Al principio cuando mi relación con Kyle salió al ojo público, mi trabajo se vio perjudicado, pues desconfiaban de mi eficiencia por estar ligada al mundo del espectáculo pero ahora he vuelto a ganar prestigio. Hace poco acabo de ganar un juicio para una de las más grandes empresas exportadoras de Inglaterra y ayudo a Jess con todos los asuntos legales de Clover. Acaba de empezar y ya está ganando prestigio, mi amiga es muy buena en lo que hace. Aunque últimamente la he notado algo preocupada.
Marcus ha venido seguido a visitarnos, pero Jessica siempre se marcha porque aunque al principio me molestaba con él, ahora tiene un mal presentimiento sobre mi amigo. Me está enseñando nuevas recetas de cocina, ahora que me voy a casar debo consentir a mi futuro esposo.
Fourth Plan había tenido una gira de un mes por Asia y África, y ayer habían regresado. Con Kyle ya habíamos decidido que nos casaríamos el veintisiete de abril, solo habíamos estado esperando que termine su gira para entrar en todos los detalles.
Hoy Rachel me había llamado preguntándome si podía venir al apartamento, había estado de gira con los chicos y ahora que era mi amiga la había extrañado un poco. Le dije que sí podía venir porque Jess había salido, todavía no le tenía confianza y además al parecer George la había invitado a salir.
Narra Jessica
George había vuelto ayer y me había pedido salir hoy. Estaba nerviosa, desde lo que dijo en año nuevo me he sentido sofocada, tengo miedo de estar con él, afortunadamente los primeros días de enero habían tenido una gira y odio decirlo, pero sentía que me habían quitado un peso de encima.
Ahora habían vuelto y de nuevo esa sensación me embargaba. Estábamos en el London Eye, como siempre me había hecho reír con sus locuras y anécdotas de la gira pero simplemente no podía sacar esa incomodidad, ese sofoco de mí. En los últimos días había separado un tour para ambos por Italia y Grecia, tal vez tiempo a solas era lo que necesitaba para sacar todas esas tonterías de mi mente.
--- ¿Qué tienes princesa?- dijo cuando subimos a una de las cabinas de la gran noria-mirador.
--- Nada solo pensaba- esa había sido mi respuesta usual cuando nos llamábamos y me perdía en la conversación.
Me besó y aunque sentía aquella electricidad traspasar mi cuerpo, ese nudo en la garganta, ese sentimiento erróneo de querer escapar estaba presente a cada momento. Por eso no pude responderle de la manera adecuada.
Cuando estuvimos en la cima, y podíamos apreciar todo el Támesis y Londres en sí, George se aclaró la garganta, haciéndome voltear y verlo.
--- Jessica ¿recuerdas lo que te dije en la cena de año nuevo?- Por favor no- Sobre lo de seguir en lo de los compromisos- ¿Esto es enserio? Me pregunté mentalmente- Pues era verdad, y ya no me aguanto un segundo más sin decírtelo. Te amo más que a la comida- sonreí cuando dijo aquello pero a pesar de aquello esto no se sentía bien- Te has vuelto lo más importante para mí, mi familia te ama, creo que a tu mamá y tu papá también les agrado. Me inspiras a escribir canciones. Me vuelves un celoso empedernido y más cuando te presente a Leo Brooks-Cantante de una de las bandas que adoraba, Red-do. Recuerdo ese día George se puso tan sobreprotector que ni siquiera me dejó hablar al inicio, Leo era lindo como siempre lo imagine pero mi pelirrojo no tiene comparación- Eres la persona que me complementa, en la que puedo confiar, a la que puedo amar sin medidas, y quiero que sea así para siempre. Jessica ¿quieres ser mi esposa y futura madre de mis hijos?- por fin pudo respirar cuando finalizó pero a mí me dejó sin aliento y no de una buena forma cuando abrió la mano y me mostró un lindo anillo de compromiso.
Lo amaba, lo amaba como no he amado a nadie. Pero no estoy lista. Esta relación avanzó muy rápido, llevábamos un año de novios y ¿ya quería casarse? Para algunos resultaría romántico pero para mí era escalofriante. Mi empresa acababa de iniciar, eso era mi primera preocupación ahora y una boda no entraba en mis planes. Antes de George yo amaba mi libertad y mi trabajo. Eso era lo que me molestaba ahora, sentía que estaba perdiéndome a mí misma estando con George, perdiendo mis objetivos, estaba asustada y a la vez no quería lastimarlo.
--- George yo te amo- le confesé con sinceridad y él sonrió enormemente- Pero no puedo aceptar casarme contigo, no ahora- su sonrisa se desvaneció por completo- Desde hace algún tiempo me he sentido rara en esta relación, siento que me estoy confundiendo cada día más y me he dado cuenta que necesito un tiempo para concentrarme en el trabajo y ordenar mis ideas. Tengo miedo a tomar una mala decisión ahora y luego arrepentirme.
Su mirada profunda se había vuelto dura.
--- ¿Sería un error casarte conmigo?- espetó con algo de rudeza. Bajé la mirada y no sabía que responderle- El que calla otorga.- dijo con simpleza.
Bajamos del London Eye unos minutos después sin dirigirnos si quiera una mirada. Habíamos ido en su auto así que tuve que irme con él sino estaría varada en medio de Londres. Cuando llegamos a la puerta de mi edificio volteó a verme.
--- Te amo y no sé qué ocurrió para que esto sucediera. Tal vez yo tuve la culpa por precipitarme. Nuestra relación es como respirar para mí, esencial. Estar contigo lo es. No quiero separarme de ti, sé que estaba enojado y sigo dolido pero no quiero que esto acabe.- habló con el mismo tono dulce de siempre.
--- Tú no eres el problema, y aunque suene cliché, soy yo. Te amo pero por favor espera que me aclaré- le pedí- Saldré de viaje pasado mañana, serán unas dos semanas, tal vez eso me sirva pequeño duende- intenté sonreír.
--- Te esperaré cuanto necesites mi princesa, guardaré esto- volvió a enseñarme el anillo- para cuando estés lista- asentí- Te extrañaré.
Rompió la distancia entre nosotros y me beso, y se lo devolví porque sería el último en unos días. Tenía que estar clara, no quiero alejarme de él pero hay algo en mí que lo está haciendo.
--- Yo también- murmuré al alejarme.
Bajé del auto con ganas de llorar, no lo haría frente a él porque yo había ocasionado esto. Entre al edificio y llamé a la agencia de viajes.
--- Soy Jessica Torres y quiero confirmar una de las reservaciones del tour- dije ni bien respondieron.
--- ¿Solo una, señorita?- cuestionó la recepcionista a lo cual afirmé- Muy bien su vuelo saldrá de Londres pasado mañana a las ocho de la mañana. Debe recoger sus boletos el día de mañana a más tardar.
--- Está bien- corté la llamada.
Ese viaje era lo que necesitaba con urgencia. Despejarme de todo y de todos por unos días, por lo menos.
Cuando el ascensor se abrió en mi piso me encontré con Rachel, aquella desagradable maquilladora con una sonrisa malévola. No sé cómo Emi puede confiar en ella si a leguas se nota que no es buena persona. Sabía que iba a venir hoy y esperaba no cruzármela porque he notado que mira demasiado a Kyle, es como si quisiera robárselo a mi amiga pero como son sospechas no he dicho nada, ojalá me ese equivocado porque con mujerzuelas como esta es peligroso jugar.
Fin de la narración de Jessica.
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Mientras Respire
RomanceEmilia como toda adolescente en su vida, estuvo obsesionada hasta los huesos con la boy-band más popular del momento. ¿Qué pasaría si años más tarde tuviera la oportunidad de vivir fuera del país? Y más aún, qué sucedería si esos ojos azules que la...