Ambos apretaban su estómago en un inútil intento de detener los espasmos provocados por la risa.
- No puedo creerlo – lloriqueó el menor.
- Te lo juro, fue tan vergonzoso – limpió su lagrimal – incluso recordarlo –
Jisung negó aún con las secuelas y se incorporó en su lugar.
- Estamos distrayéndonos demasiado – tosió un poco.
- Culpo al alcohol – dijo el japonés, sirviendo más en su vaso - ¿otro? –
- No veo por qué no –
- ¿Tu papá no se molesta con tu estilo de vida? – preguntó mientras servía – digo, ya estabas borracho cuando llegaste, y eso no te detuvo en absoluto de seguir bebiendo –
- No sé, no creo – frunció el ceño – creo que confía ciegamente en que no me meteré en problemas –
- ¿Cómo no hacerlo? Eres un ñoño – lo señaló – estás aquí conmigo trabajando cuando se suponía que estabas en una alocada fiesta –
El menor se levantó repentinamente de su lugar.
- YangYang... -
- Olvídalo, ya se comunicó conmigo – dijo empujándolo nuevamente en su silla – acaba de enviarme un correo diciendo que te despida, pero está bien –
- ¿Cree que esté muy molesto? –
- ¿Por qué lo estaría? –
- Robé su auto –
Yuta abrió la boca, impresionado.
- Obviamente – arqueó la ceja - ¿por qué hiciste eso? –
- Tenía que llegar – cubrió su rostro con ambas manos, apoyándose en el respaldo – no quería que usted se retrasara con el caso por mi culpa. Siento que aún le debo mucho –
- ¿Y le robaste el auto? –
- Creí que estaba claro que puedo ser bastante estúpido – lo miró entre sus dedos – de verdad, a veces no sé por qué hago lo que hago –
- Debe ser tu edad – frunció los labios – o eso espero – dijo haciéndole reír genuinamente.
El timbre de un teléfono llamó su atención.
- Es mi papá – frunció los labios - ¿me permite? –
- Adelante –
- ¿Pa? –
- Hola mi amor – saludó con voz somnolienta - ¿cómo va tu noche? –
- Bien – miró a su jefe frente a él y sonrió – muy bien –
- Es bueno escucharlo, hijo – bostezó – solamente llamaba para preguntar si vas a quedarte con tu amiguito, o si debo ir a recogerte a algún lugar... o lo que sea –
- No había pensado en eso – admitió – te diré la verdad, pero no te molestes –
- ¿Qué hiciste? –
- Estoy en la oficina. Sólo venía por unos papeles que olvidé mandar pero Yuta llegó y... -
- Oh – pudo escuchar el susurro de las sábanas a través de la línea - ¿él está contigo? –
- Frente a mí –
- Salúdalo por mí ¿quieres? – pidió riendo tímido.
- Ajá – frunció el ceño – como sea, ¿me das un minuto para decidir lo que haré? –

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The marriage
FanfictionHizo lo que cualquier adulto saludable haría en su lugar de haber tenido el mismo pesado día que él había tenido. Miró al agitado chico junto a él y suspiró, cerrando los ojos. A tientas buscó su mano sobre el colchón para tomarla y apretarla con un...