Nos dirigimos a la casa de Kyle para celebrar el éxito de hoy. Me sentía muy cómoda con los chicos, fuimos bromeando todo el camino hasta llegar a nuestro destino. También me preguntaron cosas de mí y mi trabajo. Claro, George me interrogó durante minutos sobre Jessica. Tenía la premonición de que encajarían a la perfección.
Veinte minutos luego llegó Maddison, la novia de Jerry J. Llevaban juntos cerca de seis años, eran tan tiernos. Ella tenía el cabello negro azabache y ondulado, lo llevaba encima del hombro. Y poseía una sonrisa amigable. Nos hicimos amigas al instante, era muy divertida, ahora entendía cómo duraron tanto, ella y Jerry J. eran los opuestos perfectos. Eran el ying y el yang, la pieza que el otro necesitaba para estar completos.
Tomamos algunas cervezas y conversamos mucho hasta que tocaron el timbre. Le dije a Kyle que yo atendería. Abrí la puerta y me encontré con una rubia teñida, tan alta como para ser modelo. Me inspeccionó de arriba abajo con una mirada despectiva, vio a todos en la sala y lanzó la misma mirada de superioridad hasta encontrar a Vincent. Me dio su abrigo sin decir ni siquiera hola y se abalanzó en los brazos del morocho, esta debía ser Clover.
Al parecer nadie la soportaba, porque ni Maddison le habló y se suponía que por ser novias de los chicos debían tener tema de conversación, pero no era de ese modo. Clover se mantuvo besando a Vincent como si no hubiera nadie presente. A la media noche todos se fueron a sus respectivas casas y yo estaba a punto de hacer lo mismo cuando Kyle tomó mi mano y me acercó a él.
--- Quédate esta noche- suplicó.
No sabía que decirle. Si le decía que sí, podría ocurrir cualquier cosa y no estaba segura de estar preparada; y si le decía que no, me arrepentiría toda la noche. Hizo su irresistible cara de perrito.
--- No lo sé Kyle- respondí dudosa.
--- Tranquila, no muerdo- prometió- a menos que tú quieras, claro.
--- Pervertido- le propiné un manotazo.
--- Te dejo pegarme todo lo que quieras pero quédate. Ya es muy tarde para que vayas a tu casa y has estado bebiendo, no es seguro.- rogó.
--- No he bebido tanto- reclamé- Pero está bien, me quedaré- cedí.
--- ¡Sí!- chilló como un niño que acaba de conseguir el juguete que tanto quería.
--- Pero Kyle tienes que saber que yo erhm- quería dejar las cosas claras pero no me salían la palabras. No era un tema que me gustara tocar- yo no, yo nunca- estaba tan roja que podrían notar mi color hasta en la luna- yo soy…- Me interrumpió.
--- Tú aún eres…- me incomodaría más que dijera la palabra así que preferí asentir antes de que terminara la frase.
Bajé mi cabeza algo avergonzada. Sabía que él ya había tenido relaciones muy íntimas en el pasado, pero a su lado yo me había prometido a mí misma esperar al adecuado.
Durante unos segundos ambos nos quedamos en silencio, no pude ver su reacción porque aún seguía mirando al suelo. Pero luego tomó mi mentón con sus manos y levantó mi rostro para después besarme castamente.
--- No te debe avergonzar serlo, por el contrario debes sentirte orgullosa. Yo me siento orgulloso de tener una novia como tú, que espera a la persona correcta. Respetaré tu decisión, no te preocupes.- me lo dijo con una sinceridad que jamás había oído. Sonreí en efecto.
--- Siempre soñé llegar al matrimonio, porque así estaría completamente segura de que no me equivocaba y que sería para siempre.- volvió el sonrojo. Nunca había profundizado en estos temas con un hombre y menos si era mi pareja.
ESTÁS LEYENDO
Mientras Respire
RomanceEmilia como toda adolescente en su vida, estuvo obsesionada hasta los huesos con la boy-band más popular del momento. ¿Qué pasaría si años más tarde tuviera la oportunidad de vivir fuera del país? Y más aún, qué sucedería si esos ojos azules que la...