≫ ──── ≪ CAPÍTULO 21: PRIMEROS SÍNTOMAS DE LA TORMENTA ≫ ──── ≪

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Ya pasado un mes, faltaban 2 semanas para dar a luz, solo tenia a Sophia, Marina y a sus guardias Selim y Félix ayudándola a no sentirse sola

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Ya pasado un mes, faltaban 2 semanas para dar a luz, solo tenia a Sophia, Marina y a sus guardias Selim y Félix ayudándola a no sentirse sola.
Marcus no la había visitado, Félix le dijo que quizás como ya venía el nacimiento de su hijo, se estaba alejando para evitar matarlo.
Estaban hablando sobre la ausencia de Marcus cuando Demetri entra con una cara de espanto, si fuera humano estaría muy pálido.
-¿Qué pasó Demetri?¿Por qué tan pálido?. -Pregunta burlonamente Selim.
- El maestro Marcus salió de los aposentos de Artemisa.
-¿Quién?¿La esclava veneciana?.-Responde Marina asombrada.
- Esa.
- Capaz solo la llevó a sus aposentos, porque se sentía mal.Ya saben como es mi esposo de buena persona.- Respondió Hurrem tratándose de convencer más a ella misma que a sus amigos.
-Necesito salir,necesito tomar aire.- Hurrem se levantaba del sillón, Selim la ayudaba.
Selim ya lo había admitido para sí mismo, estaba enamorado de Hurrem, si lo que decía Demetri era cierto, estaba seguro que la tal Artemisa jugaría sus cartas, para hacer que ella fuera la esposa oficial y que Marcus se divorcie de Hurrem.

Salieron a los jardines y estaban disfrutando del paisaje, hasta que una voz interrumpió esa paz.
-Oye
Hurrem volteó extrañada, Marina y Sophia voltearon indignadas.
- Oye.
-¿Quién te crees para hablarle a tu señora de esa manera?joven maleducada.-Responde con enojo Marina, Hurrem y los que la acompañaban no podían creer lo que estaban viendo, si bien Marina intimidaba, era muy dulce con los más cercanos a ella y sobretodo no se enojaba por tonterías.
- Yo solo quería saludar, no sabía cómo referirme a la señora.
- Dile mi señora, porque ella es más que tú.
- Perdón, mi nombre es Artemisa.
- Esta bien..... creo.- Respondió Hurrem.
- Gracias al amo Caius y a su bondad me pude recuperar, pero me recuperé más rápido por los cuidados que me dio el amo Marcus.
-¿Sabes quien es su esposa no?
- Si lo sé, por eso quería saludarla.
Marina no se controló y le dio una bofetada que tumbó al suelo a Artemisa.
-¡¿QUIÉN DEMONIOS TE CREES PARA SER TAN CÍNICA?! ERES UNA PROSTITUTA VENECIANA.
Artemisa yacía en el suelo, estaba impactada, tenía la  mejilla derecha enrojecida y estaba llorando.
-Que con esto te quede claro.......
Marina iba a decir algo pero se vio interrumpida por una voz masculina.
-¿A quién le dices prostituta veneciana?
Marcus estaba serio, Marina no sabía que responder.
Marcus miró detrás de Marina y lo que vio le destruyó el alma.
-¡ARTEMISA!
- Marcus...- Artemisa respondió al llamado como si se tratara de un amigo o del amor de su vida, mientras derramaba lágrimas.
Hurrem veía toda esta escena, sorprendida, acaso ellos eran algo más y ella no estaba enterada, si el rumor era cierto, quizás Marcus la estaba engañando con Artemisa, Hurrem cerró sus puños, aguantándose las ganas de llorar, Selim se percató de esto y decidió intervenir
- Es mejor que nos vayamos mi señora, debería descansar.
- Tienes razón Selim, con su permiso, su majestad.- Hurrem hacía una pequeña reverencia mientras trataba de no llorar.
-Espera, Hurrem.-Marcus ordenó.
-Si su majestad.
- Deje a Marina, debe ser castigada, por insultar y levantar falso a una Vulturi.
-¿Qué?.- Hurrem estaba sorprendida, Selim y los demás estaban preocupados.
Artemisa miraba toda la escena y cuando Marcus ordenó que Marina se quedara se le escapó una sonrisa.
Hurrem lo notó, Artemisa estaba fingiendo.
- Marina es una de las personas más leales a mi, no puedo permitir que la castigues.- Respondió Hurrem con una mirada desafiante.
- Santiago, encierra a Marina a la torre más alta, sin ningún alimento,durante  3 días .-Este castigo era severo ya que ya se acercaba la hora de alimentarse.
- Si señor.
Marina se fue sin rechistar mientras veía a Hurrem y a los demás con una mirada triste.
Selim ardía de coraje, todo lo color de rosa se estaba tornando el colores oscuros.
Hurrem decidió irse del lugar, pero cuando miró hacia atrás, vio como Marcus cargaba a Artemisa con una sonrisa en su rostro.

Artemisa fue llevada por Marcus a sus aposentos, una vez acostada en su cama
- Lamento todo lo que te hizo Marina, ella enloqueció.
-No te preocupes Marcus, lo importante es que llegaste a tiempo para salvarme de las garras de esa fiera.- Respondió Artemisa haciendo un puchero.
- Tengo una pregunta.
- Claro ¿qué pasa Artemisa?
- ¿Cuando le dirá a todos que soy su amante?
- Cuando sea el momento.
Marcus lo diría algunos días después del parto de Hurrem, para evitar un aborto espontáneo, total la maternidad la mantendrá entretenida.

Hurrem entró a sus aposentos, temía que Marcus la dejara por otra, pero que podía hacer, se sentó en el sillón y se puso a pensar en sus probabilidades.¿ Y si huía con sus hijos? ¿Sería feliz sin Marcus?
Selim la miraba con una cara entristecida, él quería hacer algo pero no podía.
Estaba tan inmersa en sus pensamientos que no notó que Marcus había entrado y la estaba mirando.
-¿En que piensas Hurrem?.- Preguntó Marcus en un tono frío.
-En en nada, solo en mi hijo, estaba pensando en que si fuera niño, quisiera que se pareciera a ti.- Responde Hurrem con una sonrisa apagada.
- A mi me gustaría que fuera una niña idéntica a ti.- Habla Marcus con una sonrisa.
Ambos se miraron y aparentaban ser felices uno con el otro, sabiendo que en realidad no lo era.
- Vengó a decirte, que quiero que le pidas perdón a Artemisa.- Mencionó Marcus arruinando el momento.
- ¿Por qué debería hacerlo?.-Responde Hurrem de manera fría.
-Porque es parte de tu gente, espero que le pidas perdón, por lo que le hizo Marina.Me tengo que ir, tengo cosas más importantes que hacer. Nos vemos ll mio tesoro.- Finaliza Marcus dándole un beso en la frente.
Hurrem estaba atónita,solo a eso vino, a decirle que le pida perdón a alguien que ni de la guardia es.
Hurrem quería evitar conflictos, así que al anochecer decidió ir a pedirle una disculpa a Artemisa.
Llegó la noche, Hurrem y Selim decidieron encaminarse a los aposentos de Artemisa, cuando iban en el pasillo vieron a Renata y a Santiago cuidar la puerta.
-¿Esos no son los guardias de Marcus?.- Pregunta Hurrem extrañada.
-Si mi señora.-Responde Selim.
Selim se acercó, y les hizo plática a los dos guardias.
Hurrem iba a tocar pero escuchó algo detrás de la puerta.
-¿Esos son gemidos?.
Hurrem decidió entrar, su corazón le decía que algo andaba mal y no se equivocó.
Lo primero que vio fue a Artemisa despeinada u desnuda, lo segundo a Marcus a lado de ella, ambos estaban asustados.
-Así que era cierto.- Habla Hurrem.
- Amore mio, no es lo que parece.- Responde Marcus asustado, Hurrem solía ser bastante rencorosa, si no pregúntele a Caius.
-¡NO ES LO QUE PARECE ES LO QUE ESTOY VIENDO!.- Responde Hurrem con lágrimas en los ojos.
-Deberías calmarte, le hará daño al bebé.-Marcus se pone una bata y camina hacia Hurrem.
-No te acerques y ¿cuándo te importó nuestro hijo?.- Hurrem estaba muy alterada, y cuando se iba a ir se rompió la fuente y cayó al piso de rodillas
-¡¡Hurrem!! ¿Estás bien?.- Pregunta Marcus alterado.
-¿Cómo voy a estar bien si estás con otra?.-Respondió Hurrem mientras gritaba del dolor.
-Selim, Selim llévala a sus aposentos y Renata, ve por la partera.
Todos ejecutaron las órdenes y Selim se llevó de inmediato a Hurrem a sus aposentos, Sophia preparó todo.
-Selim trae a la partera.... ¡¡AHORA!!- Ordenó Hurrem.
- Ya están en camino.- Responde Selim preocupado.
- Selim quédate conmigo, no dejes que Marcus se acerque.-
- Claro su majestad.
La partera llegó tan pronto como pudo y el parto comenzó, Hurrem agarraba la mano de Selim con fuerza, esto a Selim le confortaba, si le servía para siempre con eso era muy feliz.
Aunque no lo reconociera Hurrem sentía alegría al tener a Selim a su lado.
Marcus estaba inquieto, no sabía que podía pasar.

Amor reencarnado (Marcus Vulturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora