Solo una firma

Capitulo 12

VODKA

Mi mochila pesa tanto que incluso puedo jurar que llevo rocas ahí dentro, no recuerdo que estuviera tan pesada. Quizás mi cansancio se deba al hecho de que llevo caminando 20 minutos por que Alisen quería llevar a su novia a su casa.

Me pregunto cómo lo estará tomando Marcos, que divertido ha de haber sido ver su expresión al enterarse que su novia lo dejo por su hermana.

Miro mi casa y me parece la imagen más preciosa que pueda ver en este momento. Luce como una fuente de agua en medio del desierto.

Entro agotada y doy un salto al ver al desconocido sentado en la barra.—Hola.

Se acerca y me ayuda con la mochila.

—¿Como entraste?

—La puerta estaba abierta —coloca la mochila en la barra—. Eres un asco viviendo sola.

—Cómo si tu fueras tan bueno, ni siquiera puedes hornear un pastel de cajita —argumento y me río.

—Golpe bajo petite —me mira con una sonrisa e inmediatamente me sonrojo—. Tu mochila pesa mucho —continua después de ver mi incapacidad de habla— ¿qué es lo que cargas? ¿Debería preocuparme?

—No lo sé ¿deberías? —camino al refri y lo abro encontrándome con mi inexistente comida—. Ya has esculcado mis cosas ¿por qué no lo haces de nuevo?

—Estoy tratando de ser mejor persona.

—¿Desde cuando?¿Ayer?

—Desde hoy —camina a mi lado y abre el congelador.

—¿Es muy pronto para decir que te amo? —saco de la nevera el bote de nieve de chocolate que yace en su interior.

—Creo que sí.

—Disculpa no hablaba contigo —le doy la espalda y me siento en la barra a lado de la mochila saboreando mi helado—. Me gusta tu fase de chico bueno.

—A mi me gustaba más la de fuck boy —lo golpeo con el hombro y el ríe.

Me sigo comiendo mi helado y el desconocido de seguro muerto de la curiosidad toma mi mochila y espera a que asienta con la cabeza para abrirla.

—Mierda Mary —digo al ver las botellas que el chico saca.

—Deberías de controlar tu lenguaje —lo miro con odio y dejo mi nieve de lado—. Por otro lado no sabía que tenías problemas con el alcoholismo.

—Idiota —sonríe y se pasa la lengua por su mejilla—. No son mias —me defiendo.

—Lo mismo decía yo cuando mi padre encontraba las mías.

Estoy apunto de hablar, pero supongo que tengo que encontrar un mejor insulto que "idiota", si quiero parecer alguien con cerebro suficiente para pensar en más insultos.

—Son de la novia de una amiga.

—¿Por qué te justificas?—ríe.

Sí tiene razón ¿por qué lo hago? No he hecho nada malo y el desconocido no es mi padre o algo así.

—Supongo que me importa mucho conservar mi reputación —suelta una carcajada y me bajo de la barra para quedar frente a él.

—¿Y cuál es exactamente? —pregunta y no me da espacio de respuesta—. ¿Loca que le habla a desconocidos para iniciar una relación?