DESEOS PERDIDOS
Dos palabras, ocho letras, normalmente las utilizo con frecuencia muy a menudo restándole importancia, entonces ¿por qué me costó tanto decirlas?
Yo lo quiero, es decir, se convirtió en el centro de mi universo en solo un mes. Se convirtió en esa persona con la planearía mi futuro a su lado incrédulamente.
¿Por qué no lo dije?
Soy una estúpida.
Soy la reina de estupidalandia.
Me exijo a mi misma despertar a Jackson, para decirle que yo también, pero llego a la conclusión de que eso sería más estúpido aún.
¿Qué clase de cita es esta?
Mi sueño me abandona por completo y solo doy vueltas por la tienda pensando en sus palabras.
De pronto me molesto con él por ponerme en esta posición.
Idiota.
Ahora estaría durmiendo apaciblemente soñando que lo asesinaba por traerme a acampar. En cambio estoy como una tonta ideando las mejores maneras de decirle que yo también lo quiero.
La que va ganando hasta ahora es plantar flores que formen la palabra, subir a un globo y verlo desde el cielo.
No es posible, por que tendría que esperar mucho para que las flores crezcan y soy pésima con las plantas, a veces hasta a mí se me olvida tomar agua; menos me voy a acordar de darle a las flores.
Ah eso y el claro hecho de que no tengo un globo gigante.
Sin notarlo la luz del sol se empieza a asomar por la tienda y salgo apresuradamente de ella.
Me siento en la manta observando el agua fluir, "en busca de paz interior" como diría Shifu. La paz no la encuentro por ningún lado, pero si logro ver a la orilla algo que hace que mi niña interna de brincos de emoción.
Me acerco al piso y tomo el diente de leon. Está completo y totalmente bonito.
Vuelvo a mi lugar en la manta y miro el diente de leon pensando en un deseo coherente.
Alguna vez los llegue a desperdiciar en cosas como la paz mundial o la cura del cancer.
—Hola —doy un salto en mi lugar casi haciendo que el diente de leon se desbarate—. ¿Qué haces?
Un Jackson curioso se sienta a mi lado y se ríe al ver el diente de leon en mis manos.
—Pide un deseo —se lo pongo en frente.
—No sería justo, tú lo conseguiste.
Eso es verdad.
Miro de nuevo el diente de león como si fuera la posesión más valiosa que pude haber conseguido.
Y de cierta manera lo es.
Pienso en las miles de cosas que desear y me doy cuenta de que si ahora me mirara en el espejo de oesed (referencia a Harry Potter) estaría tal y como estoy ahora.
—Deseo que esto dure para siempre —lo digo en voz alta por que se que de todos modos es imposible y quiero que Jackson sepa que es lo que deseo.
Soplo el diente de león y cuando estoy a punto de quedarme sin aire Jackson sopla conmigo haciendo que el último diente de leon se caía y salga volando con el viento.
Veo los dientes volando a nuestro alrededor dejándose llevar por el viento. Volteo a ver a Jackson esbozando una sonrisa y dejo el tallo del diente en el pasto que hay a lado de la manta.
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Solo una firma
RomanceQué se siente estar enamorado? Es una pregunta que Anne se hace continuamente, solo se puede cuestionar las tonterías que las personas hacen por amor y llegar a la conclusión de que quiere lo mismo. Anne vive con una idea del romanticismo perfecto y...