice y pensando en como le iba a decir lo que ocurría.

-Papá yo...-. Suspire-. Yo estoy en una jodida, pero muy jodida situación-.

Sus cejas llenas de canas se elevaron por completo.

-Tengo una amante-. Sus ojos se abrieron como platos, pero no decía nada-. Y no solo eso también esta embarazada-.