13.

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-Oh...oh Dios...mierda-. Gemí ante la sensación que sentía, joder como carajos ella aprendió hacer eso con la lengua-. Mierda, Liz...joder-.

Mis ojos estaban cerrados disfrutando el momento que estaba pasando con mi esposa, joder nunca me había puesto de esa forma tan caliente y tan no se tan deseoso de que me diera placer, ella estaba aquí hincada chupandome la polla como una maldiga diosa ella normalmente no era buena con este tipo de cosas. Tomé su cabello en una cola desalineada de cabello para comenzar a fallarle la boca, mierda sentía que estaba a punto de correrme.

-¡Ah!-. Solté un jadeo y mi respiración estaba algo agitada.

Liz se alejo de mi entrepierna, ella limpiaba su boca de una forma muy sensual para mi gusto. Me recosté en la cama mirando hacia el techo sentí como la cama se hundía a mi lado y al ver estaba mi mujer recostada en mi pecho desnudó jugando con mi vello.
Luego de la plática con mi padre simplemente decidí encerrarme en la habitación para hablar con Amber quien estaba en Pittsburg con su familia ya que próximamente comenzaría con sus prácticas en la veterinaria y estaba muy feliz de que mi chica estuviera relajándose antes de comenzar con el trabajo duro de su profesión, pero ella estaba feliz y yo igual, cuando termine de hablar con ella tomé una ducha larga en la tina, así que lo que hice fue tomar mis audífonos y oír un poco de música eso siempre me gustaba cuando tenía un poco de tiempo tener algo para mi, gozar de mi momento. Al salir de la ducha vi a Liz sentada mirándome de arriba abajo y yo solo me quede ahí pasmado hasta que se acercó y simplemente me tomó de la mano y llevo a la cama, su juego de seducción comenzó y eso no me lo esperaba de ella.
Con sus manos comenzó a tocar mis hombros dándome como una especie de masaje, realmente estaba disfrutando de ello pues mi ojos se habían cerrado, su boca fue a la mía para besarla de forma lenta y sensual aquel beso comenzó a intensificarse haciendo que nuestras lenguas se rozaran y la tomara de sus caderas para ponerla entra mis piernas y comenzar a tocarla por las piernas hasta llegar a su culo, dios creo que eso fue lo que mas que me encanto de ella desde el momento que la vi y no quiero esto se mal interprete amo el físico de mi esposa, si claro que sí, que fue lo primero que le vi cuando la conocí, si obviamente, pero no soy un maldito misojino o machista o no lo sé como se pueda tomar, pero también me fijo en lo intelectual que puede ser y la inteligencia y los sentimientos. 

Pero bien el punto es que mi mujer me sorprendió poniéndose de rodillas ante mi para chuparme la polla, eso realmente no lo esperaba y yo creía que quería más pero no fue así. 

-Te amo Henry-. Dijo ella besando mi hombro. 

La mire y le sonreí, bese su frente y la apegue más a mi. 

-Y yo a ti cariño-. 

Luego de un rato haber estado acostados estuvimos hablando de algunas cosas a parte ello salieron otros temas pero sobre nosotros, la verdad no tenia del todo el animo del mundo para hablar sobre nosotros porque no me sentía del todo bien porque sabía el mismo tema de los bebés, tal vez podía dar a mi brazo a torcer. 

A que voy con eso, que podía yo darme la oportunidad de tener un  bebé, si eso hacia feliz a mi mujer, podía yo dar el mejor esfuerzo. Liz estaba sentada como indio sobre la cama, movía sus manos sobre las costuras de la colcha de la cama se veía nerviosa y muy ansiosa, entonces yo tome sus manos haciendo que ella alzara la mirada. 

-Lo haremos-. Ella elevo una de sus finas cejas-. Tendremos un bebé-. 

Sus ojos se abrieron como platos, sus manos cubrieron por un segundo su boca para así después aventarse sobre mis labios para pegar los suyos, una risa salió de mi de lo más profundo de mi ser y la abrace por su cintura. 

-Te amo ¡Henry!-. 

-También te amo-. 

No sé en que hoyo me estaba metiendo para hacer esto, tenia miedo de lo que pudiera venir y de lo que iba a pasar cuando Amber se enterara que le daría un bebé a mi esposa, tal vez las cosas con ella tendrían que terminar y yo no quería eso, no quería alejarme de Amber no podría vivir sin ella. 


Mi propio  infierno |Henry Cavill| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora