The marriage

Capítulo 31

Sicheng estaba sudando frío.

Una que otra vez miraba con desconfianza a su esposo a su lado, quien a su vez se entretenía en compañía de los anfitriones.

Ninguno parecía sospechar en absoluto, pero no podía simplemente tranquilizarse con el hecho de que ambos idiotas hubiesen decidido realizar una improvisada reunión familiar bajo ningún argumento.

Aclaró su garganta y sonrió lo mejor que pudo.

- ¿Pue-puedo servirme más vino? –

- Oh, déjame traerlo por ti – ofreció Taeyong, levantándose de su lugar.

- Está bien – se levantó también – yo puedo... -

- Vamos – dijo el mayor, cediéndole el paso – tengo que traer más botanas de todos modos –

- Bien – murmuró, adelantándose a la cocina.

Apenas entraron, el dueño de la casa se posicionó frente a él.

- ¿Qué te pasa hoy? –

- ¿De qué hablas? –

- Estás todo serio y nervioso – frunció el ceño – ¿es por los chicos? –

- ¿Qué hay con ellos? –

- Estoy seguro de que van a decirnos que hicieron algo muy estúpido – comenzó a morder sus uñas - ¿no te parece extraño? –

- Sí, me parece extraño, pero no podemos solamente desconfiar de ellos – su estómago de apretó – deberíamos darles el beneficio de la duda –

- No son tan serviciales para ofrecer una reunión solo porque sí – comenzó a hiperventilar – oh por Dios, ¿crees que estén esperando? –

- Taeyong, necesitas tranquilizarte – tomó su rostro con ambas manos – vamos, respira conmigo –

- Bien – miró a sus ojos y suspiró – sí, bien –

- ¿Mejor? –

- ¿Perdón? – llamó una voz desde la puerta.

El menor se separó rápidamente y dedicó una sonrisa incómoda al recién llegado.

- John – Taeyong se acercó a él - ¿qué sucede? –

- Sólo venía a avisarte que Jaehyun llegó con el niño con el que sale – miró al chino con obvia desconfianza - ¿todo en orden? –

- Claro – lo encaró a la puerta – en un momento estamos con ustedes –

El alto les dedicó una mirada extrañada antes de salir.

- Vamos. Si seguimos aquí, Jungwoo sospechará también –

- ¿Sospechar qué? – entornó los ojos – Sicheng ¿qué sabes? –

- ¡Oh, no! – se escuchó provenir desde la sala.

Ambos se miraron alarmados antes de salir corriendo nuevamente a la reunión.

La escena que encontraron era poco menos que divertida y escandalosa.

Yang Yang tomaba por la cintura a Jaehyun quien trataba de pasar de su hijo para alcanzar el cuerpo del japonés, a quien el menor protegía con su vida.

- ¡Pa, necesito que te calmes! –

- Jaehyun – lloriqueó el alemán – por favor –

- Jung, hablemos como adultos –

- ¡Jaehyun! – llamó Taeyong, caminando hacia ellos - ¿qué pasa contigo? –

- Éste estúpido está aquí con mi hijo como si nada hubiera pasado –