Narra Jessica
Habían pasado dos semanas desesperantes, traté de relajarme pero no lo pude hacer pensando en mil y un formas de asesinar a Kyle, porque algo muy fuerte le debe haber hecho a Emi para que escape de esa forma. Por otro lado no dejé de pensar en George. Después de la primera semana lo extrañé tanto que tuve que llamarlo. Escuchar su voz y reír con él me hizo tan bien. Me hizo darme cuenta que me comporté como una niña asustada por la idea del compromiso. Sabía que aún no estaba lista para casarme y lo tenía muy claro pero tampoco podía separarme de George. Nunca había tenido una relación perfecta, y me asustó tanto que con George la haya tenido que preferí dejarla antes de que salga lastimada. Pero estos días me sirvieron para saber que tenía que arriesgarme, darle por completo mi corazón y puede que en un futuro si me lo vuelve a pedir, acepte su propuesta de casamiento.
Llegué al departamento lo más rápido posible y localicé la carta de Emi con mi nombre. La abrí de inmediato.
“Querida Jess:
Hemos pasado tan buenos momentos juntas desde que nos conocimos, eres mi mejor amiga y nunca dejarás de serlo. Pero ahora me tengo que ir, no puedo estar aquí más. Mi tiempo aquí se terminó y lo tengo que aceptar. Si te preguntas que sucedió te lo contaré. Después de que tu avión despegara, Vince me ofreció traerme a casa y en el camino al estacionamiento tuve un desmayo, me llevó a la clínica y descubrí que estoy embarazada. ¡Era tan feliz! Era lo que siempre quise, un bebé y ahora más pues era con la persona que amaba. Lo planeé todo para decírselo. Puse velas color pastel y escribí una notita de mi bebé para Kyle. Estaba ansiosa de que él lo supiera pero lamentablemente Marcus llegó antes y comenzó a decir que me quería y tantas cosas, me besó e intenté resistirme pero si forcejaba podría haber lastimado a mi pequeño así que no hice nada, Kyle llegó y lo vio. Me dijo zorra, que lo había engañado. Tenías razón, Rachel estaba detrás de todo esto, fui estúpida por creer en su amistad y él más estúpido por creerle a ella y no dejarme explicarle. Me dijo que estaba muerta para él y que desapareciera de su vida. No podía vivir en Londres sabiendo que la persona que más amo, me odiaba. Por eso me fui. Y además mi orgullo fue muy lastimado. Jamás he llorado tanto, hasta me duelen los ojos y el pecho de tanto hacerlo. Para terminar te pido un favor y te doy un consejo. El favor es que no le digas a Kyle lo de mi embarazo, solo dale la carta. No lo golpees muy fuerte si es que llegas a hacerlo. Y el consejo es que dejes tu miedo al compromiso y al amor atrás. Has estado con George por un año pero puedo asegurar que no le has dado todo de ti por miedo a que salgas lastimada ¿leo la mente? Un poco. Él te adora y va a esperar para casarse contigo, solo no lo alejes. Mantente en contacto porque serás la madrina de mi primer hijo y si el bautizo es acá tendrás que venir.
Te quiere, tu mejor amiga.
Emi.”
Ese idiota de Kyle Franklin iba a darse por muerto cuando lo vea. Lo siento Emi le daré la carta y no le diré que será papá pero de la golpiza que se merece no se salva. Con respecto a lo de George seguiré su consejo. Por lo que sé Fourth Plan tiene hoy un concierto. Es hora de que el imbécil pague y arregle las cosas con George.
Me vestí con unos jeans y una manga larga algo suelta y me dirigí al lugar donde sería el concierto. Prepárate Franklin, no sabes con quién te metiste.
Con la primera persona que me encontré después del concierto fue mi hermoso pecoso. Al verlo corrí y enredé mis piernas en su torso para que me pudiera cargar. Estaba confundido por mi actitud y más cuando lo besé.
--- ¿Qué fue eso?- dijo con media sonrisa.
--- Mi forma de felicitarte por tu concierto y disculparme por haber huido como cobarde al escuchar matrimonio. Te amo y no quiero que lo nuestro termine- besé su nariz.
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Mientras Respire
RomanceEmilia como toda adolescente en su vida, estuvo obsesionada hasta los huesos con la boy-band más popular del momento. ¿Qué pasaría si años más tarde tuviera la oportunidad de vivir fuera del país? Y más aún, qué sucedería si esos ojos azules que la...