Para sorpresa de Jisung, pese a la intensa noche que supo que había vivido su amigo y compañero, YangYang ni siquiera había actuado diferente con él. Pero él no se quejaría por eso.
Además, ahora podía hablar con el japonés con más confianza y sobre cualquier cosa, lo cual le ponía de muy buen humor.
En general, había tenido una jornada muy tranquila.
Incluso Jaehyun lo había recogido para llevarlo a su casa.
Estaba teniendo un muy buen día.
Hasta que llegaron.
- Hijo – lo detuvo cuando estuvo a punto de bajar del auto.
- ¿Sí? – se giró a verle.
- Necesito pedirte un favor – pidió con una sonrisa amable – sabes lo mucho que me importa que tú y Jeno sean unas personas autosuficientes y que cuenten con las herramientas necesarias para protegerse a ustedes y a otros ¿no? –
- ¿Ajá? –
- Bien – extendió su brazo para alcanzar algo de la guantera – sólo quiero pedirte que te inscribas a uno de esos cursos de primeros auxilios que está impartiendo el departamento – se encogió de hombros – ya sabes, solamente tienes que llenar la forma e ir... -
- Entiendo – tomó el folleto que el otro le entregaba – ¿es todo? –
- ¿Irás? –
- No tengo ningún motivo para no hacerlo –
- Excelente – celebró – en un rato te enviaré tu cita para los estudios –
- ¿Qué estudios? –
- Ya sabes – rodó los ojos – orinar en un vaso, unas muestras de sangre, la rutina –
- Oh – negó nervioso – no, de hecho... -
- Ya no puedes negarte – alzó las cejas – a menos que estés tratando de ocultar algo –
Se congeló.
- Nada de eso – dijo rápidamente.
- Entonces no hay nada que temer – entornó los ojos – salúdame a tu papá –
El menor creyó haber balbuceado una respuesta antes de salir del auto.
Tenía que idear algo para evitar esos exámenes, pero simplemente no se le ocurría nada.
Apenas llegó a la puerta, encontró a Taeyong a punto de salir mientras tarareaba una canción.
- Hola, mi amor – saludó animado - ¿cómo estuvo tu día? –
- B-bien – tragó duro - ¿te vas? –
- No adivinarás quien me llamó – golpeó su brazo - ¡Yuta! –
Jisung parpadeó confundido.
- ¿Qué? –
- Iré a arreglar la tubería de su baño –
- Esa es la clase de cosas que un hijo no quiere escuchar a su papá decir sobre su propio jefe – bromeó – bien, suerte –
- Gracias – canturreó caminando a su auto.
Que tarde tan extraña.
Lo que más disfrutaba de su trabajo, era lo sencillo que era y lo mucho que otros pagaban para que alguien más hiciera una tarea que no querían realizar.
Era un sueño hecho realidad.
El problema en la residencia Nakamoto-Xiao, resultó ser un simple cambio de empaques y una manguera que se había oxidado.
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The marriage
FanficHizo lo que cualquier adulto saludable haría en su lugar de haber tenido el mismo pesado día que él había tenido. Miró al agitado chico junto a él y suspiró, cerrando los ojos. A tientas buscó su mano sobre el colchón para tomarla y apretarla con un...