Capítulo 29

118 23 0
                                        

- ¿Dónde estás? – escuchó apenas respondió el teléfono.

Miró sobre su hombro al ocupado hombre antes de escabullirse a la habitación.

- Estoy en casa de mi novio – sonrió emocionado  - ¿por qué? ¿necesitas algo? –

- Xiaojun quería saber si podías pedir la camioneta de tus padres prestada, pero le diré que estás ocupado –

- ¿Todo bien? –

- Más que bien – rió – voy a divorciarme –

El menor contuvo el aliento y luego negó.

- Esas son... buenas noticias ¿no? –

- Maravillosas –

- Felicidades entonces – dijo sinceramente – supongo que... -

Se interrumpió a sí mismo cuando sintió los posesivos brazos de su novio rodear los suyos.

- ¿Con quién hablas? – susurró junto a su oído.

- Debo irme – anunció el japonés, notablemente nervioso.

- Yuta... -

- Adiós, Yang. Salúdame a Jaehyun... al señor Jung. No importa, adiós – dijo antes de colgar la llamada.

- ¿Yuta? – gruñó, apretándolo más - ¿no es ese el estúpido que rompió el corazón de mi hijo? –

Sí, se los había contado.

- No hagas un drama –

- ¿Drama? – rió sin ganas - ¿te parece poco? –

- Yuta no quería lastimar a nadie. Él realmente pensaba que era lo correcto –

- Claro, usar a mi niño como un juguete y luego abandonarlo era lo correcto de hacer –

El menor se soltó del agarre y se giró para mirarlo.

- Va a divorciarse –

- Él puede hacer lo que quiera con su vida, pero no va a acercarse a Jisung de nuevo –

- Ese no es tu problema –

- Sí lo es –

- No, Jaehyun – se cruzó de brazos – no lo es –

- Tú no vas a decirme qué hacer – sonrió retador – voy a impedir lo que tenga que impedir –

- ¿Ah, sí? –

- Sí –

- Bien – bramó, tomando su mochila de la cómoda antes de salir de la habitación.

- ¿Qué haces? – preguntó siguiendo sus pasos.

- Ya me voy –

- Yang... -

- No quiero hablar contigo, Jae – rodó los ojos – no tiene caso –

El mayor lo tomó nuevamente por los brazos y lo hizo continuar hasta que pegó su pecho a su puerta.

- ¿En serio te vas a poner de su lado? – murmuró, comenzando a besar su nuca y cuello.

- Sí – jadeó – sí me voy a poner de su lado –

El mayor bajó lentamente su mano para alcanzar su entrepierna y comenzar a acariciarla sobre la tela de su pantalón.

- Piénsalo bien –

- Tú piénsalo bien – lo empujó con su trasero y se giró hacia él - ¿no habrías hecho lo mismo? –

- No –

- Sí, sí lo habrías hecho – tomó su rostro con ambas manos – si yo hubiera llegado cuando aún estabas con Taeyong, lo habrías hecho –

El oficial lo miró en silencio por unos segundos y suspiró pesado.

- Es distinto –

- No tanto – lo besó superficialmente – ahora Yuta está tomando mejores decisiones y, te lo advierto, es probable que vaya por Jisung. Tienes que aceptar que pase –

- Él tendrá que hablar conmigo –

- Tendrá que – asintió – prométeme que le vas a dar la oportunidad de explicarse –

- Te prometo que lo dejaré hablar –

- Jae – lloriqueó – por favor –

- ¿Es tan importante para ti? –

¿Era importante para él considerando que había pasado todo un día con Yuta lloriqueando entre sus brazos sin dejar de reprenderse a sí mismo por lo mucho que había dejado ir por su indecisión?

Sí, era importante.

- Lo es –

- Mira... -

- No – sonrió a medias – sé que amas a Jisung, lo entiendo, pero Yuta es mi mejor amigo –

- ¿Ajá? –

- No quiero pensar en que harías algo para impedir que ellos llegasen a estar juntos –

- Si es que Jisung lo acepta de vuelta –

- Si es que lo hace – murmuró – necesito saber que no lo sabotearás –

El mayor lo atrajo en un protector abrazo que bajó su guardia.

Eso tendría que contar como respuesta ¿no?





Yuta entró a su hogar y respiró profundo.

Hacía apenas un par de segundos Xiaojun se había ido de su casa y llevado sus cosas consigo.

No había mucha diferencia hasta que subía a la segunda planta.

Su habitación estaba a la mitad.

Las cosas del chino ya no estaban y hacían verla un poco vacía.

Sintió un hueco en el estómago al recordar el hecho de que estaba separándose de quien había pensado que sería el amor de su vida, pero ambos sabían que era lo mejor de hacer.

Se sentó en su lado de la cama tratando de ignorar el sentimiento de haber olvidado algo, y se dejó caer cansado sobre el colchón.

Quiso abrazar su almohada como acostumbraba a hacerlo, sintiendo un pedazo de papel apenas colocó su mano bajo ella.

Lo sacó para ver de qué trataba y sonrió en grande al darse cuenta de que era un sobre con su nombre escrito en él.

Sintiendo su estómago cosquillear, lo abrió cuidadosamente y tomó un largo suspiro antes de comenzar a leer.

Pasó cuidadosamente cada una de las palabras, sintiendo como su pecho se llenaba de emociones y sus ojos de lágrimas.

Rió, lloró, volvió a reír, y volvió a llorar.

Cerró la carta y la puso en el sobre nuevamente.

Lo colocó en el lado vacío de la cama y lo observó antes de caer dormido con una sonrisa en su rostro.

Ya no sentía que le faltara algo.

Ya estaba en paz.

Es todo por hoy.

L@s amo ❤️

The marriage Donde viven las historias. Descúbrelo ahora