≫ ──── ≪ CAPÍTULO 16: PACTO DE AMOR≫ ──── ≪

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Había pasado tres semanas y el día más ansiado por Hurrem y Marcus había llegado,habían dormido en aposentos diferentes, ya qué necesitaban arreglarse para el fabuloso día

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Había pasado tres semanas y el día más ansiado por Hurrem y Marcus había llegado,habían dormido en aposentos diferentes, ya qué necesitaban arreglarse para el fabuloso día.
Hurrem se levantó de su cama y se metió a bañar , sus ayudantes querían ayudarla, pero cuando querían hacerlo ya Hurrem había salido del baño, aseada y con un olor exquisito.
Todos estaban emocionados, unos estaban enojados y otros felices.
Las criadas llegaron a peinarla y ayudarle con su vestido, finalizado su trabajo, unas personas ingresaron al aposento, eran Caius, Selim y Aro.
Los tres caballeros estaban asombrados, Caius fue el primero en hablar.
- Se ve hermosa señorita Hurrem.- Dice Caius mientras se comía con la mirada a Hurrem, en la mente de Caius estaba viendo a Hurrem encima de él, dominándolo, tal y como lo hacía Dydime . Hurrem debía estar casándose con él no con Marcus, ella debía estar a su lado.
- Gracias su majestad.- Respondió Hurrem de forma incómoda, ya que los encuentros con Caius eran muy incómodos, desde miradas lascivas hasta comentarios fuera de lugar.
──── FLASHBACK ────
Hurrem caminaba por el jardín escoltada por Selim, ambos se trataban con respeto, Hurrem quería ser amiga de Selim pero Selim estaba concentrado en protegerla, mientras pensaba en donde sería un lugar idóneo para entrenarla sin salir del palacio y sin que lo mate Marcus.
Ambos estaban perdidos en sus pensamientos , Hurrem tocaba las bellas rosas rojas y recortaba algunas para decorar sus aposentos,hasta que se vio interrumpida por alguien.

Ambos estaban perdidos en sus pensamientos , Hurrem tocaba las bellas rosas rojas y recortaba algunas para decorar sus aposentos,hasta que se vio interrumpida por alguien

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-Buenos días  señorita Hurrem.- Caius decía esto mientras miraba a la hermosa muchacha.
- Buenos días su majestad.- Respondió Hurrem sin quitarle la atención a las rosas.
Aunque ella no lo demostraba se sentía incómoda con Caius y eso que apenas habían interactuado, al parecer Hurrem sabía que él significaba peligro.
- Las rosas son hermosas, pero no como tú.- Dijo con una sonrisa y queriéndole acariciar las mejillas, Hurrem se apartó de inmediato y con un tono de voz neutro le dijo.
- Gracias, pero le pido que no se me acerque tanto a mí, me siento rara cuando un hombre que no es mi prometido, me toca la cara.- Hurrem estaba aterrada, si bien los hombres del clan se acercaban para decirle buenos días, no se acercaban con intención de tocarla. Ella en sus recorridos oía que Caius había tenido aventuras con algunas humanas y había oído rumores de que a este siempre le encantaban las criadas o las victimas de Marcus y que incluso tuvo una aventura con la esposa de este.
Nada estaba confirmado para ella, pero lo sospechaba.
Caius estaba asombrado, nadie en su vida le había dicho que no o que lo hayan confrontado, siempre le decían que sí, esto lo excitó más, con esto, él deseaba a Hurrem y no tardo en hacerlo notar.
- Sabes, soy mejor que Marcus en todos lo sentidos, e incluso soy mejor en la cama, tengo una pregunta para ti Hurrem, ¿Ya hicieron el amor?- Caius lanzó esa pregunta con una sonrisa y una mirada hacia los senos de Hurrem.
Hurrem estaba estupefacta y se dio cuenta de las miradas de Caius. Ella estaba en shock, pero agarró el valor suficiente y respondió de manera calmada aunque por dentro estaba aterrada.
- Eso no es asunto suyo.- Respondió Hurrem con una voz que indicaba incomodidad y odio. Y en esos momento llamó a Selim, Selim hablaba con Félix quien venía con Caius, aunque nada más se peleaban pero con palabras.
Selim acudió de inmediato al llamado, a pesar de hablar con Félix, escuchó toda la conversación y sabía que Caius no se detendría para obtener lo que desea, pero decidió auxiliar a Hurrem.
-Mi señora.- Dice Selim de forma calmada.
- Llévame a mis aposentos, mi paseo se acabó.- La voz de Hurrem si podía intimidar pero se notaba que tenía ganas de llorar. Selim hizo lo que se le pidió.
Mientras caminaban Hurrem empezó a llorar en silencio, ella era de las que sufría en silencio, nunca había pasado una situación así, empezó a creer que era su culpa, capaz el vestido que llevaba era demasiado provocativo, estaba dudando en decirle a Marcus, Selim viendo la situación decidió consolarla y pareciera que le leyó la mente.

Amor reencarnado (Marcus Vulturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora