Solo una firma

Capítulo 36

Bienvenidos al capítulo final. Espero que lo disfruten.

UNA VIDA A SU LADO

Son aproximadamente las cuatro de la mañana, el sol no ha salido y ayer no logre dormir hasta la una así que imaginaran mi molestia al ver que mi celular lleva ya 10 minutos sonando y no parece tener intención de callarse solo.

Al principio vacilé entre aventarlo a la pared o esconderlo en un cajón pero tenía mucho sueño como para realizar algún movimiento con el brazo.

Ahora en cambio estoy decidida a lanzarlo a la pared.

Tomo el celular y me detengo al notar la mirada de él sobre mí.

—¿Qué haces?

—Mi abuelito siempre dijo que eran aparatos del demonio —estiro la mano para ganar impulso—, ahora le creo.

—Ey, Ey, Ey —dice sosteniendo mi mano antes de lanzar el teléfono—, tranquila.

—Es que tengo sueño y no... —hago un puchero y detengo mi impulso por llorar. No dormir no hará que pierda la poca dignidad que me queda. El teléfono vuelve a sonar y lo veo con odio— ¡Cállate!

Jackson se toma la situación con más simpatía de lo que yo podría.

Toma el teléfono y lo revisa.

—Anne, es una llamada —avisa— ¿quieres que conteste y diga que no estás para que te puedas dormir?

No oculta su tono divertido haciendo que me pare de la cama y le pida el teléfono con la mano.

—No, yo contestaré —aseguro. Jackson me da el celular.

—De acuerdo.

Se vuelve a recostar en la cama y yo decido salir para no afectar el ciclo de sueño de más personas en este departamento.

—¿Alisen? —cuido mi tono para no ser grosera.

—¿Por qué tardaste tanto en contestar?

—¡Por qué son las cuatro de la mañana! —espeto sin ocultar mi molestia.

Se escucha una risa supongo que Adrián está con ella.

—Bueno lo lamento, creí que eran las doce —confiesa y antes de que yo le pueda decir que está bien me interrumpe—, ¡¿sabes qué?! No lo lamento ¿por qué no me dijiste que entraste a la universidad y a Adrián sí?

—¡Alisen son las cuatro de la mañana!

—No importa, lo que importa es que no tuvieras la confianza suficiente...

—¿Podemos hablar de eso luego? —pido.

—No, esto es importante, Adrián no pedí tu opinión —parece tener una discusión con Adrián—. ¡Por que soy su amiga! ¡Lárgate de aquí!

Se escucha silencio en la línea y suelto un suspiro de cansancio.

—Anne —escucho la voz de Adrián.

—¿Sí?

—Ve a dormir y deja tu teléfono lejos —recomienda—, no entiendo el afán de Alisen por molestar a medio mundo. Cuando vuelvas podrán hablar de lo que quieran.

Cuando vuelva.

La verdad es que no creo buen momento para sacar al tema el hecho de que no volveré.

Pero por otro lado, ya estoy despierta, es muy probable que ya no pueda dormir y Jackson está en otro cuarto.