Hoy era el día de partir de Jessica, habíamos ido a las seis de la mañana al aeropuerto y no nos había dado tiempo de desayunar.
--- ¡Emilia deja de decir que tienes hambre! Enserio estas peor que yo- rió mi amiga.
--- Lo siento pero nos levantamos tarde y ayer casi no comimos en la noche, mi cuerpo pide proteínas- bromeé- además el trabajo me tiene exhausta.
--- ¿Quieres ir a comer algo?- preguntó Jess rendida.
--- No ya no tengo hambre y creo que últimamente estoy abusando de la comida- reí.
--- ¿No estarás embarazada amiga?- se burló Jessica.
--- Es casi imposible, las pastillas anticonceptivas nunca fallan- sonreí, aunque al principio me asustó la pregunta.
--- Tienes razón, pero entonces dile a tu jefe que no te haga trabajar tanto ya casi me dejas sin comida- me sonrojé, no comía tanto.
--- Entraré a dieta desde hoy, he dicho- me paré con firmeza.
Estuvimos un buen rato conversando hasta que Jess tenía que entrar a sala de embarque.
--- ¡Esperen, esperen, esperen!- gritó una voz con un acento muy conocido.
--- ¡Vince!- gritó Jess al ver a su mejor amigo. Ella y Vincent se habían vuelto casi inseparables- Pensé que no vendrías.
--- ¿Y no despedirme? Tonta, tenía que venir. Lamento el retraso pero estuve despidiéndome de Scarlett en la otra sala- Scarlett viajaría a Canadá a empezar la filmación de su nueva película hoy, por lo que Vincent nos había dicho la semana pasada- Espero verte pronto.
Se abrazaron y luego mi amiga me abrazó a mí.
--- Acuérdate, no confíes en esa zorra y aclara el asunto con Kyle, quiero estar enterada de todo ¿entendido?- susurró para que Vincent no se enterara. Asentí y levanté mi mano como juramento.
Jessica desapareció y esperamos hasta que su avión despegó.
--- ¿Te llevo a casa?- preguntó amablemente Vincent.
--- Sí por favor, nos levantamos tan tarde que tuvimos que tomar un taxi ya que mi auto no tenía gas- le sonreí.
--- No hay problema, ¿vamos?- dijo y asentí.
Lo seguí unos minutos hacia la playa de estacionamiento privada que tenían. De un instante a otro, todo comenzó a girar a mí alrededor.
--- Vince- murmuré y no me escuchó. Volví a repetir su nombre y se giró a verme.
--- ¡Emilia!- gritó pero entonces todo se volvió oscuro.
Abrí mis ojos en un lugar de paredes blancas ¿Dónde estaba? No era mi cuarto y se suponía que estaba en el aeropuerto despidiéndome de Jessica. Unos hermosos ojos grises me miraban consternados.
--- ¡Por fin despertaste!- exclamó aliviado.
--- ¿Vince dónde estoy?- intenté levantar la cabeza pero estaba muy cansada para hacerlo.
--- En la clínica, te desmayaste hace media hora en el aeropuerto. ¡Estaba desesperado! ¡Kyle me hubiera matado si te pasaba algo! ¡Ya iba a llamarlo a Birmingham!- reí ante su preocupación.
En ese momento entró un médico de poca cabellera blanca y piel morena, se veía amigable.
--- Buenos días señorita Díaz, Vincent- saludó.
Al ver mi expresión confundida Vincent dijo:
--- Es nuestro médico en Londres, el doctor Wells, un buen amigo nuestro- ambos hombres se sonrieron.
--- Bueno Emilia, le he tomado unos análisis de sangre para ver qué sucede y me los acaban de entregar aún no los he visto quería abrirlo con usted- me explicó. Abrió el sobre y leyó con una lentitud infinita. Sonrió- Como me imaginaba.
--- ¿Qué sucede doctor?- mordía mi labio inferior esperando su respuesta. Tenía miedo de que sea algo grave, siempre les tuve pavor a los resultados clínicos.
Pero en lugar de contestarme, preguntó:
--- Además de este mareo ¿has tenido otros?-Lo pensé y las últimas dos semanas me he mareado con facilidad. Asentí- ¿Has tenido más hambre de la habitual?- volví a asentir- ¿Algún atraso menstrual?
Vi la fecha de un almanaque cerca de mi camilla y asentí al notar que llevaba dos semanas atrasada. Todo estaba encajando en mi cabeza.
--- ¿Qué quiere decir doctor?- intervino Vincent.
--- No puede ser- dije tapándome la boca por la sorpresa.
--- Sí Emilia, tiene un mes y seis días de embarazo- declaró el médico dejándonos perplejos.
--- ¿Cómo es eso posible? Nos hemos estado cuidando- admití.
--- ¿Con qué?- cuestionó el doctor.
--- Pastillas anticonceptivas- no me importaba que Vincent estuviera a mi lado, debía aclarar lo que estaba sucediendo.
--- Pues resultan ser muy efectivas a menos que las mezcles con otras- pensó el doctor Wells.
Empecé a contar los días hacia atrás y mis ojos se abrieron.
--- Año nuevo- susurré.
--- ¿Emilia por esas fechas no estabas resfriada?- preguntó Vincent y yo asentí.
--- ¿Tomó pastillas para la gripe?- volvió a interrogar el médico.
--- Sí durante una semana- le contesté.
--- Pues eso ocurrió, las pastillas para la gripe contrarrestaron a las pastillas anticonceptivas- me esclareció.
--- Por eso tenía un retraso de dos semanas- ahora comprendía todo.
--- ¿Es irregular?
--- Solía serlo, pero entre en un tratamiento para regularizarme, aunque igual no me fijaba mucho en las fechas- una sonrisa se apodero de mi rostro- voy a ser mamá.
El doctor Wells me sonrió.
--- Le daré unas vitaminas porque tiene las defensas bajas y eso será todo- se dirigió a Vincent y luego se volvió a mí- Felicitaciones y felicite a Kyle de mi parte.
Salió de la sala y Vincent me ayudó a pararme. De inmediato lo abracé.
--- ¡Voy a ser mamá Vince! ¡Kyle y yo vamos a ser padres!- era tan feliz, no me importaba lo que Rachel haya dicho, ahora un fruto de mi amor con Kyle crecía dentro de mí y era todo lo que necesitaba para creer en él.
--- ¡Y yo un gran tío!- empezamos a saltar- espera a que los chicos se enteren, se volverán locos.
--- Todavía no se los digas hasta que yo hable con Kyle, quiero que sea el primero en saberlo- me miró confundido- Sé que tú lo sabes pero porque estabas conmigo, por favor no digas nada ¿sí?- le pedí
--- Está bien, será un secreto pero cuando Kyle lo sepa tú y él se lo contarán a los chicos, pero antes a Jess si no te matará- asentí y sonreí con lágrimas de felicidad, estaba tan emocionada- Déjame escoltarte a ti y a mi sobrino a su departamento.
Sonreí y seguí a mi morocho amigo. Tenía que pensar una forma especial de decírselo a Kyle. Empezaría a planearlo hoy y ni bien llegué mañana lo sabrá, espero que se ponga tan feliz como yo lo soy ahora.
ESTÁS LEYENDO
Mientras Respire
Roman d'amourEmilia como toda adolescente en su vida, estuvo obsesionada hasta los huesos con la boy-band más popular del momento. ¿Qué pasaría si años más tarde tuviera la oportunidad de vivir fuera del país? Y más aún, qué sucedería si esos ojos azules que la...