The marriage

Capítulo 04

- Hijo – ya quería llorar de la frustración – tu papá y yo hemos estado hablando sobre lo que nos contaste la otra noche. Ya sabes, tus planes para el futuro –

- Ajá – sonrió – es emocionante ¿no? –

- Uhm, sí – forzó una sonrisa – pero es algo, no sé... -

- Apresurado – completó el chino, tomando la mano de su esposo – tal vez debas esperar un poco más –

- No entiendo – frunció el ceño - ¿qué debo esperar? –

Todo.

Cuando Jungwoo y Sicheng habían llevado a su hijo a cenar el otro día con la idea de pasar una bonita noche en familia, no contaban con que el atolondrado joven estuviera anunciándoles que tenía planes próximos a casarse.

Ambos pensaron que era absurdo, pero no le dieron importancia suficiente.

Entonces el menor comenzó a hablar sobre cómo es que tenía todo planificando, y fue cuando el pánico les invadió.

Estaba hablando en serio.

Les tomó días poder prepararse mentalmente para tener una conversación tranquila con el fin de hacerle entender que no era el momento adecuado, pero les estaba costando muchísimo más de lo que habían imaginado.

- Ya sabes – se encogió de hombros – un trabajo más estable, tener un departamento propio –

- Él tiene un departamento –

- Lo pagan sus papás – señaló Sicheng en tono dulce – no le pertenece completamente –

- Estuve haciendo cuentas, podemos comenzar a pagarlo nosotros – aseguró.

- ¿Y qué se supone que van a comer? – preguntó Jungwoo, comenzando a sentirse fastidiado - ¿cereal? Ni siquiera puedes diferenciar entre el tuyo y el de tu papá –

- Sólo fue una vez –

- Porque les puse etiquetas –

- No entiendo – rió con molestia - ¿por qué están tratando de convencerme de que no me case? –

- No es eso, hijo – respondió el mayor de sus padres – nosotros queremos que lo hagas –

- Cuando sea el momento –

- Creo que estoy listo –

- ¿Cómo podrías saberlo, Jaemin? – enfrentó el chino – apenas eres mayor de edad. Ni siquiera has vivido lo suficiente para saber lo que es mejor para ti, y lo que no –

- Lo sé, ¿sí? – se defendió, notándose incómodo.

Jungwoo palideció de inmediato.

- Oh por Dios – susurró - ¿tú no...? –

- No, pa – respondió tranquilo – no es eso –

Ambos mayores soltaron el aire que contenían.

- Es sólo que... - sonrió brillante – yo ya se lo pedí –

Los otros dos sólo pudieron abrir la boca en respuesta.

¿Ya se lo había pedido?

¿Su hijo estaba comprometido y ellos no lo sabían?

- ¿Qué? – preguntó Sicheng, sintiéndose aturdido - ¿cómo que se lo pediste? –

- Le di el anillo – suspiró – me dijo que sí ¿pueden creerlo? –

- Sicheng – llamó bajito – amor, voy a vomitar –