Mientras Respire

Canciones y lugares secretos

La luz del sol apuntaba directo a mis ojos, por lo que me vi obligada a abrirlos. Había tenido el mejor sueño de todos. Parpadeé un par de veces y entonces me di cuenta de que no estaba en mi habitación. Intenté moverme para ver donde estaba pero un peso extraño en mi vientre no me lo permitía. Bajé la mirada y encontré un brazo fuerte rodeándome por la cintura. No había sido un sueño. Observé cada uno de los tatuajes que decoraban su antebrazo. Recuerdo que no entendía los significados de algunos, se lo tendría que preguntar un día de estos. Una sonrisa boba se formó en mis labios. Un día de estos, es decir, que yo espero pasar con él bastante tiempo. Podría decirse que sí. Ayer había sido un gran y hermoso día lluvioso, digno de Londres. Tomé el valor suficiente y me giré un poco para enfrentarme a su rostro. Sí, ahí estaba el con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en los labios. Se veía tan indefenso, tan angelical. No me resistí y besé su mejilla. Su sonrisa se ensanchó y me apretó más contra él, como si fuera posible. Ahora besé su nariz.

--- Bello durmiente es hora de despertar- dije en su oído.

Me volvió a acercar a él y aún con los ojos cerrados dijo:

--- Un ratito más por favor- con voz de niño y escondió su rostro en mi cuello.

---Kyle si quieres seguir durmiendo, vamos a tu cuarto, debes estar muy incómodo en este sillón.

--- No, yo me quiero quedar aquí. Tú lo vuelves cómodo- ya que estaba hablando en mi cuello me producía cosquillas.

--- Eres un bebé berrinchudo Kyle- toqué sus rizos suavemente- pero enserio debo ir a trabajar.

Abrió los ojos de golpe. Sus lindos océanos se encontraron con los míos. Me encantaría volver a despertarme a su lado.

--- Me encanta abrir los ojos y verte a mi lado, ¿lo podemos repetir?- me sonrojé al saber que pensaba lo mismo que yo.

--- Kyle qué dijimos de ir lento- lo miré reprobatoriamente.

--- No tiene nada de malo- dijo haciendo un puchero tan tierno.

--- Lo pensaré- dije burlonamente- Pero enserio me debo ir a  trabajar.

--- Eres perversa doblemente. Una por dejarme solo y abandonado y la otra por hacerme sufrir cuando te pido que duermas conmigo- se dio cuenta de lo mal que sonó y agregó nervioso- no de una forma mal pensada.

--- Sí te entiendo.- reí por su nerviosismo anterior.

--- ¿Tomas desayuno conmigo antes de irte?

Miré mi reloj de muñeca y vi que aún me sobraba una hora para llegar.

--- Esta bien.- ambos sonreímos a la vez.

Entre Kyle y yo hicimos panes a la tostadora y tomamos un vaso de jugo. Algo simple porque no nos quedaba mucho tiempo. Ya que, más tarde, recordó que debía reunirse con la banda en la disquera a las 8:30 am. Era tan descuidado en ocasiones. Antes de salir llamó a su mecánico para que venga a ver su Audi, pero por haber pasado toda la noche bajo la lluvia creo que haría falta más que una simple refacción.

Me llevó a mi  despacho en otro de sus autos, una Range Rover, y me prometió venir en la tarde para el papeleo del Mercedes y salir a cenar después. Le di un beso de despedida muy cerca a la comisura de sus labios solo para después ver su cara sorprendida y salir del auto a carcajada suelta.

Al ingresar Albert me preguntó el porqué de mi inmensa sonrisa. Sabía que no debía decirle a nadie por el momento. Ni siquiera éramos nada como para hacer un escándalo. Aunque sí había alguien a quien debía saberlo sino mi vida correría un grave peligro. Debía llamar a Jessica.