Jaemin esperaba a la entrada del supermercado cuando su teléfono comenzó a sonar.
Sonrió brillante cuando reconoció el contacto y respondió.
- Hola, mi amor –
- Hola – saludó desganado.
- ¿Qué sucede? – frunció el ceño - ¿estás bien? –
- Tuve un día muy pesado. Sólo quería hablar un ratito contigo –
- Puedes decirme lo que quieras –
El otro rió a través de la línea.
- No tengo muchos ánimos de recrear mi día. Mejor háblame sobre el tuyo –
- Pues, ¿recuerdas los cursos que estúpidamente sugerí en la oficina? –
- Sí –
- Tuve que ser el estúpido voluntario – hizo una mueca – hoy sacaron sangre de mi cuerpo, bebé. Fue horrible –
- ¿En serio? –
- Pero ese chico era otra cosa – provocó – muy hermoso –
- No creo –
Jaemin levantó la vista, llamando la atención de Jungwoo, quien se acercaba sonriente hacia él.
- Oh, debiste verlo – besó su mejilla sonoramente - ¿llegaste en taxi? – preguntó por lo bajo.
El mayor asintió y le hizo una seña antes de adelantarse a tomar un carrito.
- El chico lindo del consultorio no me preocupa tanto como quien sea que está contigo ahora –
- ¿Mi papá? – rió – vinimos a hacer las compras –
- Oh por Dios, me puse celoso de mi suegro –
- Que pena – siseó – cruzaste tus propios límites –
- Ni modo – rió – amor, ¿puedo pedirte un par de cosas? Pasaré a recogerlas mañana, lo prometo –
- ¿Mañana? – preguntó caminando hacia adentro – estaba pensando en pasar unos días contigo –
- ¿Tú también sientes que no nos hemos visto en una eternidad? –
- Sí – lloriqueó - ¿te veo entonces? –
- Claro. Te enviaré la lista –
- Okay –
- Te amo –
- Yo también te amo, mi adoración – dijo antes de colgar la llamada.
- ¿Mi adoración? – repitió Jungwoo burlón.
- Debí venir solo – entronó los ojos – pa, ¿te molesto si meto algunas cosas en tu carrito? Puedo conseguir otro si... -
- Está bien – negó - ¿vas a dormir en su casa? –
- Sí –
- Excelente – tronó su cuello – tuve un día agotador y no quería cocinar. Será mucho más fácil para tu papá y para mí decidir qué comer si no estás ahí negándote a todo –
- No me niego a todo – frunció el ceño – perdóname por no encontrar atractivo un tomate rebanado con queso y tres hojas de algo –
- Se llama ensalada caprese – sonrió satisfecho – ya puedo saborearla –
El menor rió incrédulo y empujó a su papá a un pasillo.
- ¿Sabes si aún me queda cereal? –

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The marriage
Fiksi PenggemarHizo lo que cualquier adulto saludable haría en su lugar de haber tenido el mismo pesado día que él había tenido. Miró al agitado chico junto a él y suspiró, cerrando los ojos. A tientas buscó su mano sobre el colchón para tomarla y apretarla con un...