Capitulo 10

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COBERTURA

   —NO ME MIRES ANNE!!!

—NO ME GRITES!!!

El desconocido exhala furioso y gira mi rostro al frente. Es ridículo la carretera es recta y esta desértica. Además ni siquiera he pasado a la segunda velocidad, vamos como abuelitos.

Sacudo mi cabeza para que quite su mano de mi rostro.

—Eres pésimo maestro —sigo por la carretera sin ánimos de seguir.

—Y tú pésima estudiante, pasa a segunda —demanda.

Trato de cambiar de velocidad concentrada para que no se apague el auto. Lo último que me falta es darle razones a Jackson para que empiece a corregirme.

Logro pasar a segunda velocidad y me emociono —¿viste? —le pregunto a Jackson.

—MIRADA AL FRENTE.

Me asusta y no sé qué hago, pero el auto se apaga.

—Me rindo —digo furiosa y abro la puerta del auto —. TÚ Y TUS CLASES SE PUEDEN IR A LA MIERDA.

Me bajo molesta y azoto la puerta. Jackson no baja del auto.

El karma existe. Ya le tocara ser el estudiante.

Abro la puerta del lado de Jackson y lo jaloneo para que se baje.

—¿Te vas a rendir tan fácil?

—Es sencillo para ti decirlo, tú no tienes que soportarte —tiro con mas fuerza y no logro moverlo —. ¡Muevete!

—Me ofende muchísimo que digas eso —me ignora y se cruza de brazos.

—JACKSON.

—Yo pensé que terminaríamos siendo secuaces, llendo a carreras, huyendo de la ley...

—JACKSON.

Tiro de nuevo. Es inútil el chico tiene más fuerza que yo. Ni siquiera parecen afectarlo los jaloneos que le doy.

Suspiro y suelto un quejido de frustración mientras deslizo mi espalda por la puerta del vehículo hasta llegar al piso, me siento y maldigo para mis adentros.

Lo odio.

—No hagas eso —Jackson me mira —. Te ves ridícula en el piso.

—Gracias por el apoyo —contesto tajante.

Subo mi rostro y lo sigo con la mirada cuando baja del auto. Siento una pizca de satisfacción al verlo bajar, pero se desvanece cuando me carga y me lleva hasta el asiento del conductor.

—Deja de hacer un drama por esto —dice y cierra la puerta —. Vas a aprender y punto.

Ruedo los ojos y recargo mi frente en el volante, Jackson levanta mi mentón en su dirección y lo vuelve a voltear.

—Vista al frente Baloo.

«idiota» me repito para mis adentros.

Supongo que lo mejor que puedo hacer es sacarle ventaja a la situación; sólo tengo que ignorar a Jackson y su pésima labor como instructor, y tratar de aprender por mi cuenta.

Comienzo a conducir a lo largo de la calle en primera velocidad y después paso a segunda exitosamente.

Jackson viene en su asiento, silenciosamente, y aunque es mejor su silencio que sus gritos, me surgen ganas de escucharlo hablar.

Solo una firmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora