EL DESAYUNO
—Primer beso —inquiero jugando con los dedos de Jackson.—¿Estamos en secundaria? Porque así me siento.
Empezamos a jugar algo así como verdad o verdad. Yo pregunto o digo algo que quiero saber de él, él está obligado a responder y viceversa.
—No te burles, es lo que quiero saber.
Suelta una risa— ¿Sabias que en Francia las personas se saludan de beso?
—¿En serio? —lo miro asombrada.
—En algunas partes —aprieta mi mano con la suya—. Tenía 11 ella 14, le mentí sobre mi edad y tuvimos algo así como una cita, al dejarla en su casa le di un beso de despedida y después de eso no volví a salir con ella.
—¿Qué tal se sintió el rechazo? —le sonrío.
—¿Por qué piensas que fue ella la que me rechazó? —enarca una ceja y me devuelve la sonrisa.
Ruedo los ojos —Claro, se me olvida que la población femenina es endeble a tus encantos.
—Y parte de la masculina —se pasa la mano el cabello y lame sus labios de tal forma que parece que invita a medio mundo a probarlos—. Libro favorito.
Lo pienso por un momento. —Tengo 2 el retrato de Dorian Grey y el principito.
—Son completamente diferentes —ríe con ironía.
—¿Y? Ambos son muy buenos —entrecierro los ojos.
Esta atardeciendo y mi atención se va por un momento al bello paisaje que está ante mis ojos, Jackson decidió que nos quedáramos un rato más, al parecer fue su plan desde un principio porque cuando acepte bajó dos cobijas y las colocó en el suelo. Sigo pensando en la disputa que tuvimos en el auto, fue estúpida e innecesaria ¿porqué tuvo que ser tan terco? Si me hubiera dicho a donde íbamos nos pudimos evitar el conflicto.
—Lugar favorito —digo finalmente.
—No tengo.
—Tienes que decir uno —exijo.
—No se puede elegir uno, cuando hay tantas opciones sin conocer.
—Tu respuesta no me satisface —chasqueo la lengua y guardo silencio.
Rueda los ojos y sonrío inconscientemente, la que rueda los ojos siempre soy yo, nunca lo había visto a él hacerlo, me parece lindo que adopte expresiones mías.
Tuyas y de medio mundo. ¡Despierta Anne!
—Ahora, en este instante mi lugar favorito es este —acaricia mi cabello y sonríe— ¿te satisface esa respuesta?
—A decir verdad, sí —sonrío ruborizada.
Ríe por lo bajo. —Primera mascota.
—Ay eso es muy triste —recuerdo— se llamaba albóndiga y era un cachorro que no paraba de comer.
—¿Y lo trite es?
—Estaba tan gordito que cuando caminaba se iba para los lados y caía —sonrío— solo caminaba cuando yo le hablaba.
—¿Se murió por obesidad?
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Solo una firma
RomanceQué se siente estar enamorado? Es una pregunta que Anne se hace continuamente, solo se puede cuestionar las tonterías que las personas hacen por amor y llegar a la conclusión de que quiere lo mismo. Anne vive con una idea del romanticismo perfecto y...