No había sido sencillo para él tomar esa decisión pero, después de darle incontables vueltas al asunto, decidió que no había nada que deseara más en el mundo.
Sería simplemente estúpido de su parte dejarlo ir ahora, después de todo lo ocurrido.
Había estado muy nervioso durante todo el día, pero ahora estaba impaciente.
Miró nuevamente hacia la residencia y sonrió en grande cuando vio a su objetivo salir de ella.
- Hola – saludó bajando del coche para caminar hacia él.
El joven retrocedió un par de pasos y negó en silencio.
- ¿Podemos hablar? –
- No – espetó antes de continuar con su camino.
- Por favor –
- No –
- Jisung – llamó insistente – al menos dame un par de minutos –
El mencionado se detuvo en seco y se giró hacia él.
- Dame un buen motivo para hacerlo –
- Porque llevo una hora esperando a que salgas de tu casa – rió – no respondías mis llamadas, mensajes... -
- ¿Te sorprende? – se cruzó de brazos – mira, no sé lo que quieras... -
- Sólo hablar – se apresuró a aclarar – ¿te parece si vamos a tomar un café? –
- No –
- Jisung –
- No es lo que piensas – frunció los labios – no es como que quiera estar contigo ahora de todos modos, pero tengo una cita –
Ah.
Bien.
Sí, bien.
- ¿Cita? –
- Con mi hermano – rodó los ojos – algunos tenemos valores... más o menos –
- Por favor – se acercó más – sólo dame esta oportunidad y si no te parece te dejaré en paz y no volveré a molestarte nunca –
Algo en sus palabras hizo al chico llenarse de pánico.
- Está bien – aceptó de mala gana – pero Jeno va a matarte –
- Puedo aceptarlo – dijo adelantando sus pasos para abrir la puerta del coche por él.
- Gracias – murmuró sonrojado.
¿Por qué no podía dejar de sentirse así?
Luego de incontables minutos de silencio incómodo, por fin llegaron al lugar.
El menor se giró a verle incrédulo.
- Debes estar bromeando –
- Está bien –
- Yuta... -
- No te preocupes – susurró acercándose a besar su mejilla – confía en mí –
Jisung, contrario a todas las frases filosas que tenía en mente, optó por asentir y bajar del auto.
Siguió al mayor hacia la residencia sintiendo como el dolor en su estómago se incrementaba con cada paso que daba.
Aunque el jardín era bastante bonito.
Entró luego de que el otro abriera y le cediera el paso.
Observó a su alrededor con tanta curiosidad que no notó cuando el japonés le quitaba el abrigo para colgarlo sobre el perchero.

ESTÁS LEYENDO
The marriage
FanfictionHizo lo que cualquier adulto saludable haría en su lugar de haber tenido el mismo pesado día que él había tenido. Miró al agitado chico junto a él y suspiró, cerrando los ojos. A tientas buscó su mano sobre el colchón para tomarla y apretarla con un...