Amor reencarnado (Marcus Vulturi)

≫ ──── ≪ CAPÍTULO 28: LA DESESPERACIÓN DE HURREM(2)≫ ──── ≪

Capítulo dedicado a nana11204
Hurrem estaba ansiosa, ella sabía que no había hablado con los rumanos.
Los tres Reyes decidieron tomarse el tiempo de recolectar más pruebas.
- Enciérrenla en sus aposentos.- ordenó Marcus.
Los Reyes Caius y Aro sabían de la inocencia pero necesitaban tiempo, tiempo que Ravenna no les iba a dar.
Separaron a los niños de ella, Murad y Selim sabían la gravedad de las acusaciones, Mihrimah y Kosem temían al castigo.
Si su madre era culpable los matarían por tener la misma sangre y ellos creen que al tener los mismos genes, ellos podrían ser traidores.

Hurrem estaba devastada, la habían acusado dos veces de crímenes que nunca hizo, la primera vez estaba sola y le habían quitado a las personas que amaba.
- ¿Y si matan a mis hijos en mi presencia?.- Se preguntaba Hurrem al borde del llanto, ella ya sufrió ese dolor, lo ocultó pero ahora tiene miedo de perder a sus hijos, tal y como perdió a su familia.
Hurrem estaba desesperada, necesitaba respuestas, necesitaba demostrar que era inocente, pero las cartas llevaban su sello.

Selim quería ayudarla, no iba a permitir que Hurrem muriera y peor aún que sus hijos muriesen.
Selim amaba a Hurrem, ella le había hecho sentir muchas cosas que ni en su vida humana habría sentido.

Han pasado 2 meses, el invierno ha llegado, tantas cosas que pasaron, Hurrem sabía que su final estaba cerca, antes de entrar al juicio le permitieron ver a sus hijos, ellos sabían que era la última vez que se verían.
-¡¡MAMÁ!!.- Gritaron los tres niños, Kosem quería hacerse la fuerte pero al sentir que su madre estaba en sus últimos días, expresó todos sus sentimientos, Murad no veía una vida sin su madre y Mihrimah estaba al tanto de todo, Selim le había dicho que en algún momento lloraría por la falta de su madre y el momento empezaba desde ahora.
-Mamá no nos dejes.- Murad habló con los ojos llorosos.
- Mamá no quiero estar sola.- Agregó Kosem.
Hurrem al ver a sus hijos así le dolía en el alma, el saber que era la última vez que los veía le causaba un dolor inimaginable, un dolor que era peor del que podía ejercer Jane.
- Siempre estaré con ustedes, seré el viento que acaricie sus mejillas cuando se sientan solos, siempre estaré con ustedes, si la vida me da otra oportunidad de vivir, los buscaría y nunca me alejaría de ustedes. Le agradezco a la vida por darme unos maravillosos hijos.- Respondio Hurrem mientras trataba de no llorar.
- Te juro mamá que te buscaré y seremos felices.- Respondió Mihrimah con los ojos llorosos y un nudo en la garganta.

Ravenna al ver la escena se sintió satisfecha, ya estaba quitando una gran piedra, solo faltaba Artemisa.
Los niños no eran importantes, ella sonreía mientras veía a los niños despedirse de su madre, esa imagen le había dado satisfacción, estaba tan distraída en su victoria que no se dio cuenta que la menor de los hermanos la miraba con odio.
Kosem se acercó de manera segura, jalo las faldas de Ravenna y con un gesto le ordenó que se agachara para oír lo que le iba a decir.
- Disfruta mientras puedas, porque algún día yo me reiré de tu sufrimiento, juro por mi madre que no tendrás un puesto aquí, te quitaré el poco poder que tienes, no serás reina y te doy un recordatorio, mujeres como tú y Artemisa se matan solas.- Habló Kosem con una voz amenazadora.
Ravenna quedó asombrada pero con una sonrisa le susurro.
- No des órdenes que no pueden ser ejecutadas.
Kosem le dio un ultimátum, ella estaba rifando unos vergazos y Ravenna tenía todos los boletos comprados.
- Soy hija de un rey de tu clan y veremos quien me desafía, porque no solamente puedo hacer que te saquen del clan, sino que también te puedo mandar a asesinar y veremos quien me desafía.- Respondio con otro susurro Kosem y le dedicó una mirada altanera.