Eran las once de la noche, ¿quién en su sano juicio visita a esta hora? No me preocupe en ponerme una bata, estaba en estado zombi, y fui a abrir al indeseado visitante. Me encontré, nada más y nada menos, que con la deslumbrante sonrisa de mi ricitos de oro quitándome todo el sueño que hubiese tenido.
--- Hola preciosa- pronunció con su lenta pero sensual voz.
--- Hola lindo.
Su mirada pasó a registrarme de la cabeza a los pies y de vuelta arriba. Recordé entonces que llevaba un pijama de seda rosa, muy corto que dejaba ver gran cantidad de piel. Sonrió de forma pervertida.
--- Creo que te visitaré a estas horas más a menudo si me voy a encontrar contigo así- dijo.
--- En tus sueños- le respondí sonriente- Eres el novio más tierno de la historia. Lamento que Samuel te haya hecho hablar sobre lo nuestro en público.
--- No me molestó para nada, quería decirlo desde hace mucho tiempo solo que pensé que a ti te molestaría- contestó rodeándome la cintura con sus brazos.
--- Me encantó que lo hayas hecho. Y en realidad, no saben mucho de mí, así que me da igual. Y por otro lado yo pensaba que tú no querías decirlo.
--- Eres una tontita, quiero gritarle al mundo que tú eres mía y de nadie más- me susurró al oído.
Besé su mejilla.
--- A ¿qué se debe esta visita nocturna mi amor?- pregunté yo.
--- No podía dormir bien y mañana es un gran día. Quería estar contigo desde que comenzara.
--- ¿Gran día a que te refieres?- no entendía nada.
--- Más tarde lo sabrás, pero ahora tengo mucho sueño. Ha sido un día agitado. ¿Vamos a dormir?- sugirió, guiándonos a mi cuarto.
--- Solo hay una cama- advertí.
--- En Chakwell también dormimos juntos, así que confía en mí que no haré nada- hizo su mejor expresión de niño bueno- ¿Por favor?- movió sus pestañas exageradamente, haciéndome reír.
--- ¿Por qué siempre logras convencerme?- dije ya acostada en la cama.
--- Porque me quieres
--- No te quiero- su sonrisa se apagó- te amo.
--- Yo más pequeña, yo más.
--- Lo que digas, espero que sea mañana para descubrir lo que tiene este día de grandioso.
--- ¿Enserio no lo sabes?- Negué y luego creo que dijo algo más, pero no lo escuché, me había quedado dormida en sus brazos.
Sentí que habían pasado segundos, cuando unos labios empezaron besar cada parte de mi rostro. Abrí los ojos y vi a aquel hombre de la mirada aguamarina frente a mí. Sonreí al instante. Él se alejó y tomó de la mesa de noche una tarta con una vela encima. No comprendía nada hasta que Kyle empezó a canturrear con su bella voz la canción de cumpleaños y luego todo tomó sentido, había estado tan centrada en tantas cosas que había olvidado que hoy era mi cumpleaños. Nunca me había gustado celebrar mi cumpleaños, por lo que siempre se me pasaba por alto. Si no hubiera sido por mis padres o por Jessica hubiera olvidado todos los veintitrés anteriores.
--- Feliz cumpleaños mi amor- me felicitó al terminar- sopla las velas y pide un deseo.
No sabía que pedir, así que dejé que mi corazón decidiera y soplé las velas. “Que esta felicidad dure para siempre” Ese fue mi deseo y anhelaba con todo mi ser que se cumpliera.
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Mientras Respire
RomanceEmilia como toda adolescente en su vida, estuvo obsesionada hasta los huesos con la boy-band más popular del momento. ¿Qué pasaría si años más tarde tuviera la oportunidad de vivir fuera del país? Y más aún, qué sucedería si esos ojos azules que la...