Jaemin ayudó a su papá con su despensa, separó la propia y se dirigió a su habitación para ducharse y empacar ropa y algunos artículos de higiene para lo que restaba de la semana.
Bajó luego de un rato encontrando su hogar en total silencio.
Supo que Sicheng no había llegado todavía al asomarse por la ventana, y se dirigió a la cocina para tomar sus cosas y llevarlas consigo a la sala.
Tenía la intención de ofrecerle compañía a su papá hasta que el otro llegara a casa, pero no pudo hacerlo.
Estaba muy extrañado para decir cualquier cosa.
Jungwoo estaba sentado en la alfombra frente a la mesita de café, observando concentrado un gran paquete de fotografías.
En la mesa había varios montones separados, algunos considerablemente más pequeños que otros.
- ¿Qué estás haciendo? – preguntó acercándose a él.
- Sólo veo algunas cosas – sonrió - ¿recuerdas éste día? –
Jaemin miró la imagen con atención y asintió.
- Es el día de tu cumpleaños, cuando fuimos a ese parque de diversiones –
- Fue el peor cumpleaños de mi vida – rió horrorizado.
- ¿Entonces por qué fuimos? – frunció el ceño - ¿por qué no elegiste otro lugar? –
- Porque es a donde tú querías ir – rodó los ojos - ¿no lo recuerdas? Cuando eras pequeño tu papá y yo te dejábamos elegir a dónde iríamos en todos los cumpleaños –
- Me arruinaron por completo. Soy un mimado – apoyó su cabeza en su hombro – y ¿a qué se debe tu repentino interés? –
- Bueno – hizo una mueca – necesitarás algunas para el video de tu boda ¿no? – lo miró – también te daré otras para que lleves contigo cuando te mudes y... -
Por segunda vez ese día, no pudo contener las lágrimas, pero al menos ya no estaba solo.
Jaemin se había abalanzado contra él para abrazarlo con fuerza, comenzando a sollozar con insistencia, siendo inmediatamente correspondido.
- Muchas gracias – lloriqueó – gracias, gracias –
- No estés tan contento. Todavía te odio poquito – bromeó – promete que no me olvidarás –
- Nunca lo haría – lo miró – te lo prometo –
Jungwoo levantó su manga y secó con ella las lágrimas de su hijo.
- Mírate. Tu prometido sabrá que eres un desastre en cuanto te vea –
- Él lo sabe – rió - ¿por qué quiere casarse conmigo? –
- Porque eres perfecto – hizo un puchero – mi bebé es perfecto –
- Si le sigues mintiendo así aumentarás su expectativa sobre las personas y se divorciará en menos de un mes – advirtió Sicheng desde el marco de la puerta – te lo digo de una vez, mocoso, yo no voy a recibirte en mi casa si eso pasa –
- Yo me mudaré contigo – ofreció Jungwoo, haciendo al menor reír.
En momentos como esos, Jaemin trataba de oprimir el ligero sentimiento que lo invadía bastante desde hacía un tiempo.
No, no se permitiría arruinarlo.
Él quería casarse, y lo haría.
Las dudas eran sólo producto de los nervios.

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The marriage
FanfictionHizo lo que cualquier adulto saludable haría en su lugar de haber tenido el mismo pesado día que él había tenido. Miró al agitado chico junto a él y suspiró, cerrando los ojos. A tientas buscó su mano sobre el colchón para tomarla y apretarla con un...