Solo una firma

Capitulo 30

CELOS

Celos.

Sí celos.

Nunca me he considerado víctima real de ellos, quiero decir, claro que sentí un poco de indignación cuando las chicas se le acercaban de manera provocativa a Jackson en el bar de Dani y también tengo muy presentes las miradas poco discretas que media población femenina le lanza a Jackson.

Pero nunca...

Pero nunca...

Me sentí como ahora.

Ni si quiera sé definir lo que siento ni siquiera tengo una razón para sentirme así, en este caso no fueron los actos de la chica hacia Jackson fue la reacción de Jackson hacia la presencia de la chica.

He pensado un millón de teorías distintas.

Desde que son almas gemelas que por primera vez se encuentran e hicieron click hasta la de que la chica y Jackson se conocían.

Ninguna tiene mucho sentido, mas tampoco tiene sentido la tensión que hubo entre ellos, la mirada.

¡¡La mirada!!

Lo dije, yo lo he sentido, yo he estado ahí.

El momento en que todo a tu alrededor se dispersa y se vuelve borroso, el momento en el que solo existen tú y esa persona, ese momento que te revela cuando en realidad te gusta alguien.

Ellos tuvieron ese momento.

Y no solo me entristece mucho ser parte de la población a la que excluyeron, si no el hecho de que por fin afronto la idea de que aunque la chica fuera una completa extraña para él tiene muchísimas más probabilidades de tener un futuro con Jackson.

Ya incluso, aunque hiciera pedazos el acuerdo, no podría seguir con el desconocido. Él irá a europa y yo me quedaré.

Las relaciones a distancia nunca funcionan.

Creo que más que molesta me siento herida y quiero dejar de sentirme así.

Con esta última reflexión me vuelvo consiente de lo fuertes que se han vuelto mis pisadas al tocar el cemento, trato de recobrar la tranquilidad y el control sobre mi cuerpo cuando noto el agarre del desconocido en mi muñeca.

   —¿Estás molesta?

Que pregunta tan tonta.

O no, ni yo sabría contestarme a mi misma esa pregunta.

   —No.

Aún con mi respuesta dada noto que ya no estoy caminando.

Comienzo a observar a mi alrededor y me doy cuenta de que ya hemos llegado al hotel.

¿Alguna vez han estado tan absortos en sus pensamientos que ni siquiera se detienen a mirar su entorno?

Espero no ser la única.

Estamos a la orilla de la piscina.

Curioso.

Para ser exactos en la piscina que tiene un bar central. Ahora hay solo un grupo de 5 amigos bebiendo y riéndose de posibles chistes que son inaudibles desde esta distancia.

Suspiro tratando de olvidarme de todo.

No tiene caso seguir perdiendo tiempo pensando en problemas.

Si los ignoras se vuelven pequeños y luego desaparecen.

   —Anne —comienza Jackson—. Te conozco lo suficiente para saber que algo no anda bien.

   —Está todo perfecto —aseguro con un tono que indicaba que nada está perfecto.