Capitulo 21

13 3 0
                                    

PELÍCULAS, CITAS Y HELADO NAPOLITANO.

   —Agh como me fastidia el amor —comenta Alisen que está acostada en un extremo de la cama—. Eso es nuevo.

Señala la pantalla plana instalada en el nuevo cuarto de Adrián.

   —Tú solo estás enojada con el mundo por que terminaste con marcos versión chica.

   —Adrián —reprendo.

   —Tú sabes que es verdad.

   —Bueno sí, pero...

   —Sin peros —me interrumpe—. Marcos chica.

Alisen tapa su cara con la almohada de Adrián y se escucha claramente como suspira. Estoy a punto de ir a consolarla pero Adrián me sostiene la muñeca para que no lo haga.

   —Dejando de lado el genio de Ali, sí es una cursilería eso de la cita.

   —Claro que no.

   —Claro que sí, si están buscando motivos para follar... —lo golpeo con una almohada— bueno para hacer el amor...

   —No es eso —admito—. Es lindo.

Ignoramos el «agh» de Alisen y seguimos charlando.

   —Es cursi, en exceso —rueda los ojos—. Y más aún suponiendo que no es nada serio.

No lo es.

O tal vez sí.

Tal vez serio no tenga que significar duradero.

Lo voy a clasificar como algo serio, pero efímero.

   —¿A qué hora te iras? —pregunta Alisen incorporándose a la conversación.

   —No lo sé —respondo.

   —¿No lo sabes? —cuestiona.

   —Sí Alisen, sí sabe solo estaba jugando al mundo al revés —dice Adrián utilizando su tono sarcástico— ¿verdad Anne?

Y Alisen nos mira feo. Yo no hice nada.

   —Es que no me dijo una hora —explico.

   —Tu cita apesta.

   —Ignórala está dolida —dice como si Alisen no estuviera a lado de nosotros.

   —Es que no entiendo como me pudo dejar...

   —Aquí vamos por 4ta vez —susurra Adrián para nosotros.

   —... ella sabe que es difícil salir del closet con los padres ¿por qué no pudo esperar?

   —A mi la verdad nunca me cayo bien —comenta Adrián en tono burlesco—. Lo digo en serio, era igual a marcos.

Y aquí vamos por 5ta vez, Alisen y Adrián comienzan a pelear hablando de genética y argumentando cosas sin sentido para ninguno; la cosa aquí es que gana el que mejor diga sus argumentos no el diga los más verídicos.

Hasta ahora nadie ha ganado.

Miro mi celular ansiosamente. Después de ir al cine Jackson y yo estuvimos aprovechando el tiempo de muchas maneras. Digamos que la cita no es un motivo para follar como le dice Adrián.

Sigo a la espera de su mensaje, pero no hay nada lo único que hay es un mensaje diciendo «Haces falta en mi cama» un emoticón de la luna y un «ya duérmete» de mi parte a las 2:36 am.

Por segunda ocasión dormimos separados; pero a diferencia de la vez anterior esta vez fue de acuerdo mutuo, o algo así.

   —¿Y tú sexy novio no te ha hablado? —pregunta Alisen.

Solo una firmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora