Capitulo 32

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LAS PALABRAS QUE NUNCA FUERON PRONUNCIADAS

¿Qué?

Me tomo un momento para pensar en las palabras de Jackson, palabras que salieron con tanta facilidad que tal vez fueron fruto de un impulso.

Tal vez es eso.

Un impulso.

—Jackson no quiero que hagas cosas o digas sin pensarlas —expreso—. Luego te vas a arrepentir.

—No Anne, mira yo...

—¡¡¡I kiss a girl i liked it!!! —los gritos de la chica lo interrumpen.

—Agh —Jackson se frustra y se levanta—. Ven.

En realidad si no fuera por la poco afinada que está la chica, no sedería tan rápido.

Me gusta esa canción.

Me guía hasta la salida trasera del karaoke y la música se deja de escuchar en cuanto cierra la puerta.

—No te preocupes si lo dijiste por impulso.

—No lo fue, te lo querido decir por días, pero siempre acabo sin hacerlo por una situación u otra.

Permanezco en silencio y arrastro mi espalda por la pared hasta el piso, Jackson me mira y se guarda sus comentarios, sé que odia que haga eso, pero aún no sé el porqué.

—Quería decirlo de una manera linda —dice sentándose a mi lado—. Siempre estás tan metida en el mundo del romance que creía que te gustaría, había preparado todo...

Suspira.

   —Pero no entiendo —reflexiono—, entonces el acuerdo...

Dejo mi incógnita al aire y él sacude la cabeza.

   —Sé que tienes que volver —vuelve a suspirar—. Solo creí que te gustaría volver a Londres una vez más.

Observo la calle en la que estamos y me doy cuenta de que el piso está verdaderamente sucio, pero en este momento debería de ser la menor de mis preocupaciones.

No sé si decepcionarme por el hecho de que Jackson no dijo que quería romper el acuerdo.

No espero algo como "rompamos el acuerdo y vivamos felices para siempre" pero sí algo que le de a nuestra relación algún tipo de futuro, de preferencia feliz.

   —Olvida eso —pide Jackson y bajo la mirada—. No te lo estoy pidiendo por eso, te lo estoy pidiendo por que si lo que sucede con nosotros terminará el 8 de septiembre quiero aprovechar todo el tiempo posible, sin embargo no puedo quedarme.

Tengo curiosidad de saber el porqué, pero me digo que en este momento es la menor de mis dudas, la mayor: qué le voy a decir.

—Oh y también —busca en su chaqueta y saca una pequeña caja aterciopelada—. Quería dártelo cuando te lo pidiera.

No es un anillo.

Tranquilícense.

Lo que hay en la caja es un collar con un dije de mariposas plateado, la mariposa es muy bonita tiene pequeñas piedras azules simulando sus alas y el tallado que hay en el metal es increíble, los pequeños detalles me hacen pesar que no lo compró en el puesto de la bruja.

—Jackson es...

—No te lo estoy dando para convencerte —aclara mientras lo saca de la caja y hace un ademán de ponérmelo—, es solo... quería que tuvieras algo para recordarme.

Solo una firmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora