Capitulo 6

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Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es.
—Frédéric Chopin

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Estoy aburrida, estoy tan aburrida.

Ya hice todo lo que podia hacer y apenas son las dos.

Camino por toda la sala, pensando en cosas que podría hacer comer, dormir, leer, volver a comer.

Un disturbio en la calle me saca de mis pensamientos. Salgo apresurada y abro los ojos de par en par ante lo que tengo en frente.

Hay dos chicos, en la cochera de la casa de en frente, están peleando. Lo que me sorprende es que pude reconocer a uno de ellos.

¿Daniel?

No puede ser.

Pero sin duda es él.

Daniel era el mejor amigo de mi mejor amiga. Nunca entablamos conversación por que mi mejor amiga estaba muy enamorada de él y bueno... Daniel era muy atractivo. Ojos verdes, cabello rubio cenizo, piel perfectamente bronceada, probablemente con una ETS sin descubrir, ya saben lo normal.

Ahora Daniel está en el piso recibiendo puñetazos que esperemos no dañen su perfecto rostro.

Ví como lo golpeaban y me sentí obligada a hacer algo. No es como que fuera mi amigo, pero no podía dejar que terminara inconsciente o aun peor.

Siempre he odiado el sentimiento de impotencia el querer hacer algo respecto a una situación y no ser capaz de hacerlo. En este momento me siento así.

«No puedo quedarme aquí parada»

Me acerco a ellos y le grito al otro chico que se detenga, el chico me mira por un momento, me ignora y lo escucho decir que este no es mi problema.

¿Que pensabas que gritándole mágicamente se iba a detener?

Daniel no puede moverse, está escurriendo sangre, ni siquiera tiene fuerzas suficientes para levantarse.

Tengo un horrible impulso, que probablemente salga mal, me pongo a pensar en pros y contra y...

—Que lo sueltes, Idiota —Miro al chico y le doy puñetazo antes de que él pueda golpear de nuevo a Daniel.

No voy a mentir, se sintió jodidamente bien. Por un momento me sentí victoriosa, pero luego un intenso dolor en los nudillos de mi mano aparecieron e hice una mueca de desagrado.

El chico me miró furioso, esta claro que le habia dolido mas a él que a mi.

No podia dejar de pensar en lo bien que se había sentido golpearlo.

El chico deja a Daniel a un lado y me paralizo al verlo caminar lentamente en mi dirección.

Estoy muerta.

Contrario a lo que pensaba, toma la mano con la que lo golpee, la extiende sobre la suya y esboza una sonrisa —Tienes cojones —Chasquea la lengua.

Detallo su rostro, también está herido no como Daniel que yace en el suelo incapaz de levantarse, pero también tiene golpes.

   —Te dejo con el verdadero idiota, al final todas lo prefieren—Da la vuelta y camina por la calle hasta llegar a un auto —. El hielo ayudara con el dolor.

Escucho su consejo y lo veo partir, un quejido en el piso me devuelve a la realidad y corro hacia Daniel.

¿Esta muerto?

No. Aún respira.

Lo ayudo a levantarse y camino hacia la que parece ser su casa. De la que casualmente sale una chica desviando mi mirada.

Solo una firmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora